Molino de Inca, un oasis zen en el corazón de la costa del Sol
Molino de Inca, un oasis zen en el corazón de la costa del Sol
En pleno corazón de la Costa del Sol, se encuentra el Molino de Inca, un frondoso oasis que alberga más de un millar de especies vegetales. Considerado el jardín botánico más espectacular de Andalucía, está ubicado en Torremolinos y se ha convertido en un reclamo turístico de imprescindible visita para los amantes de la naturaleza.
El jardín botánico Molino de Inca abrió sus puertas el 10 de Mayo de 2003 y su nombre se debe al antiguo molino de trigo que sigue en pie y ha sido transformado en museo. Una visita a esta estructura única (del siglo XV) promete una experiencia informativa, educativa e interactiva para toda la familia.
Este exótico paraíso, situado en el Camino de los Pinares, es un remanso de paz y un homenaje a la historia de la comarca. El centro de este espacio de más de 40.000 metros cuadrados gira en torno a una réplica del antiguo molino harinero que aprovechaba las aguas de los manantiales de la zona para la molienda.
Estos manantiales, el de La Cueva, el de Inca y el del Albercón del Rey -visitado por el rey Alfonso XIII en 1926- son el origen de la ciudad, por lo que constituyen un elemento crucial dentro del jardín, tanto por su función ornamental como por su importancia histórica.
Rehabilitado en 2003, el Jardín Botánico Molino de Inca no solo conserva la memoria de los antiguos molinos de la zona, sino que ha evolucionado hasta convertirse en un paraíso que acoge 150 variedades de palmeras, más de 300 árboles de diferentes familias y unos 400 arbustos distribuidos entre senderos y miradores. Un cuidadoso diseño también ha dado cabida a plantas y flores complementadas por riachuelos, fuentes y cascadas que cubren gran parte del espacio.
Además, habita en él una abundante fauna que incluye ejemplares de aves exóticas, algunas de ellas únicas en España, instaladas en pajareras estratégicamente ubicadas por todo el recinto, que tiene en su jardín japonés uno de sus rincones más especiales.
Jardín japonés
El jardín zen, de 500 metros cuadrados, recrea a la perfección los paisajes característicos del estilo Tsukiyama, con colinas, lagos y una disposición armoniosa de plantas sobre una ladera rocosa. Es un homenaje al país del sol naciente que contrasta con el paisaje mediterráneo que lo rodea. También cuenta con elementos decorativos propios de la cultura japonesa y una impresionante colección de árboles bonsai.
Un riachuelo artificial fluye por los jardines hasta desembocar en tres estanques diferentes en los que proliferan las plantas acuáticas y peces de diversas especies. Uno de los elementos más impresionantes es el laberinto natural de Aligustre con un enorme pino de 30 metros.
La más reciente reforma ha incluido la instalación de nueva iluminación, la construcción de un puente sobre uno de los estanques, la replantación completa del jardín, y la incorporación de elementos típicos de la cultura japonesa como toris y farolillos.
Entre las principales actuaciones destacan la impermeabilización del estanque, la restauración de miradores y papeleras de madera, la colocación de nuevas piedras decorativas y la mejora de la iluminación, permitiendo disfrutar del espacio tanto de día como al atardecer.
Cuatro estatuas de mármol rosa italiano simbolizan las estaciones del año, complementadas por una colección de estatuas distribuidas por todo el jardín.
El conjunto permite disfrutar de un entorno mágico donde el agua que cae por cascadas y fuentes aporta la melodía musical que acompaña al canto de miles de pájaros. El Jardín Botánico Molino de Inca está abierto al público de martes a domingo, de 10:00 a 18:00 horas.
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