La élite que controlaba el viejo orden mundial 

El Vaticano, la Ciudad de Londres y Washington DC, básicamente, son los tres estados que han gobernado el mundo desde las sombras en los últimos siglos. Más importante aún, las 13 familias de «élite» han controlado sigilosamente la Trinidad del Control Globalista.

¿Por qué Washington D.C. no es un Estado y, legalmente, es una ciudad-estado separada de los Estados Unidos de América? O era?

¿Por qué la milla cuadrada de la Ciudad de Londres, que tiene todos los bancos, con su propio alcalde, es una entidad ciudad-estado separada de toda la demás Inglaterra? O era?

¿Por qué el Vaticano tiene su propio código de país, donde toda la entidad ciudad-estado está custodiada por guardias suizos y no comparte ninguna ley con Italia? ¿Por qué Suiza nunca ha estado involucrada en guerras y  los «banqueros» acuden a cuentas secretas para ocultar sus riquezas?

Las ciudades-estado mencionadas anteriormente son entidades soberanas y corporativas que no están conectadas con las naciones de las que parecen formar parte. ¿O, tal vez, esta situación es ya pasado?

Se conoce que  la ciudad de Londres (es decir, la milla cuadrada dentro del Gran Londres) no es técnicamente parte del Gran Londres o de Inglaterra, al igual que la Ciudad del Vaticano no es parte de Roma o de Italia. Del mismo modo, Washington DC no forma parte de los Estados Unidos que controla. ¿O, insisto, todo esto ya es pasado?

Estas entidades soberanas y corporativas tienen (o tenían) sus propias leyes y sus propias identidades. También tienen (o tenían) sus propias banderas. La bandera de Washington DC. mostraría las tres estrellas, que representan la trinidad de estas tres ciudades-estado, también conocidas como el Imperio de la Ciudad. También hay un alto significado esotérico en el número 3.

Los Caballeros Templarios, la conexión

Entonces, ¿cómo han estado conectadas estas tres ciudades en última instancia? Primero, debemos remontarnos a los Caballeros Templarios y a su reinado inicial de 200 años de poder. Los Caballeros Templarios fueron llamados por primera vez, «los pobres compañeros soldados de Cristo y el Templo de Salomón».

Se trata de un título descaradamente engañoso, teniendo en cuenta la inmensa riqueza y el poder de los templarios, que explotaban 9.000 mansiones en toda Europa y eran dueños de todos los molinos y mercados. Fueron los templarios quienes emitieron el primer papel moneda de uso público en Europa, estableciendo el sistema bancario fiduciario que conocemos hoy.

En Inglaterra, los templarios establecieron su cuartel general en un templo londinense, que todavía existe y se llama Temple Bar. Se encuentra en la City de Londres, entre Fleet Street y Victoria Embankment. La mencionada «Corona», para ser exactos, es la iglesia de los Caballeros Templarios, también conocida como el Templo de la Corona. Nótese la «causal» coincidencia nominativa con el supuesto virus que desencadenó el evento 2020 (plandemia). 

Es el Templo de la Corona el que ha controlado el sistema legal/judicial de Estados Unidos, Canadá y muchos otros países. Todos los colegios de abogados están directamente vinculados a la Asociación Internacional de Abogados y a los Inns of Court del Templo de la Corona en la ciudad de Londres.

Cada vez que escuchas a alguien referirse a la Asociación de Abogados, están hablando de un sistema británico/masónico que no tiene nada que ver con la soberanía de un país o los derechos constitucionales de su pueblo. Por eso, cuando se acude a un tribunal en Estados Unidos, se ve la bandera de ese país con una franja dorada, que denota el gobierno internacional. ¿O también esto es pasado ya?

Los gobiernos de los Estados Unidos, Canadá y Gran Bretaña son todos subsidiarios de la corona, al igual que la Reserva Federal en los Estados Unidos. El monarca que gobierna en Inglaterra también está subordinado a la Corona. El sistema financiero y jurídico mundial está controlado desde la City de Londres por la Corona. La milla cuadrada que constituye el centro del Gran Londres ha sido la sede del poder mundial, al menos a nivel visible.

Washington DC se estableció como una ciudad-estado en 1871 con la aprobación del Acta de 1871, que estableció oficialmente a los Estados Unidos como una corporación bajo el gobierno de Washington, que a su vez está subordinada a la City de Londres.

Las corporaciones son dirigidas por presidentes, por lo que llamamos «el presidente» a la persona que se percibe como el más alto asiento de poder en la tierra. Pero, la realidad es que el presidente no es más que un testaferro para los banqueros centrales y las corporaciones transnacionales (ambos controlados por la Alta Masonería Eclesiástica) que realmente controla este país y en última instancia manda.

Washington DC opera bajo un sistema de Derecho Romano y fuera de las limitaciones establecidas por la Constitución de los Estados Unidos. Por lo tanto, no debería ser una sorpresa que el nombre Capitol Hill derive de Capitoline Hill, que era la sede del gobierno del Imperio Romano.

Si se observa la pared situada detrás del estrado de la Cámara de Representantes, se advierte que a ambos lados de la bandera de EE.UU. hay una representación de haces de palos atados con un hacha. Estos se llaman fasci, de ahí la palabra raíz del fascismo. Este era el símbolo del fascismo en el Imperio Romano, como lo fue bajo los nazis. No es una coincidencia que estos símbolos estuvieran presentes en el pleno del Congreso.

La mayoría de los ciudadanos estadounidenses cree que Estados Unidos es un país libre y que el presidente es su líder, pero Estados Unidos no es un país, es una corporación, y el presidente preside la corporación de Estados Unidos. El presidente, junto con sus funcionarios elegidos, trabajan para la corporación, no para el pueblo estadounidense.

Entonces, ¿quién es el dueño de la gigantesca corporación estadounidense? Al igual que Canadá y Australia, cuyos líderes son primeros ministros de la reina, y cuya tierra se llama tierra coronada. Los EE.UU. es sólo otra colonia coronada. Las colonias coronadas son controladas por el imperio de las tres ciudades estado. Por lo tanto, los Estados Unidos están controlados por las tres ciudades estado.

«Existe un gobierno en la sombra con su propia Fuerza Aérea, su propia Marina, su propio mecanismo de recaudación de fondos, y la capacidad de perseguir sus propias ideas de interés nacional, libre de todos los controles y equilibrios, y libre de la propia ley». – Daniel K. Inouye, senador de EE.UU. por Hawai, testimonio en las audiencias de Irán Contra, 1986-.

Estas 3 ciudades-estado no pertenecen a ninguna nación y no pagan impuestos. Tienen sus propias leyes separadas, su propia policía, alcaldes, oficinas de correos. Sus propias banderas separadas y sus propias identidades separadas. No hay ningún tribunal de justicia que pueda mantenerlos a raya o procesarlos si es el caso. Al menos, así ha sido hasta época muy reciente y, no sólo en los estados referidos, bajo este viejo orden mundial había sucumbido, al menos, gran parte de lo que conocemos como Occidente. 

No obstante, el viejo orden mundial ha caído, aunque la inercia lo mantiene visible a los ojos de quienes no alcanzan a ver más allá de las bambalinas del escenario que diseñaron para los interferidos mortales de la Tierra. Los velos seguirán cayendo. Y sus baluartes seguirán desmoronándose. Habrá un día, no muy lejano, en que el horizonte se vislumbre diáfano, claro, transparente. Será más pronto que tarde. Continúen preparándose para ese momento. Está cerca.  

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