El cielo de diciembre 25, desde la confusión a la claridad
El cielo de diciembre 25, desde la confusión a la claridad
Los primeros días de diciembre introducen una fase positiva y comunicativa en las relaciones. También ponen de relieve el potencial de un gran trígono de agua para hacer que las cosas fructifiquen. En el segundo tercio del mes, pueden surgir inquietud y confusión. Sin embargo, estas pueden conducir a una nueva claridad.
Los días en torno al solsticio están cargados de tensión y requieren dedicación a metas realistas. Las fiestas prometen un ambiente festivo con un matiz claramente espiritual. Este mes es muy exigente y enriquecedor. También invita a la claridad. Esto allana el camino para un nuevo año con mayor conciencia y enfoque.
Durante los primeros días del mes, los asuntos de relación ocupan el centro de la escena. Venus en Sagitario y Plutón en Acuario forman un sextil el 2 de diciembre y crean espacio para una intensa cercanía. Los lazos pueden ganar profundidad o, mediante conversaciones aclaratorias, alcanzar un nuevo nivel de honestidad. La Luna Llena en Géminis el 4/5 de diciembre subraya la disposición a una comunicación abierta. Es un buen momento para abordar incluso temas exigentes. Al mismo tiempo, Marte en Sagitario forma un trígono con Quirón en Aries. Ahora puede mirar sus heridas y aplicarse activamente a su sanación.
El 6 y 7 de diciembre, Mercurio en Escorpio, Júpiter en Cáncer y Saturno en Piscis configuran un gran trígono. En estos días es posible lograr grandes cosas con facilidad. Use este tiempo para estructurar o finalizar proyectos. Los asuntos familiares también pueden resolverse bien ahora. Los conflictos que elabore ahora posibilitarán desarrollos positivos a largo plazo. A corto plazo, sin embargo, puede surgir resistencia. Marte alcanza la cuadratura con Saturno el 9 de diciembre. La impaciencia, el exceso de confianza o las expectativas exageradas pueden causar mucha fricción. Ajuste sus estrategias donde sea necesario y acepte los límites que otros le imponen.
El 10 y 11 de diciembre, Mercurio en Escorpio se encuentra en conjunción con Lilith, en oposición a Urano en Tauro y forma un trígono con Neptuno, que el 10 de diciembre se vuelve directo en el último grado de Piscis. Luego Mercurio entra en Sagitario. Espere cierta inquietud, sucesos imprevistos y cambios de rumbo súbitos. El aluvión de información puede confundir y desbordar. Asegúrese de trazar límites claros y examine con cuidado qué pensamientos permite que echen raíz en su mente.
Marte alcanza el último grado de Sagitario el 14 de diciembre. Antes de su paso a Capricornio el 15 de diciembre, forma una cuadratura con Neptuno. Esto señala momentos de desorientación y falta de energía. Dese un respiro. Una vez que Marte entre en Capricornio, volverán la determinación y la disciplina. La cuadratura entre el Sol y Saturno el 17 de diciembre también le llama a asumir responsabilidades y a dedicarse a objetivos realistas.
La Luna Nueva en Sagitario el 20 de diciembre le inspira a buscar sentido y una renovación interior. Sin embargo, los días alrededor del solsticio del 21 de diciembre son tensos. El Sol y Venus forman cuadraturas con Saturno y Neptuno, mientras Júpiter forma una cuadratura con Quirón. Las expectativas no satisfechas y los ideales poco realistas pueden ahora llevar a amargas decepciones. Este periodo le invita a poner a prueba sus sueños y a hacerse responsable de su propia felicidad.
Con la entrada del Sol en Capricornio, el foco se desplaza hacia la claridad, la acción estructurada y la ejecución concreta. En esta fase exigente en lo emocional, la verdadera humildad, es decir, la disposición a aceptar sus propias limitaciones con dignidad, puede convertirse en una fuente de poder creativo y satisfacción.
Venus entra en Capricornio el 24 de diciembre y, al cambiar de signo, forma una cuadratura con Neptuno. Un anhelo profundo de redención y un deseo igualmente profundo de estabilidad en las relaciones pueden conducir a una experiencia trascendente o tentarle con ilusiones románticas. Ambas cosas resuenan con fuerza con el simbolismo de la Navidad. Hay buenas posibilidades de una celebración festiva con una conexión tangible y profunda con el antiguo mito del nacimiento de la Luz en la Tierra.
El trígono entre Mercurio y Quirón el 28 de diciembre favorece el diálogo sanador, mientras que la cuadratura de Mercurio con Saturno el 30 de diciembre le recuerda elegir bien sus palabras y asumir la responsabilidad de lo que dice.
Fuentes:
www.astro.com











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