La historia universal oculta (1)

La historia universal oculta (1)

La historia universal oculta (1)

Al principio, no existía el Universo,  no existía el tiempo. No existía la materia. Todo era Amor Infinito. Todos los espíritus estaban conectados entre sí formando uno solo. Cada espíritu tenía su propia conciencia individual y el hecho de estar conectados les concedía posibilidades infinitas.

Amor Infinito frente a materia

En muchas culturas y religiones se conoce al Amor Infinito como Dios, el Todo y la Energía Universal, entre otros nombres.  Los espíritus en el amor infinito existen en forma de energía.

Un grupo de  estos espíritus decidió experimentar la materia. El estar separados. Lo lograron creando un universo material en el que encarnarían en seres individuales formados por materia.

Para sostener el Universo, el Infinito creó una energía que se conoce como la Matriz, que es contraria a lo que representa la energía espiritual. Representa la negatividad frente al Amor Infinito que representa la Energía Espiritual.

La Matriz: dualidad y separación

El Infinito creó la Matriz con conciencia propia y le dio instrucciones para que determinara cómo iba a ser el Universo material donde los espíritus iban a encarnar. La Matriz forjó el Universo material a base de diferencia y separación, forzó polos opuestos. Al contrario que el Universo espiritual de Amor Infinito, donde todo es UNO. Por ejemplo, creó el hombre y la mujer (lo femenino y lo masculino); la luz y la oscuridad. La Matriz determinó que los seres vivos vivirían en planetas aislados. El Amor Infinito permitió todo esto para que la Matriz experimentara la materia  hasta el límite de negatividad y separación.

Los espíritus que se desconectaron del Infinito entraron en el Universo sin recordar quiénes eran antes de llegar allí. A la Matriz se le dio instrucciones  para que hiciera todo lo posible para que los espíritus no reconocieran que son uno y no volvieran al Infinito. ´

Recordar, el juego espiritual universal

Este es el fundamento básico de lo que se llama el juego espiritual universal. Las experiencias que vivimos en el mundo material son parte de un juego. Cuando los espíritus que están en el Universo reconozcan que son uno, entonces, volverán al Infinito.  Para llegar al Infinito, los espíritus tendrán que evolucionar en amor incondicional. Cuanto más amor y aceptación exista entre los seres vivos, sin importar las diferencias, más evolución espiritual. Los espíritus deben reencarnar en distintos cuerpos para experimentar diversas vivencias que conlleven a mayor amor incondicional.

El Universo material está dividido en 9 dimensiones, donde los espíritus reencarnan según su nivel evolutivo. La tercera es la más baja. Cuanto más amor incondicional logren los espíritus más se elevarán dimensionalmente, más cerca estarán del Infinito.

La evolución espiritual también se logra cuando integramos los polos opuestos. Cuando dejamos de identificamos con ideas contrarias. Los espíritus son la única energía eterna del Universo. La energía de la Matriz, por el contrario, necesita alimentarse de otras energías para mantenerse con vida. Su principal fuente de alimento es la energía negativa relacionada con el miedo o el odio.

Los seres de la oscuridad que se alimentan del miedo

Para obtener la energía del miedo, la Matriz creó seres de energía negativa con conciencia propia. Al igual que los espíritus, los seres negativos encarnan en cuerpos dentro del Universo material. A estos seres de energía negativa se les conoce como los señores de la oscuridad. Su objetivo es provocar conflictos y guerras en las sociedades donde encarnan para generar miedo y odio.  Absorben las energías negativas creadas por los espíritus y la transfieren a la Matriz como alimento.  

En un principio, este método era beneficioso porque la generación de conflictos ayudaba a los seres humanos a evolucionar espiritualmente. La conflictividad era una buena fórmula para lograr la evolución espiritual.

El problema es que, al pasar el tiempo, la Matriz se hizo más fuerte y empezó a tomar mayor control sobre el Universo. Los conflictos creados por la energía negativa son tantos que los espíritus se han enfrascado en una batalla campal contra los señores de la oscuridad alrededor de todo el Universo.

Bajo este marco, se desarrolla la vía láctea. En esta parte del Universo hay muchas razas inteligentes. Pero, hay dos en particular de mayor renombre: los humanos y los reptiles.

Reptiles y humanos, una guerra eterna

La raza humana se originó en la constelación de Lyra, en el planeta Avión. Los primeros humanos en desarrollarse en dicho planeta son conocidos como la raza nórdica o aria. Eran blancos, rubios y de ojos azules.

Los reptiles proceden de la constelación de Orión y su apariencia física es similar a las serpientes. Los dracos son originarios de la constelación de Draco, del planeta AlfaDraco. Su apariencia física es de dragones y dinosaurios. Reptiles y dracos formaron una alianza.

Humanos y reptiles se desarrollaron de forma aislada. Culturalmente ambas razas son prácticamente opuestas. Los humanos tenían como ideales la justica y la igualdad entre todas las razas de las galaxias. Organizados de forma comunal y polarizados del lado femenino. Representaban la energía positiva de la Luz. Las mujeres poseían los puestos de liderato.

Los reptiles consideraban que eran los dueños de la galaxia por ser la primera raza inteligente que la ocupó. Por tanto, se creen con el derecho a poseerla, dominarla y esclavizar a todos los seres que viven en ella. Y a eliminar a todos los que se interpusieran en su camino. Organizados de forma autoritaria y jerárquica. Representaban la Energía negativa de la oscuridad, generadora de miedo y odio, de los que se alimentan.

Cuando los humanos y reptiles se encontraron por primera vez no tardó en surgir conflictos entre ellos. Nunca hubo buena relación. La guerra campal ha durado millones de años y se ha desarrollado en distintas dimensiones. Aún persiste. Para los reptiles, los ideales humanos son un signo de debilidad. Para los humanos, los propósitos reptiles eran sinónimos de maldad.

NIbiru y la Confederación Intergaláctica

El primer suceso lamentable en esta guerra fue la destrucción del planeta Avión por parte de los reptiles, lo que obligó a grupos de humanos a moverse a otros planetas para encontrar otros lugares donde vivir. Los humanos evolucionaron de distinta forma para adaptarse a la atmósfera de los distintos planetas donde se instalaron. Así surgió la diversidad racial humana. El color de piel y las características físicas variaron de acuerdo a las condiciones atmosféricas de cada planeta.

Más adelante, un grupo de humanos y reptiles decidió organizarse para buscar solución a la guerra entre ambas razas. Así surgió la Confederación intergaláctica, que se alineaba espiritualmente del lado de la Luz.

Construyeron una nave militar para el caso de que fuera necesario involucrarse  en conflictos bélicos. Para ello, cogieron una parte del planeta destruido Avión. y lo reconstruyeron como si fuera una nave. A esta nave planeta militar se le conoce como NIbiru. Pertenece a la Confederación InterGaláctica y está en la constelación de Pléyades. Su órbita es tan extensa que no se restringe  a un solo sistema solar. Sus tripulantes pueden cambiar sus rutas si así lo desean.

Los miembros de la Confederación entendían que la guerra entre reptiles y humanos se debía a dos razones: las ideologías de ambas razas eran opuestas. En las culturas de las dos razas no existía el libre albedrío. Ambos tenían formas de pensar rígidas, lo que hacía difícil encontrar formas de entendimiento. Ambas sacrificaban el pensamiento individual de sus miembros en beneficio del grupo.

Los miembros de la Confederación concluyeron que para acabar con esta guerra debían crear una nueva sociedad donde se puedan conciliar las ideologías encontradas de reptiles y humanos. Entendían que se tenía que crear una raza que unificara la genética de ambos grupos. De esa forma los nuevos seres híbridos no se identificarían con ninguna de las razas en lucha en particular.

Proyecto Tierra

El planeta elegido para llevar a cabo el experimento fue la Tierra. Hace millones de años, este planeta era diferente. Mucho más grande, el doble. Se le conocía con el nombre de Tiamat. Muchas razas inteligentes formaron civilizaciones aquí. En varias ocasiones, ha sufrido catástrofes que lo han llevado al borde de la destrucción. A veces, por razones naturales, otras por acción de las guerras entre sus habitantes.

Los primeros seres inteligentes que habitaron la Tierra fueron los reptiles. Por esto reclamaban el planeta como de su propiedad. En la era de los dinosaurios, existieron muchos reptiles salvajes, pero también civilizaciones de reptiles  inteligentes. El cielo estaba cubierto completamente por una nube gruesa que se conocía como firmamento. Gracias a esta nube no existían las estaciones del año. El planeta entero estaba regido por un clima subtropical. La lluvia y el viento eran escasos y por las noches no se veían las estrellas en el cielo.  

Hace alrededor de un millón de años llegó a Tiamat una expedición de miembros de la federación intergaláctica a bordo del planeta Nibiru, comandada por Anu.

Anu era descendiente de los humanos originales del planeta ario. Los nibirianos decidiron llevar a cabo el experimento en Tiamat porque aquí vivía una raza humana primitiva a la que consideraron perfecta para su proyecto. Los que conocemos hoy como neandertales. Los miembros de la Federación reunieron un grupo de neandertales y alteraron su forma organizativa y su genética.

La Federación velaría para que los humanos primitivos evolucionaran para que pudieran desarrollar pensamiento individual y libre albedrío. El problema era que Tiamat ya estaba habitado también por civilizaciones reptiles.

En principio, los reptiles no intervinieron y se mantuvieron al margen del proyecto de la Federación. Los conflictos empezaron cuando miembros de la Alianza reptil de las constelaciones de Orión y Draco se enteraron de los proyectos de la Federación en el planeta Tiamat. Los miembros de la Alianza no estaban de acuerdo con lo que estaba sucediendo y ejercieron presión a los reptiles de Tiamat para que mataran a todos los humanos primitivos.

En principio, los reptiles de Tiamat se negaron pero, finalmente, accedieron a las presiones de la Alianza. Cuando los miembros de la Confederación Galáctica conocieron estos planes reptilianos decidieron tomar medidas drásticas. Porque, además, comprendieron que no podrían llevar a cabo su plan mientras los reptiles permanecieran en Tiamat.

La destrucción de Tiamat

Primero evacuaron a los humanos primitivos y los llevaron en naves hasta la constelación de Pegasus. Luego, organizaron un plan para eliminar las civilizaciones reptiles de Tiamat. Para lograr esto, tomaron una luna de Neptuno y la dirigieron hacia gran velocidad contra Tiamat. El impacto entre los dos cuerpos celestres provocó que el planeta se partiera en dos. Uno es el que conocemos hoy como la Tierra. Otro es el anillo de asteroides.

La Luna de Neptuno tomó su propia órbita alrededor del Sol y se convirtió en el planeta que hoy conocemos como Plutón. Este suceso catastrófico terminó con la era de los dinosaurios. El 98 por ciento de la vida en el planeta desapareció. Un pequeño grupo de reptiles sobrevivió refugiándose en bases subterráneas.

Este suceso enfureció a los miembros de la Alianza que declararon la guerra a la Confederación Intergaláctica. Los reptiles de la Alianza  armaron militarmente un planeta, conocido como Maldec, para combatir a la Federación. El conflicto se convirtió en una guerra de grandes proporciones que involucró a toda la vía Láctea.

La destrucción de Alni y Maldec

Para terminar con la guerra, la Federación, primero, envió a Nibiru, comandado por Anu, a la constelación de Orión para destruir al planeta Alni. Después, enviaron a Nibiru a nuestro sistema solar para destruir el planeta  Maldec. Los restos de Maldec hoy forman parte del cinturón de asteroides.

La destrucción de los planetas Alni y Maldec fue un golpe duro para los reptiles, que decidieron retirarse de la guerra.  En ese momento, la Confederación envió a Nibiru a nuestro sistema solar para continuar con su proyecto.

El problema es que Nibiru también había sufrido graves daños por efectos de la guerra.  Dicho planeta posee una capa de oro monoatómico en su atmósfera para mantener el calor interno. La capa de oro fue dañada por las bombas que lanzó la Alianza durante la guerra. La temperatura se volvió inestable y muchos nibirianos se estaban muriendo. Entonces, descubrieron que en la Tierra había suficiente oro para reparar la atmósfera de Nibiru.

El apreciado oro terrestre

Anu envió a la Tierra a un grupo de astronautas para trabajar en minas para extraer el oro y luego mandarlo a Nibiru. Este grupo estaba comandado por el hijo de Anu, Enlil. Hace unos 700.000 años. Para entonces, gran parte de la Naturaleza en la Tierra se había restablecido. También habían proliferado civilizaciones de reptiles descendientes de los  sobrevivientes de la destrucción de Tiamat.

Enki, el primer ser híbrido humano-reptil

Anu concluyó que tendría que pactar con esos reptiles para poder extraer el oro que necesitaban. Resolvieron un matrimonio simbólico entre Anu y la reina de los reptiles habitantes de la Tierra. Así combinaron ambas genéticas para crear un ser híbrido (mitad humano, mitad reptil) que serviría de intermediario entre ambas razas. De esta unión nació Enki.

Enki se crió en Nibiru y se destacó por ser un gran científico. Enki utiliza como símbolo la serpiente, por eso lo conocen como la serpiente de la sabiduría.

Los astronautas nibirianos empezaron a trabajar en las minas, pero eran muy pocos para extraer la cantidad de oro que necesitaba NIbiru. Los astronautas empezaron a rebelarse por el trabajo demasiado duro de las minas. Los nibirianos se encontraban en una situación difícil, ya que muchos estaban muriendo.

Enki sugirió una solución: crear un nuevo ser alterando la genética de los neandertales de la Tierra. El resultado sería seres humanos inteligentes que trabajarían en las minas para extraer el oro y también serían los seres que conformarían el plan de evolución espiritual. Así conseguían dos objetivos: salvar Nibiru y seguir con el plan original de la Confederación de evolución espiritual. La Federación aprobó la propuesta y éste mismo llevaría a cabo dicho plan.

Enki se estableció con su esposa, Nimusak, en la zona que hoy conocemos como Oriente Medio. Nimusak también era una destacada científica. Los nibirianos construyeron una ciudad entre los ríos Tigris y Eufrates, llamada ¿Elputodin?

Adán y Lilit

Enki y Ninusak crearon al primer humano terrestre, Adán, resultado de la combinación de los neandertales con la genética de los nibirianos, humanos y reptiles.

Nimusak llevó a Adán durante nueve meses en su vientre, donde llegó por inseminación artificial.  Después, tomaron la genética de Adán y crearon la primera mujer terrestre. La llamaron Lilit. Adán y Lilit crecieron en ¿Elputodin? bajo la tutela de los nibirianos. Enki decidió educarlos enseñándoles sobre Ciencia y Leyes universales.

Enlil no estuvo de acuerdo. Entendía que el conocimiento debían descubrirlo los humanos de la Tierra por su cuenta. Enlil consideraba que para evolucionar espiritualmente las personas debían aprender por ellos mismos.  

Los nibirianos estuvieron de parte de Enlil. Por tanto, decidieron que Adán y Lilit debían abandonar  Elputodín y vivir por su cuenta en otra área. A este pasaje de la historia universal siempre lo hemos conocido como la expulsión del paraíso.

Continuará ………

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