Enseñanzas de Morfeo de Géa
ROMPIENDO LOS ESQUEMAS
Domingo, 27 de marzo de 2011 – Morfeo de Géa – Web: DDLA
Cuando se habla de manipulación solemos pensar que está dirigida a solo una serie de acontecimientos o determinados sucesos específicos, que el resto de la vida sigue normal y excluida de tal influencia, y que nosotros podemos ver desde la otra vereda como les afecta a otros, mientras caminamos a salvo de sus garras protegidos por nuestro supuesto conocimiento de su existencia. El problema de esta idea radica en el falso concepto de la realidad. Como ya expliqué anteriormente, cuando hablo de ilusión de la realidad, me refiero literalmente a eso, “ilusión”, “ilusorio”, “no real”, “falso”, y todos los sinónimos que se les puedan ocurrir. Lo cierto es que nada está exento de ella a tal punto que es como si formáramos parte de un “Gran Hermano” o de un “The Truman Show ” inmenso.
Todo es falso: la justicia, la democracia, el capitalismo, el comunismo, el imperialismo y todos los demás “ismos”, las religiones, los gobiernos, las monarquías, las dictaduras, la salud, la ciencia, la educación, el dinero, las finanzas, la moda, lo que está bien, lo que está mal. Todo absolutamente todo forma parte de la ilusión de la realidad y, por consiguiente, es manipulable. La sociedad íntegra es una gran puesta en escena, una parodia ridícula en la cual nosotros seguimos participando, una y otra vez, intentando conseguir el mejor papel del reparto, mientras detrás de bambalinas, los productores y directores se frotan las manos mientras se ríen de nuestra grotesca y ridícula inocencia.
Seguimos utilizando sus bancos, pagando sus hipotecas, comprando sus productos, viendo sus programas, creyendo sus palabras, siguiendo sus ideas, investigando su ciencia, profesando sus religiones, luchando sus guerras, entreteniéndonos con sus tonterías, y viviendo sus vidas.
El tiempo se acorta, y dicen que la cosecha se acerca, ¿quiénes y qué van a cosechar?, ¿acaso somos el producto manufacturado final, o sólo el desecho de la producción?
Es hora de reaccionar, de romper los esquemas, y atrevernos a dejar de ser unidades de carbono dependientes, para pasar a ser verdaderamente Humanos, dueños de nosotros y de nuestra realidad, para ser artífices y creadores de nuestras vidas, y dejar de vivir en sueños que ni si quiera son nuestros, y poder gritar al final desde el fondo de nuestro Ser…. ¡LIBERTAD, LIBERTAD, AL FIN LIBERTAD!
Esto que acaban de leer, esto que los movilizó por dentro, con energías negativas y positivas, que produjo sentimientos encontrados, rechazos y aprobaciones, que los hizo pensar, dudar, querer actuar, se llama “choque”. El choque se produce cuando una realidad es expuesta abruptamente, sin filtro alguno; rompe los esquemas de pensamiento y permite, digamos, “saltar” a la fase siguiente, evitando así la recurrencia de acción y permitiendo liberar la tercera energía que equilibra y amortigua las energías del choque. Como verán, no toda energía negativa es mala, sólo hay que transmutarla y aprovechar la energía equilibrante para activar y poner en funcionamiento, digamos, los “sentidos cuánticos” de la unidad de carbono humano. Espero que hayan sabido interpretar esta inusual forma de transmisión de información, si acaso no lo logré disculpen ustedes el intento».
EL ÁRBOL DE LA VIDA
Martes, 29 de marzo de 2011. Morfeo de Gea. Web: DDLA
«En el artículo “La conciencia genética” hablé del árbol de la vida. Creo necesario ampliar esa información para evitar posibles malas interpretaciones. Primero, me gustaría aclarar el concepto de Ser, tomen al Ser como la esencia de vida, la parte eterna de ustedes. El Ser forma parte de la creación misma: es eterno por naturaleza, es adimensional y atemporal, es el punto en el centro del círculo y forma parte del todo, es energía consciente de sí misma.
El Ser no tiene nada que ver con el espíritu y el alma que hablan las religiones, estos son sólo cuerpos de enlace entre, digamos, dimensiones. El Ser es lo real, y el cuerpo físico lo ilusorio. El Ser no se encuentra en el cuerpo y el espíritu es su enlace con la materia, a través del centro espiritual. Por otra parte, el alma es el enlace del espíritu con la personalidad o “yo”, a través del centro emocional, y aquí radica el primer problema porque, como recordarán, el centro espiritual tendría que tomar su programación inicial de la conciencia genética. Pero, como tenemos el acceso denegado, la toma del centro emocional, produciendo por un lado la mala programación inicial del centro espiritual y, por otro, el enlace “Ser-materia-yo” , es defectuosa por naturaleza.
Cuando en el artículo “La conciencia genética” hablo de continuidad, no me refiero a eternidad o vida eterna. La idea de eternidad es también una interpretación tridimensional, de un concepto adimensional, pues digamos que forma parte del código fuente de la misma creación. Por consiguiente, al formar parte nuestro Ser de la creación, es eterno por naturaleza. Cualquiera que diga lo contrario se equivoca, incluidas las religiones. Por otra parte, nuestra personalidad o “yo” es finita, como todo ser viviente tridimensional. La unidad de carbono humano hoy es Pedro, ayer fue José, y mañana será Laura, porque al no tener acceso a la conciencia genética no tiene continuidad como Ser. El acceso a la conciencia genética también le da acceso al recuerdo de quien fue, es y será, y la posibilidad de saber que él es el Ser, y que Pedro, José y Laura son sólo envases tridimensionales, unidades de carbono programables y descartables. Ese es el elixir de la vida eterna buscado por los alquimistas, el fruto del árbol de la vida, con el cual se puede encontrar la piedra filosofal. De ella hablaré en otro momento y, entonces, como digo, habremos vencido a la muerte. Porque el Ser no nace ni muere. El Ser no reencarna, el Ser sólo existe.
También dije en el artículo “explicando las dimensiones” que el tiempo es como percibimos el movimiento perpendicular de un cuerpo en la dimensión inmediata superior, ese movimiento perpendicular de nuestro cuerpo son nuestras distintas vidas. Al tener acceso al árbol de la vida, también saltamos a la cuarta dimensión, porque ya no las percibiríamos como tiempo separado, sino como continuidad. También hay una manifestación física colateral al acceder al árbol de la vida, y es la extensión del tiempo de vida, por la activación de lo que la ciencia llama “basura genética”, que es el 95% del genoma humano. Por eso la búsqueda del elixir de la vida y la piedra filosofal, pero eso es otra historia. Los amos, al tener acceso al árbol de la vida, no sólo tienen conciencia de su Ser, sino que también su tiempo de vida física es notablemente superior. Nosotros —unidades de carbono— no tenemos esa posibilidad, y para ellos esto es una ventaja, la misma que tenemos con relación a un insecto cuya vida media sea de unos pocos día. Pero, a diferencia de este ejemplo, fuimos hechos a “imagen y semejanza”, y por tanto somos una imagen genética que contiene sus mismos atributos, los cuales podemos llegar a activar y utilizar. Cristo dijo, “dioses sois” y tenía razón».
LA UNIDAD DE CARBONO
Miércoles, 11 de mayo de 2011 – Morfeo de Géa. Web DDLA
«He hablado reiteradas veces de la unidad de carbono humano, pero nunca en detalle. Hoy trataré de describir y resumir sus principales atributos y componentes para así entender su funcionamiento general y poder más adelante describir detalles en lo particular. Lo que voy a exponer a continuación son —en su mayoría— conceptos en forma metafórica, cuya interpretación depende exclusivamente de la capacidad de procesamiento que ustedes logren adquirir con el tiempo. No pretendo que cambien su idea del hombre, sólo que piensen de forma transversal a lo habitualmente acostumbrado.
Si bien todas las unidades de carbono “nacen” genéticamente idénticas en cuanto a su composición anatómica, su estructura mental no depende exclusivamente de su genética. La base general está dada por los veintitrés (23) pares de cromosomas del ADN, pero la estructura final la define su lugar espacial en el universo. ¿Qué quiero decir con esto? que si dos hermanos mellizos (fulano y mengano) nacen en el mismo tiempo tridimensional, supongamos hoy a las 18:00, no tienen por qué trabajar mentalmente igual, debido a que su ubicación espacial en el universo de donde proviene su Ser es completamente diferente. Si tomamos sólo la ubicación tridimensional en el espacio —y tenga en cuenta que el Ser es adimensional— la diferencia puede ser enorme. Piense que la velocidad de traslación de la tierra es de ciento seis mil kilómetros por hora (106.000 km/h), así que unos pocos minutos de diferencia entre los dos nacimientos hacen una distancia considerable, y a eso hay que sumarle la velocidad de desplazamiento del sistema solar y la galaxia.
Como dije anteriormente, tanto el espíritu como el alma son cuerpos de enlace: todos los seres vivientes tienen alma, pero no todos tienen espíritu, y este está directamente relacionado con la consciencia del ser. El espíritu se forma y se otorga por derecho divino, mientras que el alma se obtiene por derecho de vida. No todas las unidades de carbono disponen de espíritu, algunas son máquinas autómatas y peligrosas porque al no tener el cuerpo de enlace con el Ser, tampoco disponen del centro espiritual y emocional necesario. Todo lo procesan con el centro instintivo, motor e intelectual, y su grado de peligrosidad lo da el mayor o menor grado de procesamiento de información del centro intelectual: a mayor trabajo interior, menor peligrosidad. Todas las unidades de carbono se alimentan de aire, comida e impresiones, de lo cual obtienen la energía para su funcionamiento, sin embargo no todas procesan igual esta energía. Cierta parte de la capacidad de procesamiento depende de la generación (lugar espacial de procedencia) del Ser, pero todas tienen la posibilidad de mejorar dicha capacidad. Como ejemplo tomemos la familia de procesadores Intel (386, 486, Pentium I, II, III, IV, Core i3, i5, i7, etc.) todos procesan, pero mejora su capacidad según avanza la generación.
La unidad de carbono no es pura, porque fue manipulada genética y energéticamente tiempo después de iniciada la octava descendente de su línea de creación. Existe sin embargo una línea de unidades de carbono pura, genéticamente diferente a la mayoría. Éstas son conocidas vulgarmente como “líneas de sangre” y corresponden a unidades que fueron dejadas digamos, “originales”, por varios motivos que no explicaré en este momento. Todas las unidades de carbono tienen los sentidos cuánticos (WiFi, GPS, bluetooth) desactivados y todas disponen de un código individual de identificación (resonancia cuántica), equivalente al IMEI de los teléfonos celulares. Éste código tiene que ver con su estado original y particular de vibración energética; usted puede subir o bajar su estado general, pero no el particular, de la misma manera que usted puede cambiar el número de teléfono con el que se conecta pero no el aparato en sí, porque el aparato es usted mismo; su ADN contiene una frecuencia personal correspondiente a su serie y modelo. La edad cronológica de la unidad de carbono no hace ninguna diferencia evolutiva o temporal, la diferencia la da el Ser. Si bien este no tiene edad cronológica, tiene edad espacial, pero no podemos saberla por no tener completo acceso a la consciencia genética, que no es lo mismo que la consciencia del Ser. Por último, la consciencia de la unidad de carbono es perecedera, mientras que la consciencia del Ser no.
Este pequeño resumen no refleja la totalidad de la materia tratada pero ayuda a comprender un poco más a que me refiero cuando hablo de unidad de carbono humano. Esta está continuamente manipulada por influencias externas e internas y solo logrará deshacerse de ellas cuando pase a ser “Humano”, mientras tanto esto se logre, el conocer qué somos y no engañarnos con sueños de ovejas, hace una gran diferencia a la hora de actuar y elegir entre miedo y amor, porque solo la energía cuántica pura del AMOR logrará el paso de máquina a “Ser Humano”.
EL PRIMER ACTO CONSCIENTE
Viernes, 13 de mayo de 2011 – Morfeo de Géa. Web DDLA
«Cuando uno busca la verdad, luego de mucho andar, se da cuenta que la verdad no está fuera sino dentro de uno. Es entonces cuando comienza un camino muy particular cuyo inicio y fin es uno mismo. Y lo llamo “el camino de la cinta de moebius”, pues uno recorre simultáneamente dos universos o realidades que se unen en uno solo, el exterior y el interior, la realidad subjetiva y la realidad general.
En ese universo particular la consciencia va tomando forma y expandiéndose poco a poco acercándose al Ser, que se encuentra en ese punto de quietud en el centro de la esfera de consciencia, esperando ser encontrado nuevamente. Cuando es hallado tan solo por uno de los infinitos puntos de consciencia de la esfera, el primer acto consciente se manifiesta y ya nada es igual a lo que era. Ese acto consciente es el que define todos los actos posteriores, porque es el primer acto que no fue decidido por el ego, es el primer acto decidido por el Ser, y su pequeñez refleja su grandeza ante el universo.
El primer acto consciente es un acto de amor desinteresado, cuya energía atrae la atención de todos los demás puntos, que se preguntan ¿Qué pasa aquí? En ese momento la esfera de consciencia todavía no está aún revertida, pero más y más puntos se van uniendo a la cruzada iniciada por aquel primer punto, queriendo sentir y compartir esa energía sanadora. En el momento en que el primer acto consciente se produce, comienza a manifestarse el espíritu; su formación está en proceso desde el momento en que se inicia el camino de la búsqueda de la verdad, sin él no se podría llegar a encontrar al Ser, pues es él el cuerpo de enlace, la brújula que guía en las aguas de la ignorancia el camino hacia su encuentro.
Cuando el espíritu se manifiesta, el Ser habla, pues se ha callado todo sonido del ego. Es entonces cuando la verdad comienza a surgir, cuando el velo de la ilusión se rasga, cuando nadie más puede engañarlo, pues el Ser está al mando, cuando mirando a los ojos a alguien sabe realmente quien es, cuando las palabras justas salen de su boca en el momento apropiado, cuando puede discernir correctamente entre los opuestos, cuando sabe cosas que nadie le enseñó, cuando comienza a ser “Humano”. Ese primer acto consciente consiste simplemente en “perdonarse” a uno mismo. El perdón divino, el acto de amor más pequeño y más grande a la vez.
“Yo me perdono de toda culpa, de todos mis errores y sufrimientos, porque no fui consciente de mí mismo hasta este momento”.
Este perdón es la extremaunción del ego y el bautismo del Ser, es lo que ocultaron por siglos las religiones escondido entre los misterios, porque desde el momento que ocurre, usted no acepta ninguna institución o representante como intermediario, porque usted es dios manifestándose. Claro está que es sólo un bebé llorando, todavía no sabe pedir ni hacer, pero ya sabe que “es” más que una simple y manipulable unidad de carbono, porque ahora tiene acceso a la “consciencia del Ser”, que lo guiará por aguas calmas hacia el puerto seguro de la verdad. Nunca más estará solo, aunque esté solo, porque el Ser atrae al Ser y la soledad es terreno del ego, y desde ese momento el programa ego deja de funcionar como funcionaba y comienza a responder a la consciencia del Ser.
El primer acto consciente no es voluntad del ego, es manifestación del Ser, y sólo sucede cuando se accede a él, y su expresión es inconfundible, pues su energía es procesada sólo y exclusivamente por el centro espiritual, y su producto final es otra energía: el amor. A partir de entonces tienen la materia prima para obtener el código de activación de los sentidos cuánticos, y su camino hacia la libertad ya marcado para siempre con el ADN de la creación, la consciencia del Ser, quedando únicamente la tarea de recorrerlo».
Nota del Administrador:
Fin del curso intensivo y comienzo del estudio, asimilación e integración de la información, para que no tengan que volver a repetir las clases de neófitos en una octava recurrente de un eterno día de la marmota. Mi trabajo termina cuando el suyo comienza. No desperdicie esta nueva oportunidad y su existencia misma.
Fuente: El Diestro. 16 de febrero de 2023. Siga la serie hacia atrás. No tiene desperdicio. Gracias.
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