Enfoque Simonton contra el cáncer
Carl Simonton está reconocido en el mundo entero como líder del movimiento holístico de la salud. El abordaje completo por él adoptado en la lucha contra el cáncer combina el tratamiento médico tradicional con el tratamiento psicológico para crear un ambiente más favorable, tanto interior como exteriormente, para lograr la recuperación del paciente. Ha trabajado en los hospitales y escuelas de medicina más importante de los EE. UU. y de varios países en el mundo, ayudando a crear el mismo tipo de programas de asesoramiento al enfermo canceroso que existe en su clínica de Texas. Es considerado actualmente el más importante profesional en el área de tratamiento de causas psicológicas del cáncer.
Centro Inicial en California: http://www.simontoncenter.com/
Esperanza v. desesperanza
Tras cursar la carrera de médico, –superada su primera enfermedad en la piel-, Simonton comprendió qué ocurre con ese mal llamado cáncer, desde los episodios celulares. Y, al poco tiempo, arribó a otra conclusión: «Mis pacientes tienen desesperanza«, afirmó, señalando a esta cuestión como crucial para un cambio de observación.
Así resolvió investigar y aplicar algo más sencillo, poco ortodoxo y, en todo caso, un elemento con escaso predicamento en el establishment científico hasta ese momento: el poder de la imaginación.
«Cuando cambiamos nuestras creencias conscientes y actitudes, cambia la química básica en nuestros órganos», planteó, para seguidamente interrogarse si eso alcanza para torcer el curso de una enfermedad.
Su primer paciente tratado, según el nuevo modelo de comprensión etiológica, padecía de cáncer en la garganta. Con la incorporación de técnicas de visualización, Simonton tuvo éxito. Para el anecdotario personal y habiendo transcurrido varias décadas, todavía recuerda las palabras de aquel paciente: «Doc, aunque usted se muera ahora mismo, yo me curo».
Según Simonton, la Sociedad Americana de Cáncer (en Estados Unidos) encomendó a un especialista que demostrara «la falsedad» de sus investigaciones. Pero no sólo logró confirmar el trabajo realizado, sino que ese seguimiento de control terminó por concluir, además, en otros aspectos que Simonton ponderó: «Nuestros cuerpos están produciendo células débiles, confundidas y deformadas. Las creencias y emociones enfermas empujan a nuestros cuerpos hacia el sufrimiento».
Puso como ejemplos de lo dicho frases conocidas, como “yo no puedo”, “no he sido ni podré ser feliz” o “no aguanto más”. Y sintetizó su experiencia de estudios sobre la relación salud-enfermedad expresando que «es aburrido contar cómo una persona se enferma. El proceso de curación, por el contrario, resulta más creativo».
Simonton trata también los aspectos espirituales de la enfermedad. Señaló que en la enfermedad se encuentran debilitados los nexos con los principios que avalan la fuerza motriz de la existencia, afectados por creencias y actitudes negativos.
«Se disipa el sentido de por qué estamos en el planeta. Perdemos espiritualidad. Aprendamos entonces a conectarnos con el Yo, no como idea de ego o personalidad sino como lo más trascendente, con las fuerzas de la creación. Estar sano es caminar hacia la salud en lo corporal, lo mental y lo espiritual. Para ello tenemos que estar motivados. Esas fuerzas se comunican a través del sentimiento y de la sensación de que todo está bien. Las Escrituras no prometen nada ante la simple demanda, sólo dicen ‘busca y hallarás’. Cuando la ayuda no llega, actuemos«.
El significado de la enfermedad
Según Simonton, «la enfermedad es un mecanismo de supervivencia que está apuntando que algo anda mal y debe cambiar«. Y puede llegar a un feedback negativo, como la muerte, mientras que la salud se traduce en un feedback positivo. Sin embargo, aclaró que lo que enferma a algunas personas, a otras no les produce nada, del mismo modo que lo que cura a unos, a otros no les provoca efecto. «Aprendamos a tomar decisiones, a hallar la armonía y dar al César lo que es del César«, sentenció.
Simonton aportó datos presentados en dos conferencias internacionales sobre psiconeuroinmunología y cáncer. Confeccionó una lista con el fin de asesorar a quienes forman el entorno del paciente con cáncer, incluyendo principios extensivos a las enfermedades en general. Junto con él, medio centenar de científicos de distintas partes del planeta acordaron sobre el interés primordial de «integrar lo espiritual en la vida cotidiana«.
En esa lista se mencionan los siguientes puntos: Enfoque hacia la calidad de vida y no hacia la enfermedad del paciente; terapia suave, tierna; el tratamiento debe encender el poder interno del paciente, utilizando la tecnología, sin idolatrarla; llegada a los niveles más profundos, creativos y espirituales de las visualizaciones; enseñanza formal de la relajación; ayuda al paciente para que encuentre la significación de su enfermedad.
«Existen dos factores que pueden fomentar el desarrollo de células cancerosas: los agentes carcinógenos, que todos conocemos, y las causas emocionales, subestimadas por la cultura occidental. Lo interesante es que esta información no es nueva. El hombre sabe hace tiempo ya que la mente y las emociones pueden estar relacionadas con el cáncer. Sin embargo, estos factores no se someten fácilmente a frías estadísticas, no acceden a prolijos protocolos de investigación, que es una de las premisas para que ello sea científicamente aceptado».
Simonton se formó como oncólogo radioterapeuta y siempre ha dicho que lo importante es saber aprovechar lo mejor de todas las formas de tratamiento y aplicadas de forma humanitaria. «Estamos volviendo a lo que se hacía antes en medicina, la atención personalizada, que se ha perdido. Trabajo para la reinclusión del factor emocional en la medicina«.
«Somos seres humanos y por lo tanto es necesario que hagamos las paces con el hecho innegable de que no somos eternos. Así tendremos dos herramientas poderosas: la creencia de que la curación es posible y que, si tenemos que morir, está todo bien«.
Como expresó Kipling: «vivir el minuto con la intensidad necesaria de los sesenta segundos de la instancia final». Estar compenetrados en cada instante con «lo esencial», sabiendo que eso atañe a nuestra trascendencia.
Más información en: www.simontoncenter.com
https://alivia.es/noticias/terapia-simontoniana-en-el-tratamiento-del-cancer/
Sanar Es Un Viaje. Dr. O. Carl Simonton Reid M.
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