Sanación con luz solar o Sungazing 


Hira Ratan Manek (HRM), entre otros, ha demostrado que una persona puede vivir sólo de energía solar por períodos muy largos sin comer alimentos. Esto ha llegado a ser conocido como el fenómeno HRM. El método se utiliza para curar todo tipo de enfermedades psicosomáticas, mentales y físicas, así como también aumentar la potencia de la memoria y la fuerza mental mediante el uso de la luz solar. Desde el 18 de junio de 1995, HRM, sigue viviendo sólo con la energía del sol y agua. De vez en cuando, por hospitalidad y propósitos sociales, bebe té y café. Demuestra que, como resultado de Sungazing, tiene mejor salud física, mental, emocional y espiritual.

La práctica del Sungazing no es más que un re-descubrimiento de una práctica muy antigua: contemplar el sol en las horas seguras. Es decir, al amanecer y al atardecer. Hace muchos años se conocía esta terapia como helioterapia y fue utilizada por los indios norteamericanos en los Estados Unidos, entre otros muchos pueblos ancestrales, como los mayas. Hoy en día, se practica en América, Bulgaria, Egipto, India, etc.

 

«El néctar, el elixir o el maná no es más que la luz del sol«

(Hira Ratan Manek)

 

La luz del sol nos da beneficios como: olvidarnos y sacarnos de nuestras vidas la depresión y los desórdenes mentales, cualquier problema físico, cualquier ignorancia espiritual. Con mucha seguridad podremos controlar problemas de obesidad, dado que el cuerpo está gobernado por el cerebro y por eso el cuerpo seguirá al cerebro y el cerebro nunca seguirá al cuerpo.

La eficacia del cerebro depende de la eficacia de las neuronas que están dentro. Cuando observamos o contemplamos el sol en la franja segura, en el momento en que el ojo recibe la luz, recibe, además, los fotones de energía que salen del sol. Sólo nuestros ojos son capaces de recibir estos fotones. Ninguna parte del cuerpo es capaz de hacer eso. Y estos fotones los requerimos, son absolutamente necesarios y no los tenemos. Todas las criaturas vivientes excepto el ser humano reciben suficientes fotones. Si miran como se comportan los perros y los gatos que tenemos en casa, verán que ellos no están contentos hasta que ven la luz del sol. Les encanta mirar la luz del sol. Sin embargo, el ser humano no lo mira. Cuando los fotones son recibidos por el ojo y alcanzan el cerebro, entonces, las neuronas y las células del cerebro se regeneran y se multiplican, adquiriendo la fuerza que habían perdido.

 

 

Esto ha agitado las creencias médicas. Antes se creía que las neuronas nunca se podían regenerar, ni siquiera podían aumentar de número. Y, a medida que vamos envejeciendo, decían que iban perdiéndose. Pero, los resultados obtenidos por personas que están realizando Sungazing, han dado amplia evidencia de que las neuronas sí se regeneran y, además, se multiplican, y recuperan la fuerza que tenían cuando eran jóvenes. Esta es la clave sencilla para conseguir salud. Si cuidas de tus neuronas, entonces, cuidarás tu salud. Cuantas más neuronas y mejor salud, podremos permanecer jóvenes durante un tiempo más largo, porque el proceso de envejecimiento se ralentiza y la longitud de la vida se alarga.

El primer día, no lo hagan durante más de diez segundos. Incluso un niño puede hacer eso de mirar diez segundos al sol. Sus ojos pueden parpadear. No hay problema si es demasiado fuerte. Si no pueden hacerlo de pie, lo pueden hacer sentados y, si no pueden estar descalzos, no se preocupen, que lo pueden hacer con los zapatos puestos. Si no pueden salir de casa, pueden mirar al sol a través de una ventana de cristal transparente. En invierno, pueden hacer Sungazing desde dentro de casa a través del cristal de la ventana. Durante la primera o la última hora de la franja segura del sol. Si nosotros sentimos, incluso durante esa franja, que mirar el sol no es cómodo para nosotros, pueden llevar esas gafas negras que tienen agujeritos o pueden usar un trozo de tela o de papel fino, lo pueden colocar enfrente de sus ojos y mirar a través de ese papel o tela. Así también obtendréis los fotones, pero nunca uséis gafas de sol, por que ellas bloquearan los fotones.

No es necesario que miren al sol totalmente redondo, tampoco es importante que esté brillando mucho, incluso el sol a través de las nubes ligeramente tapado, o si miran un trocito de sol, será suficiente para realizar la práctica del Sungazing.

También, si se encuentran en la ciudad y están rodeados de edificios y no pueden mirar el sol en las horas seguras, entonces, al mediodía, lo que pueden hacer es ver el reflejo del sol en un cubo con agua. Puede ser un cubo de cerámica, madera, barro, etc, o un pequeño lugar donde haya agua clara, y pueden contemplar ese reflejo. Así obtendrán igualmente sus beneficios.

 

 

Si llevan gafas recetadas, cuando realicen el Sungazing quítenselas. Lo mismo si usan lentes de contacto. Después de hacer el Sungazing, cierra tus ojos un tiempo y verás la imagen interna del sol. Permite que desaparezca poco a poco, y entonces abre los ojos y mira para otra parte. Esto evitará que tengan visión borrosa, Cuanto más tiempo permanezca esa imagen interna con los ojos cerrados después de haber hecho el Sungazing, tanto más demostrará que la salud de vuestros ojos va mejorando y también reforzará el tercer ojo, que se halla en el centro de nuestro cerebro.

El alma humana tiene la sede en el tercer ojo o en la glándula pineal, y esta se fortifica. Cuando esto sucede, podemos vivir más tiempo, 200 o 300 años. La ciencia está empezando a ver todas estas posibilidades. O sea, que el primer día, contemplas el sol un máximo de 10 segundos. Pueden escoger periodos inferiores a los diez segundos, pero nunca crucen este límite, pueden usar pequeños cronómetros para medir el tiempo. El segundo día pueden aumentar hasta llegar unos quince o veinte segundos, y van aumentando poco a poco cada día, según la comodidad de visión de sus ojos.

La salud de vuestros ojos mejorará. Aquellos que tengan problemas serios, como por ejemplo degeneración macular, mucha miopía, glaucoma, defectos de la retina, todas esas personas, durante los dos primeros meses, deberían cerrar sus ojos y sentarse ante el sol suave de la mañana y calentarse los párpados. Todos los días durante diez minutos y, además, deberían utilizar agua calentada, cargada por la energía solar como colirio ocular. Después de dos meses, cuando vean que su visión ha mejorado un poco, pueden empezar con el Sungazing con los ojos abiertos y, poco a poco, sus problemas se curarán. Poco a poco irán haciendo más Sungazing y, cuando lleguen a la práctica de 90 días, ya estarán mirando al sol durante 15 minuto. En estos momentos experimentarán una salud mental perfecta.

Feliz Sungazing.

 

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