Tragedia deliberada en Valencia.

¿Homicidio imprudente? Omisión del deber de socorro ¿Prevaricación?  Traición ¿Alevosía?  Ritual satánico

Tragedia deliberada es el título de un documento informativo sobre la catástrofe producida en Valencia la última semana de octubre de 2024.

El contenido de ese vídeo es una entrevista que el coronel retirado, Pedro Baños, realiza a Pilar Esquinas, abogada experta en derecho del agua, y a su marido, José Manuel Sanz, sociólogo. Ambos han creado Aguaiuris, una organización de usuarios y consumidores  que defiende los derechos históricos del uso del agua en España.

La entrevista es extensa e intensa; dos horas y media de vídeo con una prolija explicación  de causas inmediatas, antecedentes, datos, circunstancias coadyuvantes, testigos y declaraciones. Todo ello para concluir que los responsables últimos de la tragedia tienen nombres, apellidos y se encuentran en sedes institucionales.

Junto a muchos testigos presenciales, tras su investigación a pie de terreno, rotundamente afirman, y desde este medio informativo nos sumamos a ese clamor, que la catástrofe ni ha sido natural ni se debe al cambio climático, como relata, a modo de mantra cansino,  todo el coro mediático difusor del discurso oficial.  La manipulación del clima por parte de quienes tienen el poder y los medios, sumada a la inacción previa y a la omisión de socorro posterior es lo que ha provocado este asesinato masivo en Valencia.

No. El cambio climático no mata. Al menos, en esta ocasión. Mata la manipulación del clima, de la naturaleza y de la lluvia por manos funcionarias que obedecen órdenes políticas, estatales y gubernamentales. Por supuesto, todo presuntamente. En estos casos tan habituales ya en nuestro acontecer histórico todo es presunto, mientras no se demuestre lo contrario, a excepción de la muerte, la destrucción y la desolación que campan por doquier.

El caso es que, una vez más, y van muchas en este siglo XXI; nos encontramos (¿presuntamente?) ante un atentando de falsa bandera, orquestado contra un pueblo indefenso desde el estado profundo. Aunque en esta ocasión, sin lugar a dudas, asistimos al genocidio de mayores y más graves consecuencias provocado en las últimas dos décadas. No sólo por las inconmensurables pérdidas materiales y medioambientales, si no, y sobre todo, por el incontable número de víctimas. Hablamos de más de un millón de seres humanos distribuidos en más de un centenar de núcleos de población de seis comunidades autónomas, aunque las cifras oficiales las están ocultando desde el minuto uno del siniestro. 

Un dato nada desdeñable: este atentado ha afectado mayoritariamente a zonas obreras e industriales de la periferia de Valencia, así como a zonas rurales y población diseminada. 

El desencadenante inmediato

Partiendo de datos oficiales, testigos presenciales y pruebas gráficas obtenidas sobre el terreno, la investigación de Aguaiuris concluye que el desencadenante inmediato que precipitó la catástrofe  el día 29 de octubre de 2024 fue la apertura de, al menos, cuatro presas ríos y montañas arriba del lugar donde, finalmente, un  sutnami de agua, lodo y materia vegetal (un ejército de cañas y barro) acabó con vidas y hogares, infraestructuras, campos de cultivo, industrias, comercios y vehículos. Y todo ello SIN AVISAR. Sin que las víctimas tuvieran en algún momento conocimiento de lo que se les venía encima. Sin darles opción a la salvaguarda y a  la defensa propia.

A este destrozo sin precedentes, añadieron los últimos responsables la omisión de socorro por todos los medios disponibles en el Estado en las primeras 48 horas posteriores al  siniestro. Y, en los días, semanas y meses previos, un sin fin de normas y actuaciones contra natura y sin sentido provocaron el cóctel molotov perfecto. En un escenario preparado durante años, sólo tenía que llover más de lo habitual en esa época y en aquel territorio, donde todos los otoños afecta la gota fría, para prender la mecha de la ola que ha arrasado la huerta histórica de Europa.

En una segunda entrada, presentaremos las pruebas que acreditan la manipulación atmosférica causante de la concentración e intensidad de lluvias en la zona desde el 25 hasta el 29 de octubre.  Y, en sucesivas crónicas, el contenido simbólico de las fechas en las que se provocó el evento, así como el por qué y para qué. Conocer el objetivo aporta sentido a este sin sentido. 

Aquí y ahora, lo que queda sobradamente probado es cómo la prohibición previa de limpiar barrancos y cauces secos, unido al derribo en los últimos años de todo tipo de infraestructuras hidráulicas contenedoras de riadas y avalanchas de agua, y al desembalse final de, al menos, 4 presas sin previo aviso a la población, en plena gota fría, provocó la catástrofe en la tarde-noche del 29 de octubre.

Apertura de presas SIN AVISAR en plena gota fría

La entonces vicepresidenta tercera y ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera, responsable directa de la gestión de las presas y de las actuaciones gubernamentales llevadas a cabo el día de los hechos, presentó el miércoles, 20 de noviembre, en el Congreso un detallado informe sobre la cronología de los acontecimientos en el que reconoce dos puntos esenciales:

1.- “La Aemet informa por primera vez el jueves 24 de octubre sobre la existencia de la dana. Vuelve a avisar los días 25 y 26”.

2.- A las 15:52 del día 29, “la Confederación notifica por email a Protección Civil la declaración de escenario 1 en relación con la presa de Forata y a las 18:05, la del escenario dos, un escenario excepcional en el que existe peligro de rotura o de avería grave de la presa”.

1.- Por tanto, la máxima responsable gubernamental confirma que desde el 24 de octubre, 5 días antes, todos los obligados a salvaguardar vidas y haciendas que pudieran ser afectadas conocían el riesgo y podían haber establecido todas las medidas preventivas recogidas en los planes de emergencias para paliar los daños que sabían todos que, en menor o mayor medida, se iban a producir. Por el contrario, todos se encontraban fuera de sus sedes institucionales o, incluso, fuera del país en el momento de la debacle. Es decir, todos se quitaron del medio (¿presuntamente?).

2.- Por tanto, la máxima responsable gubernamental ha confirmado en sede parlamentaria  que esperó hasta las 18:05 del martes, 29 de octubre, para declarar el escenario dos en la presa de Forata, momento en que, según la norma técnica de seguridad de las presas, “no puede asegurarse con certeza que la situación pueda ser controlada mediante la aplicación de las medidas y los medios disponibles”.

A esa hora, ya se había desencadenado el sutnami provocado por las medidas correctoras que la Confederación había notificado a Protección Civil una hora y 13 minutos  antes (15:52).  El escenario 1 implica laAPLICACIÓN DE MEDIDAS CORRECTORAS: Se han producido acontecimientos que de no aplicarse medidas de corrección técnica, de explotación, desembalse, etc., podrían ocasionar peligro de avería grave o de rotura de la presa”.

NORMA TÉCNICA DE SEGURIDAD para la CLASIFICACIÓN de las presas y para la elaboración e implantación de los PLANES DE EMERGENCIA de presas y embalses Anexo I Real Decreto 264/2021, de 13 de abril

Por tanto, expresamente, Teresa Ribera reconoció en el Congreso que se abrió la presa de Forata sin previo aviso. Los alcaldes que han denunciado este hecho desde el primer día están diciendo la verdad. Cuando llegó el aviso era demasiado tarde. Ya flotaban los cuerpos barrancos abajo entre la avalancha de agua, lodo, cañas, árboles, hormigón y miles de enseres arrancados a su paso.  

Sin embargo, Teresa Ribera nada informó sobre la situación y desembalse de, al menos, tres  presas más ubicadas ríos y montañas arriba, que también se abrieron, según datos de la Confederación Hidrográfica del Júcar  (borrados de su página web posteriormente).  Por las imágenes captadas, el día  29 de octubre, la Confederación soltó más de 9 mil millones de litros, aunque las presas no estaban ni al 50 por ciento de su capacidad. Testigos presenciales también acreditan este hecho.

Como explica la abogada experta en derecho de agua, Pilar Esquinas, todas las presas y ríos de la zona están interconectadas por una red de tuberías, canales y acequias de tal manera que, si sueltas agua ríos o presas arriba, al final, va a terminar llegando al mismo punto por abajo, a su desembocadura al mar.

Y eso es lo que ocurrió” -afirma-. “Se abrieron compuertas en Forata, como se ha reconocido oficialmente por la máxima responsable gubernamental, pero también se desembalsó en Buseo, Loriguilla, Benagéber y Contreras”.

Y todas estaban desaguando desde el día 25, según sus investigaciones a pie de terreno.

En días posteriores, he tenido acceso a declaraciones de testigos presenciales en los que se informa de la apertura de otras presas, así como de la audición de un sonido extraño, metálico y agudo, coincidente con los escuchados por testigos de otros eventos atmosféricos de semejante magnitud en otras latitudes. 

No obstante, desde los primeros momentos se ha intentado desacreditar la versión de la apertura descontrolada de embalses como principal causa de la tragedia, argumentando que en Forata vierte el río Magro (afluente del Júcar), al igual que en el caso de Contreras; mientras Buseo, Loriguilla y Benagéber reciben aguas del Turia.

La explicación de Pilar Esquinas hace mención al innegable efecto dominó entre cuencas que pertenecen en su totalidad a la demarcación territorial del Júcar, más aún ante una avalancha de agua como la vertida el día de la catástrofe. 

El objetivo de esta decisión para Aguaiuris está claro: “destruir toda la red de acequias y de canales que gestiona el Tribunal de las Aguas más antiguo de Europa”, para poner la zona y sus recursos naturales a disposición del Banco del Agua.

En suma, se dio la orden de abrir las presas para provocar el escenario que mejor sirve a este fin, sabiendo lo que ocasionaría; tenían la información, y no informaron, al menos correctamente. Tenían planes de emergencia tanto las presas como las administraciones y no los ejecutaron; ni antes, ni durante ni después de la catástrofe. Por tanto, existe una cadena muy larga de responsables con nombre y apellidos, y contra todos Aguaiuris ha interpuesto la correspondiente denuncia. 

Siguiendo los pasos de Aguaiuris, realizamos a continuación un recorrido por la infraestructura hidrográfica a través de la cual se llevó a cabo este atentado.

Confederación Hidrográfica del Júcar

La Confederación hidrográfica del Júcar gestiona 304 masas de agua, de las cuales 257 corresponden a ríos naturales, 43 son masas de agua muy modificadas y las 4 restantes son artificiales. Se creó en 1934 para regular las redes hidrológicas de una demarcación en la que el Júcar es el río principal. Pero, en 1942 su demarcación se amplió hasta abarcar todo el ámbito territorial comprendido entre los ríos Ebro y el Segura.

El Real Decreto 650/1987, de 8 de mayo, define los límites de esta confederación al territorio de todas las cuencas hidrográficas que viertan sus aguas al mar Mediterráneo,  entre la desembocadura de los ríos Segura y Cenia, incluyendo también este último y la cuenca endorreica de Pozohondo (Albacete). Dichas cuencas comprenden territorios de las provincias de Alicante, Albacete, Castellón, Cuenca, Murcia, Teruel Tarragona y Valencia. 

La Demarcación Hidrográfica del Júcar (DHJ), asimismo,  limita con las del Ebro y Segura al norte y sur, respectivamente, y del Tajo, Guadiana y Guadalquivir al oeste. La superficie total del territorio de la demarcación es de 42.735 km2.

El río Júcar

El río Júcar nace a 1.700 metros sobre el nivel del mar, en la provincia de Cuenca, comunidad autónoma de Castilla-La Mancha. Con una longitud de 498 km,  tras discurrir también por la provincia de Albacete antes de llegar a Valencia, desemboca en el mar Mediterráneo a la altura Cullera.

Su cuenca hidrográfica abarca una superficie de más de 21.000 km², siendo el segundo río más importante de la Comunidad Valenciana y el principal abastecedor de agua de la ciudad de Valencia. Su cuenca hidrográfica es compartida por cinco comunidades autónomas y también recoge aguas de las sierras de Albarracín y de Gúdar, a través de los ríos Guadalaviar y Alfambra, respectivamente.

Los últimos tramos del curso encajado entre montañas facilitan la alimentación subterránea de algunos manantiales artesianos («ojos» del río Verde, antiguo canal de la Reva). También el Canal Júcar-Turia sale artificialmente en forma subterránea desde el embalse de Tous para aflorar a un kilómetro al norte de la nueva población de Tous, desde donde se dirige hacia el noreste, para regar una buena parte de la Ribera Alta y de la Huerta Sur de Valencia.

Esta zona es su llanura aluvial, de gran importancia económica, debido a la agricultura, siendo la zona más densamente poblada de su curso. La planicie está formada por los aportes tanto del mismo Júcar como de sus afluentes Magro y Albaida. En el curso bajo se encuentran algunas ciudades importantes, como es el caso de Carcagente, Alcira, Algemesí, Sueca y Cullera.

El curso bajo del Júcar es zona naranjera por excelencia y también arrocera, aunque ya en la Ribera Baja, a lo largo de las acequias que, saliendo del propio río, van a desembocar en la Albufera.

El Júcar también cuenta con una gran importancia económica, histórica, social y cultural. A lo largo de su recorrido se encuentran numerosos pueblos y ciudades que han aprovechado su caudal para el riego de cultivos, el abastecimiento  y la generación de energía hidroeléctrica. Además, en su desembocadura se encuentra el Parque Natural de la Albufera, un espacio protegido de gran valor ecológico.

La gestión adecuada de estos recursos es fundamental para garantizar la sostenibilidad del territorio y la calidad de vida de sus habitantes. Otra clave muy a tener en cuenta en este enorme entramado. 

https://atona.es/viajes/cuantos-afluentes-tiene-el-rio-jucar/

El origen de la catástrofe

No obstante, como ha aclarado Pilar Esquinas y otros investigadores desplazados a la zona (Canal Saliendo de la caverna,  Aventuria, etc) el origen de la catástrofe ni siquiera se sitúa en la provincia de Valencia, sino ríos y montañas arriba. Para demostrarlo, sólo hemos tenido que unir las descripciones de wikipedia con la investigación de Aguaiuris y los muchos vídeos publicados en redes por vecinos y voluntarios que han seguido, cauces arriba, la senda de la inundación.

Magro arriba

El río Magro es un afluente del río Júcar por su margen izquierda. Recorre una distancia de aproximadamente 126 kilómetros, extendiéndose su cuenca unos 1543,7 km² entre las comarcas de la Plan de Utiel, donde encontramos su nacimiento, la Hoya de Buñol y la Ribera Alta, donde desemboca en el Júcar cerca de Algemesí, por lo que es conocido también como la Rambla de Algemesí. El alcalde de Algemesí, José Javier Sanchis, fue el primero en dar la voz de alarma respecto al motivo de la tremenda inundación. Y mantiene su denuncia un mes después.

«Intentemos mantener la serenidad. Entiendo que son momentos de rabia, de desolación. Nos hemos sentido muy solos. Quiero dejarlo muy claro. No podemos evitar ni ocultar el hecho de que no es cuestión de buscar responsables. Esto ha sido una calamidad. La lluvia no se puede controlar y que se desbordase el río no se podía haber evitado. 

Pero aquí nadie nos avisó de que se iba a liberar agua del pantano de Forata, y que iban a incrementar los caudales. Quiero dejarlo claro. Aquí nadie nos avisó. Y el ayuntamiento de Algemesí, con una alerta amarilla de la AEMET, con una posible DANA, convocó a su plan municipal de emergencias el domingo a las 11 de la mañana porque la previsión era de lluvias torrenciales. Algemesí es una ciudad que, habitualmente, con lluvias intensas acumula agua en sus calles, porque es muy llana. El alcantarillado no está preparado para absorber lluvias torrenciales. 

En previsión a unas «simples» lluvias torrenciales, con los recursos que tenemos, nos movilizamos e intentamos alertar a la población de que venían lluvias fuertes. Y estuvimos preparando esto, días antes del episodio. Evidentemente, ¿nadie podía avisar de que el río se iba a desbordar?. ¿Nadie? ¿Nadie podía habernos avisado? 

Yo recibí una llamada a medio día, diciéndome que estaban atentos al río. Que se iban a reunir y que, al acabar la reunión, me volverían a llamar. Estoy todavía esperando esa llamada.

Esa llamada fue de la Delegación de Gobierno. Y no he querido entrar hasta ahora a «echarle el muerto» a unos ni a otros. Porque todos tienen su parte que recoger. Y no voy a defender a nadie. Ni a los míos ni a los contrarios. Porque aquí nadie ha venido a defendernos a nosotros. Yo soy un simple alcalde. Aquí tenemos a simples concejales. Nuestras armas estos días han sido mi teléfono móvil, mis policías locales y mi brigada municipal. Esas han sido nuestras armas. 

No tengo UME, no tengo camiones, volquetes, palas excavadoras. Mis coches policiales se fundieron la primera noche. No tengo megafonías. No tengo esos recursos. Esto es un humilde Ayuntamiento. 

No se podía evitar que el río se desbordase. Pero sí se podía haber avisado con más antelación. 

Yo pude avisar a las cinco de la tarde porque tenía dos palmos de agua en las calles y avisé a los empresarios para que desalojasen en los polígonos industriales. Si no llegamos a avisar, no sé lo que habría pasado ni las víctimas. 

He tenido barrios aislados, falta de comunicación. Cuatro días sin teléfono. Hemos ido a pie, de punta a punta de la ciudad… porque no teníamos recursos. La UME llega al día siguiente por la noche. Y los primeros mandos y efectivos, al día siguiente del siguiente por la mañana.

Podríamos haber advertido a la población que subiese a las plantas altas. Eso sí se podría haber hecho». 

(Declaraciones emitidas en distintos medios de comunicación audiovisual en los primeros días post-catástrofe)

Algemesí sufrió una avalancha que provocó cuantiosos daños materiales, en infraestructuras y la pérdida de cuatro vecinos, entre ellos un hombre de 80 años que fue arrastrado por la ola gigante que invadió su casa. 

Distrito Tv. Ribera desbordó el Magro con 7.000 millones de litros de Forata sin aviso a la población:

https://www.youtube.com/watch?v=ZxQ1CgJ6ris

 

El papel esencial de la presa de Forata, según Wikipedia

El embalse de Forata se encuentra situado en el municipio de Yátova. Se construyó en el año 1969 en el cauce del río Magro sobre una superficie de 231 hectáreas y con una capacidad máxima de 37 hectómetros. Tiene una presa de gravedad.

Según wikipedia, donde se recopila la versión oficial de cualquier acontecimiento, éste fue el papel de la presa de Forata en la catástrofe: 

«Debido a que se encontraba solamente al 14,16 % de su capacidad, pudo amortiguar parte de los efectos de la …… de 2024. El embalse de Forata jugó un papel esencial reteniendo gran parte de las precipitaciones que cayeron entonces en la cuenca del río Magro. Aunque hubo que desembalsar parte del agua para evitar sobrepasar la capacidad de la presa, el caudal que se liberó (1000 m³/s) fue menor a la entrada de agua en el embalse (2000 m³/s). Por desgracia, esto no evitó las inundaciones río abajo debido a la intensidad de las lluvias, pero sí previno una catástrofe mayor».

«Casualmente», el argumento del Gobierno coincide con esta versión que tan rápidamente se ha publicado en Wikipedia, cuando aún no se conocen las causas reales de las inundaciones. Parece que alguien se ha curado en salud por lo que pueda concluirse más tarde. Por ejemplo, a raíz de lo descubierto por Pilar Esquinas y José Manuel Sanz en sus visitas a ésta y las demás presas que se abrieron, sin avisar, la tarde del día 29 de octubre de 2024 y que, no sólo no evitó la tragedia, sino que la provocó. 

 

 

Una ola gigante que bajaba de la montaña 

Antes de llegar a Utiel, el Magro recibe por su margen derecha al río Madre, cuyo caudal, aunque más corto, suele superar al de la Rambla de la Torre debido a los manantiales asociados a fallas tectónicas en la región. El río Madre, que nace cerca de Camporrobles y atraviesa esta área en dirección oeste-este, se une al Magro cerca de Caudete de las Fuentes, donde los manantiales aumentan su caudal. Esta confluencia, situada a unos 725 metros de altitud, se considera el inicio del curso estable del Magro, que continúa hacia el sur. Al llegar a Requena, el río cambia de dirección hacia el este, atravesando un profundo desfiladero entre las Sierras de las Cabrillas y Martés, y siguiendo su curso hacia la cuenca media.

A lo largo de todo el trayecto del Magro y sus afluentes, una ola gigante -según descripciones de testigos oculares- arrasó con todo lo que encontraba a su paso, llegando a alcanzar más de dos metros de altura, según se puede comprobar por las cañas que han quedado prendidas de los pinos y algarrobos que han quedado en pie. 

El siguiente vídeo ofrece imágenes de los efectos de la inundación en la zona de Buñol. 

 

En Yátova, río Mijares, otro afluente del Magro, vieron cómo una ola de 8 metros bajaba de la montaña. «Hubo una tormenta muy extraña la noche del domingo y lluvia intensa entre las doce y las dos del día 28. De repente, una riada descomunal se nos vino encima, que unida a la no limpieza de la ribera del río, bajo multa, durante años ….., provocó este desastre». Así lo explica una vecina que se encontraba con su caravana en lo alto de la montaña. «Lluvia natural no es, desde luego, y que viene muy bien al gobierno para vender su timo climático, también».

En La Torre de Utiel, el último municipio de Valencia, junto al barranco del río Magro, en su cabecera, el desborde destrozó casas y viñedos.  «Un mar de agua, un río gigante, bajó dirección Utiel, Algemesí y toda la huerta valenciana. Nadie avisó», han explicado varias vecinas de la localidad..

Por su parte, gracias a la investigación realizada en la zona por Aguaiuris, hemos podido ver que en el nacimiento del Río Madre, afluente del Magro, junto a una planta embotelladora de la empresa Aquaservice, se ha formado una inmensa laguna que está recogiendo mucha agua de la caída con la gota fría del pasado mes de octubre. (Vídeo Aguaiuris). ¡Qué casualidad¡ Otra. 

Río Cabriel 

La presa de Contreras recibe aguas del río Cabriel, principal afluente del Júcar. Tiene una cuenca de 4754,2 km² y un caudal anual medio de 220,82 hm³. Conocido por sus numerosas hoces y sus aguas cristalinas. 

Contreras-Mirasol, gestionada en régimen de concesión por Iberdrola, está esperando su derribo y su influencia en las riadas que han arrasado la Albufera valenciana también ha sido relevante. Hay creada una asociación denominada Valle del Cabriel que comprende 52 pueblos de Albacete, Cuenca, Teruel y Valencia, con el propósito de convertir la zona en Reserva de la Biosfera, que discurrirá a lo largo de todo el río Cabriel en sus 277 kilómetros de longitud.

https://www.elconfidencial.com/empresas/2024-08-11/iberdrola-supremo-pagar-demolicion-presa-gobierno_3940099/

Río Turia

El Turia, llamado Guadalaviar en su primer tramo hasta unirse con el Alfambra, es un río de 286 km de longitud. Nace en el entorno de los Montes Universales, en la sierra de Albarracín (Teruel). Desemboca en el Mediterráneo, después de atravesar la ciudad de Valencia.  Riega más de 12.000 hectáreas  en las comarcas del Campo de Turia y Huerta de Valencia, donde se creó el parque natural urbano más grande de España. 

Este parque natural abarca dieciséis términos municipales por donde pasa el río Turia: Pedralba, Mislata, Chirivella, Cuart de Poblet, Manises, Paterna, Ribarroja del Turia, La Eliana, Puebla de Vallbona, San Antonio de Benagéber, Benaguacil, Liria, Villamarchante y Cheste.  

Sobre lo acontecido en este trayecto hídrico durante los días de la catástrofe se cuenta por los propios protagonistas en los siguientes enlaces: 

¿Qué pasó en el río Turia?: https://youtu.be/6UkV_6tN9zo?si=g9mmaEYV7qMaHwdv

La realidad de la gota fría contada por vecinos de Torrente:  https://www.youtube.com/watch?v=LGGSd0Acc0s

Pantano de Buseo

El pantano más antiguo de la cuenca del Turia es Buseo, situado a 50 km al oeste de Valencia,  y a 2,5 km al este del pueblo de Chera, a cuyo municipio pertenece. La obra de la presa está ubicada en el curso del río Reatillo,  en una estrecha garganta de tan solo 17 metros de anchura, y situada quince kilómetros antes de su desembocadura en el río Turia. Acabada de construir en 1912, fue la más grande en la provincia hasta que se construyó Benagéber, en la cabecera de la cuenca. Este embalse es propiedad de la comunidad valenciana, que había adjudicado para obras de mantenimiento y mejora cinco millones de euros, sin que se observe a primera vista cómo y cuándo se han ejecutado, según las investigaciones de Aguaiuris. 

Esta presa se desbordó durante la gota fría a consecuencia de la gran cantidad de materia vegetal que arrastraba toda el agua caída desde las montañas durante los días previos al 29 de octubre, lo que afectó carreteras y puentes, arrancó árboles y, en última instancia,  atascó el aliviadero. Por tanto, la avalancha se precipitó rápidamente sobre el Turia. 

Todas las presas están controladas y se manejan desde la sede central de la confederación del Júcar. Todas se encontraban vaciadas días después de la riada. 

Embalse de Benagéber

En el embalse de Benagéber,  el exceso de agua no se elimina solo abriendo las compuertas. Un impresionante agujero de grandes dimensiones en el margen izquierdo  sirve de aliviadero tipo «Morning Glory», y es uno de los pocos que hay en toda España. Su construcción finalizó en el año 1955.

Este mecanismo de ingeniería hidráulica, con forma de campana invertida, ayuda a evacuar el agua en periodos de lluvias torrenciales o cuando la presa se encuentra en niveles máximos. Similar a las compuertas, el agua que se desprende por esta vía acaba abajo de la presa para ser liberada y producir así energía. Su objetivo principal es garantizar que el agua no rebasa en ningún momento la coronación de la presa. El embalse tiene una superficie de 721 hectáreas, con un volumen útil 221 hectómetros cúbicos.

https://valenciasecreta.com/morning-glory-embalse-benageber/

Por último, reseñar el embalse de Loriguilla, terminado en el año 1965, donde también se abrieron compuertas. 

«Una semana después de la catástrofe, -según ha contrastado la investigación de Pilar Esquinas y José Manuel Sanz-, la presa está prácticamente vacía y seguía soltando agua (Vídeo de Aguaiuris  10.11.24). Igual con otras presas, miles de litros de agua tirados al mar. Luego dirán que es sequía.  Pero, es que, además, a lo largo de esos cauces, en los últimos años han ido eliminado un montón de taludes que se han utilizado tradicionalmente para frenar la velocidad del agua». 

Río Segura

Sigamos este particular recorrido hacia el origen de la catástrofe. Porque vamos a encontrar más pruebas del atentado más arriba en el mapa. Por ejemplo, en Letur. Letur es el pueblo del agua, en la provincia de Albacete, colindante con la comunidad valenciana. Por allí pasa el río Segura, cuyas presas también se abrieron y la ola gigante provocó, igualmente, enormes destrozos materiales y la muerte de seis vecinos. Según la información facilitada por Pilar Esquinas, casualmente, embotelladoras de renombre llevan años detrás de la explotación del agua de este pueblo. Otra casualidad muy oportuna en esta historia de terror.  

Desastre en Letur: https://www.youtube.com/shorts/upnTBLhgmdY

 

Alto Tajo

Y, para completar el cuadro, según la investigación de Aguaiuris, también soltaron agua de presas que se abastecen del río Piedra (afluente del Jalón), y de otros ríos en el Alto Tajo. En la comarca de Molina de Aragón quedó destruida la carretera CM-2122 en las cercanías de Embid, varias pistas forestales y se produjeron numerosos desprendimientos, así como inundaciones de garajes y sótanos en distintas pedanías. El río Gallo inundó el pabellón municipal. 

Destrozo en la zona del monasterio de Piedra (ríos Piedra y Mesa, ambos desembocan en embalse de la Tranquera): 

VID-20241217-WA0057.mp4 (~1

Esta zona quedó destrozada igualmente por la supuesta gota fría de finales de octubre, 24. Los vecinos del lugar afirman no haber visto nada igual. Casualmente, aquellas aguas son medicinales y termales y están siendo gestionadas desde hace unos años por embotelladoras propiedad de grandes fondos. No sólo es Valencia. Van a por todas. 

«El temporal ha afectado especialmente a localidades como Peralejos de las Truchas y Alcoroches, desde donde se ha alertado al 112 por múltiples inundaciones en viviendas. En Checa, el río ha estado a punto de desbordarse, evocando los recuerdos de las devastadoras inundaciones de 1976. Mientras tanto, en Poveda de la Sierra, las piscinas naturales han alcanzado su capacidad máxima, vertiendo sedimentos hacia el río. Por su parte, Peñalén sufrió un corte de electricidad que duró alrededor de dos horas.

Anquela del Ducado también enfrenta problemas a causa del desbordamiento del río, sumando más localidades a la lista de afectadas».

https://nuevaalcarria.com/articulos/asi-queda-molina-tras-la-primera-noche-de-la-dana

 

A modo de conclusiones

Aunque la gota fría de octubre de 2024 afectó a todo el Este de España, su mayor incidencia tuvo lugar en un territorio que empieza en el Alto Tajo, comunidad autónoma de Aragón, continuó por las provincias de Cuenca y Albacete (en Castilla-La Mancha) y  desembocó en la provincia de Valencia, hasta alcanzar el mar Mediterráneo a través de la Albufera. La multitud de testigos que se ha manifestado a través de redes sociales y medios de comunicación tradicionales ha coincidido en una afirmación: el agua venía de arriba, de más arriba. 

 

 

«Nadie avisó de la gravedad del acontecimiento meteorológico, no ya el día 29, si no desde el día 25 en que empezó a llover con fuerza en todo el este de España y tenían un montón de previsiones muy preocupantes, tanto internas como externas, -afirma Pilar Esquinas-.  Sin embargo, nadie avisó a la población ni en el Magro, ni en el Turia, ni en el Júcar, ni en el Segura, ni en el Tajo».

Y mucho menos se tomaron las necesarias previsiones por parte de los poderes públicos máximos responsables de la situación. Porque, en pleno siglo XXI, con toda la alta tecnología que domina y controla nuestras vidas, que esta catástrofe no haya podido ser prevista es inadmisible. 

Es más, según aporta Pilar Esquinas, «Toda la red de azudes y canales cuenta con contadores con los que se sabe en tiempo real el agua que está fluyendo en cada punto. Pero, es que también están implementando nuevos contadores para facilitar el camino a todas esas empresas que van a hacer negocio con ese agua».

Si quieres saber más de esta enorme investigación llevada a cabo por Aguaiuris, conecta con los siguientes enlaces, donde Pilar Esquinas y José Manuel Sanz, y otros investigadores, informan detalladamente.

Canal del Coronel. Lo que nos ocultan: https://www.youtube.com/watch?v=o6A_Aid-IK0

Canal Aguarius: https://aguaiuris.org/

Canal de Laura Rodríguez. La TRAGEDIA EN VALENCIA fue un acto deliberado. Ciudades inteligentes. Entrevista a Pilar Esquinas: https://www.youtube.com/watch?v=x6nkjsfX0gI

DISTRITOTV. Entrevista a Pilar Esquinas. Abrieron las presas: https://www.youtube.com/watch?v=HGi8rS03yOQ

César Vidal. Entrevista a Pilar Esquinas. La corrupción de las cuencas hidrográficas: https://www.youtube.com/watch?v=prr5LwkPSug

DANA=Dominio del Agua por Nuestras Autoridades: https://www.youtube.com/watch?v=aJdh7OdB1Lo

La guarida del león, de Fernando Ferreira /PARAGUAY. Entrevista a Pilar Esquinas. ORÍGEN de la CATÁSTROFE en VALENCIA:  https://www.youtube.com/watch?v=5I-NaHm8SVk

Canal Un mundo al revés. Limpiando el fango: https://www.youtube.com/watch?v=3xPlnhC2M1M

Canal SoloClima. Responsabilidad de los daños de la Gota Fría en Valencia MITECO:  https://www.youtube.com/watch?v=XeK-AFuzS-k

Canal Plural 21. Entrevista a JuanRa Kalinga. Reflexiones de un bombero: https://www.youtube.com/watch?v=8nbhtmwEDe0

Canal Un mundo al revés. Catástrofes no tan naturales: https://www.youtube.com/watch?v=sgehHgI3ZNU

Continuará …..

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