Papá, mamá, ¿por qué me sometisteis a un ensayo clínico?

Papá, mamá, ¿por qué me sometisteis a un ensayo clínico?

Papá, mamá: ¿Por qué me sometisteis a un ensayo clínico con un medicamento génico experimental?

 

Por Valerie Oyarzun Fontanet.- En estos días en que se promociona la inoculación covid de menores de edad, habría que dar voz a sus pensamientos presentes no manifestados y los futuros que se generarán acerca del porqué de dicho acto y las consecuencias que se pudieran derivar. El que los menores estén representados por sus progenitores o instituciones no anula ni su pensar ni sus percepciones ni sus temores, los cuales ya están aflorando cuanto mayor es su madurez. Esto plantea el estado de indefensión absoluta de los más pequeños a la hora de entender y procesar la información que, en gran medida, supera el de los adultos.

Por tanto, convendría plantearse, desde la visión de los menores, sus temores, sus miedos y reticencias, por cuanto a menor edad disminuye su fuerza física y moral para cuestionarse las decisiones de sus padres, a los cuales acompañan confiados en que velaran por ellos y no permitirán que les hagan daño.

Los menores, confiados en que sus padres “ejercerán la patria potestad siempre en beneficio de sus hijos, de acuerdo con su personalidad, y con respeto a su integridad física y psicológica”, acorde con el artículo 154 del Código Civil.

Confiados en que la infancia tiene “derecho a cuidados y asistencia especiales”, según el artículo 25 de la Declaración Universal de Derechos Humanos de 1948.

Confiados en que “por su falta de madurez física y mental, necesitan protección y cuidados especiales”, según la Declaración de Ginebra de 1924, sobre los Derechos del Niño y la Declaración de los Derechos del Niño de 1959.

Confiados en que “tienen derecho, sin discriminación alguna por motivos de raza, color, sexo, idioma, religión, origen nacional o social, posición económica o nacimiento, a las medidas de protección que su condición de menor requiere, tanto por parte de su familia como de la sociedad y del Estado”, según el artículo 24 del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos de 1966. Confiados en que “se adoptarán medidas especiales de protección y asistencia en su favor sin discriminación alguna por razón de filiación o cualquier otra condición”, según el artículo 10.3 del Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales de 1966.

Confiados en que “al no poder expresar su consentimiento solo se podrá efectuar una investigación sobre su genoma a condición de que obtenga un beneficio directo para su salud”, según el artículo 5 e) de la Declaración Universal sobre el genoma humano y los Derechos Humanos.

Confiados en que “solo podrá realizarse un ensayo clínico con menores2 si, además de las condiciones establecidas en los artículos 3 y 4 de este real decreto, se cumplen todas las que se enumeran en el artículo 32 del Reglamento (UE) n.º 536/2014 del Parlamento Europeo y del Consejo, de 16 de abril de 2014, según el artículo 5 del Real Decreto 1090/2015, de 4 de diciembre, por el que se regulan los ensayos clínicos con medicamentos, los Comités de Ética de la Investigación con medicamentos y el Registro Español de Estudios Clínicos.

Confiados en que cuando los adultos tomen decisiones, pensarán en cómo sus decisiones les afectarán en el presente y en el futuro, en que deberían hacer lo que sea mejor para ellos, en que los gobiernos deben velar porque el padre y la madre (u otras personas cuando sea necesario) les protejan y cuiden tomando en cuenta el interés superior del menor, según la Convención de las Naciones Unidas sobre los derechos del niño de 1989.

Un día llegará en que los menores estarán en su legítimo derecho de preguntar:

Papá, mamá:

– ¿Por qué me sometiste a un ensayo clínico con un medicamento génico experimental?

– ¿Por qué no escuchaste las opiniones médicas y científicas de científicos independientes de renombre?

– ¿Por qué dejaste que me pincharan sin la prescripción médica?

– ¿Por qué no exigiste un consentimiento informado completo y detallado?

– ¿Por qué no dudaste cuando nadie se hacía responsable de los efectos secundarios?

-¿Por qué no te planteaste qué consecuencias pudiera tener en mi futuro personal, médico y profesional?

– ¿Por qué permitiste que me inyectaran tecnología que pudiera afectar a mi genoma y mi descendencia?

– ¿Por qué si me advertiste que no tomara nada de extraños, permitiste que me inyectaran sustancias desconocidas en mi cuerpo?

– ¿Por qué me expusiste al riesgo de padecer gravísimas complicaciones cardiovasculares, como accidentes cerebrovasculares, miocarditis, pericarditis, tromboembolismo venoso profundo y pulmonar, problemas hematológicos potencialmente mortales, como coagulación intravascular diseminada y trombocitopenia grave, convulsiones, narcolepsia y catalepsia, diversas enfermedades autoinmunes incluyendo enfermedad de Kawasaki y síndrome inflamatorio multisistémico, reacciones alérgicas no anafilácticas, artritis y artralgias permanentes, inmunopatología ADE y Th2, y la muerte?

-¿Por qué me expusiste a padecer una grave afectación del sistema inmunitario?

-¿Por qué me hiciste responsable de la salud de los  mayores, cuando teníais que anteponer mi vida y mi salud
a la vuestra?

-¿Por qué me culpasteis de contagiar a los demás cuando a ti de pequeño nunca te responsabilizaron?

-¿Por qué me habéis tratado como un mero medio para servir los intereses de otros, cuando es superior el interés
del menor?

-Papa, mamá, cuando sea mayor, si aún estas aquí, ¿me podrás mirar a los ojos? ¿Por qué lo hiciste?

No en vano grandes personalidades no dudaron en recordarnos:

“Los niños son el recurso más importante del mundo y la mejor esperanza para el futuro”. (John Fitzgerald Kennedy)

“No puedo pensar en ninguna necesidad de la infancia tan fuerte como la necesidad de protección de un padre”. (Sigmund Freud)

“Los niños comienzan por amar a los padres. Cuando ya han crecido, los juzgan, y, algunas veces, hasta los
perdonan”. (Oscar Wilde)

 

Valerie Oyarzun Fontanet, fiscal en la Audiencia Provincial de Lérida: “Nadie puede presionar con la vacuna ni preguntar si se está vacunado” «El certificado COVID, carece de fundamentación científica, médica y legal, por lo que su exigencia es ILEGAL».

La carta astral de 2022, Año maestro y trino

La carta astral de 2022, Año maestro y trino

La carta astral de 2022, Año maestro y trino, según Sol Ahimsa

 

Año de trascendencia, maestro (22) y trino (222). Toda vibración trina está en frecuencia muy alta y emocional. Invita a superar miedos y dificultades para abrirnos plenamente en la frecuencia del corazón. Necesitamos comunicarnos con todo lo que somos y nos rodea. Tomar consciencia de que formamos parte de una familia universal. Y hay que vivirlo desde el desapego, la incondicionalidad.

Suma 6, también número de superación. Nuevamente remite a salir de nuestro reducto, zona de confort para tener una visión mucho más amplia. Tomar consciencia de la Familia Universal de la que formamos parte. Insta a abandonar la dualidad y lo cotidiano.

Conjunción Júpiter-Neptuno

El aspecto más importante de la carta astral de 2022 es la Conjunción Júpiter-Neptuno en el signo regente de ambos, Piscis, su domicilio, su casa. Empieza en Marzo. El momento más álgido será el día 11 de abril. Se prolongará hasta el 10 de  mayo. Y vuelve en noviembre. Piscis es el signo más emocional de todo el zodiaco. Esta es la conjunción opuesta a la que se ha dado en los dos últimos años (Saturno-Plutón). Aporta gran conexión con lo invisible, lo trascendente y lo mágico. Déjate llevar por el corazón. Aparca tu mente. Abandona el control,  el raciocinio, las creencias y patrones mentales que coartan, que lastran. La mente no da la solución a todo. El querer controlar todo es imposible. Confía en tu intuición y en la vida. Madura. Entra en una línea más espiritual, guiada por nuestra consciencia.

 

La conexión con lo invisible, lo trascendente y mágico

Neptuno en Piscis posibilita encontrar el sentido a la vida más allá de lo meramente material, a través de nuevos patrones, nuevas opciones, nuevas formas de vida. Aboca a entrar en la niebla con la firme confianza de reencontrar el Sol. Invita a andar por el camino no andado, el no conocido, el que se adentra en la conexión con lo Divino, Superior y Universal. Abre la puerta a la esperanza, a la ilusión, al optimismo. Hay luz al final del túnel. Hay vida. Supera ya la falsa crisis que han creado para hundirte, para estancarte en el miedo, el dolor y la desesperanza.

Conecta contigo. Mira hacia otra dirección. No sigas el dedo que marcan los medios, los políticos, los médicos y científicos financiados por la mafia. Encuentra por ti misma el camino que tú quieres. No necesitas nada del otro. Tú ya lo tienes. Tú ya lo sabes. Cree en ti misma. Puedes compartir con los otros, si quieres. Pero, no los necesitas.

Otros caminos para volver a casa son las artes: la música, la poesía, la danza, la mística. Todo lo que tiene que ver con el alma y el corazón te lleva de regreso al Ser. Habrá un renacimiento de la cultura popular, valores, tradiciones perdidas u ocultadas por la sociedad de consumo y materialista.

Energía sanadora

La energía de Júpiter-Neptuno en Piscis es puramente sanadora. Las aguas de la gran Madre arrastrarán toda la situación sanitaria, política, económica y social  generada con la anterior conjunción Saturno-Plutón (2020). La sanación será de cuerpo y alma, material y espiritual. Pero, necesitará todo el año. No se verán resultados tangibles hasta 2023.

Piscis aboca a volver a soñar y a trabajar con los sueños. Habrá un futuro mejor. Sólo tienes que crearlo. Es tiempo de que cada uno dirija su vida de una vez. Emprender y no depender. Nadie nos va a salvar. Sólo tú puedes salvarte a ti misma. Madura. Ya no eres una niña. Ni una adolescente. Esta es una energía abierta, compasiva, reflexiva, flexible.

Sextil Plutón-Neptuno en abril

El 12 de abril, a la conjunción anterior, se le une el sextil  (aspecto dialogante, positivo y armónico) Plutón-Neptuno, que dará un impulso a la propuesta de la conjunción en Piscis. Plutón es el poder, la muerte de lo viejo. Para renacer tienes que matar lo antiguo. Traerá grandes cambios. Momentos convulsos. Pero, después, se va a ver una luz más brillante. Se va a dar un gran paso. La energía femenina dominará. No el hembrismo. Se va a producir un reconocimiento de la autoridad  y potencia de la energía femenina, tanto en mujeres como en hombres, en lugar del individualismo y la dominación. Vuelta a los orígenes, a los ancestros. Emergerán las maestras ocultas durante milenios. La energía de la Madre resurgirá de entre las aguas. Este espíritu maternal femenino generará mayor unidad entre los pueblos, países, continentes. La familia universal se fortalecerá. 

 La otra cara de la moneda de esta conjunción, si no se enfoca de manera positiva, puede llevar al caos, a fantasías irrealizables, alucinaciones, gobernantes muy peligrosos, líderes manipuladores.

 

Cuadratura Saturno-Urano: Tensión 

Otro aspecto a tener en cuenta el próximo año es la Cuadratura  (90º)  Saturno-Urano en Tauro. Indica que habrá tensión entre lo viejo y lo nuevo. Esta tensión tuvo su pico más  alto el 24 diciembre de 2021. Se mantendrá en enero y febrero. Y volverá en julio. En septiembre-noviembre, volverá a ser muy potente, impulsada por el eje nodal Tauro-Escorpio.

Urano es lo nuevo y viene a romper con lo establecido (Saturno). Nos quiere guiar, como Neptuno-Júpiter, hacia una nueva forma de vida. Frente al caos propone orden. Y para ello, lo primero es cerrar y cortar  los excesos, de ahí las restricciones, la falta de suministros, de movilidad, la escasez de recursos, las subidas de precios. Hay que aprender a ahorrar de nuevo, a valorar lo que se consigue, porque conlleva un esfuerzo. Hay que cambiar las formas de educación de los hijos. Enseñarles que las cosas no las regalan. Que no se puede vivir por encima de las propias  posibilidades.

Esta energía se va acentuar con la conjunción de Venus-Plutón en Capricornio. Nos va a hacer poner los pies sobre la tierra debido a una gran crisis económica. Quien quiera seguir alineado con Saturno en el antiguo paradigma va a recibir abundancia de escasez. Va a sufrir situaciones fuertes, necesarias para su aprendizaje.

Año maestro 

2022 trae la maestría, la enseñanza necesaria para madurar. Además, los cuatro eclipses, que representan crisis, potenciarán este necesario aprendizaje.  Hay que tomarse en serio llegar a ser autosuficientes. No depender del exterior. Aprender a producir lo que necesitas. Poniendo límites al consumismo y los excesos se puede conseguir. Es imprescindible proceder al cambio a la mentalidad de ahorro y cuidado. Se acaba el derroche. Sólo gastar dependiendo de lo que se tiene. No caer en la trampa publicitaria.

Se despertarán las conciencias dormidas. La protesta retomará la calle, sin violencia, sin extremismo, ejerciendo la libertad individual. La denuncia recobrará su esencia: reclamar justicia, verdad, igualdad. Fe, libertad de pensamiento y voluntad de acción en armonía, amor y equilibrio será el camino a seguir. 

Feliz 2022.

 

 

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