El amanecer de una Nueva Humanidad
Amanece, que no es poco. Cada día, un poco más, un poco antes, a pesar y contra los planes previstos desde hace tres siglos, al menos, contra la Humanidad.
La Agenda 2030 era un plan de acción secreto hasta 2020 que tiene por objetivos la implantación de un gobierno y una religión global, así como un ejército y una moneda mundial. Estos fines implican la reducción de la población a un nivel “sostenible”, es decir, que pueda ser controlada desde la reproducción hasta el fin de sus días.
En definitiva, el objetivo es eliminar al 90% de la población mundial, controlar todos los factores de la actividad y condición humana y gobernar todo desde la cuna hasta la tumba.
La agenda original y el proyecto subsiguiente se basa en las propuestas hechas en 1776 por Johann Adam Weishaupt, fundador de Illuminatenorden, cuando Mayer Amschel Rothschild le pidió que creara una organización para conquistar el gobierno mundial. En suma, abolir todos los gobiernos, la propiedad privada y la herencia; eliminar el patriotismo, los valores familiares, la religión y crear un gobierno mundial son objetivos recogidos en los primeros de 25 puntos de la Declaración de Weishaupt.
La implementación eficaz de la Agenda 2030 requiere una reorganización profunda de toda la sociedad humana y del mundo conocido hasta ahora. Además, implica grandes transformaciones en las prioridades de los gobiernos y de las personas, así como una disminución de los recursos humanos y financieros.
Las acciones de este plan se han estado implantando desde hace mucho tiempo en todo el mundo. Seguro que les suenan conocidas muchas de ellas:
- El gobierno cambia continuamente sólo para crear confusión entre los ciudadanos;
- Socavar el papel de las escuelas y las competencias de los profesores;
- Promoción de la homosexualidad y la paternidad planificada; racismo;
- Inmensa inmigración para destruir la identidad nacional;
- Promoción del abuso de alcohol y drogas;
- Socavar todas las formas de actividad social religiosa y luchando por vaciar iglesias;
- Cambios absurdos en los sistemas jurídicos;
- Aumento de los precios de los combustibles, alimentos y otras materias primas en las tiendas;
- Propaganda mediática y control de contenidos;
- Pandemias inducidas por el hombre;
- Campañas de vacunación peligrosas;
- Introducción de sustancias tóxicas en cosméticos y alimentos;
- Fomentar el divorcio, facilitar la anulación de matrimonios y romper familias.
- Eliminar el derecho a la propiedad privada.
- Prohibir el acceso a la naturaleza;
- Restricciones a las libertades civiles: ”Los derechos individuales deben rendirse” en relación con los derechos del público en general;
- Reducción del número de hijos o, en último término, eliminación de la maternidad y paternidad naturales.
- Determinar la cantidad de agua que se puede utilizar y la cantidad de basura o residuos que se pueden eliminar;
- Forzar la participación en “proyectos sociales” manejados desde la élite oscura en su provecho.
- Desplazamiento masivo de la población para forzar la falta de raíces y de apego a la tierra. Un ser humano sin lugar en el mundo es vulnerable y, por tanto, manipulable.
- Eliminación de elementos insostenibles de la biodiversidad: ”Pistas de esquí, ganado de pastoreo, arado, cercas, industria, casas, adoquines”.
- Carreteras, presas y embalses, líneas de alta tensión, edificios y sistemas que no tienen ningún valor medioambiental serán destruidos.
Estamos asistiendo a la aceleración precipitada de un plan oscuro que llevará a la humanidad que no sea capaz de despertar hacia un precipicio insalvable. No obstante, la Luz también tiene su plan. Siempre lo ha tenido. Un plan que retornará a la nueva Humanidad al Jardín del Edén del que nunca debió salir. Confíen en el plan y asuman la parte del mismo que a cada alma encarnada aquí y ahora corresponde. Es su responsabilidad. Así lo pactaron. Ese fue su compromiso. Gracias.
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