Lo primero es la consciencia. Lo primero, infinito y eterno. Tan inconmesurable como imposible de definir desde una consciencia y conciencia finitas, atrofiadas. Por tanto, replicando a uno de los padres modernos de su estudio, Richard Maurice Bucke, afirmamos que “existe un estado de consciencia que conecta al ser con el cosmos y que se aprecia claramente en las grandes personalidades que han existido a lo largo de la historia de la Humanidad”.
En Universo Gesara, damos un paso más y manifestamos que este “fenómeno” se aprecia tanto en la historia que nos han contado a medias, como, y sobre todo, en la Historia que nos han ocultado. Afortunadamente, la Historia oculta de la Humanidad, la verdadera, está emergiendo para disfrute del auténtico conocimiento y para la expansión de la consciencia a niveles cósmicos.
Otro estudioso de este concepto, Gary Lachman, en su obra “La Historia secreta de la consciencia” deja constancia de su postura con las siguientes palabras: “siempre existirán individuos como yo, que consideren que todo el proyecto científico de explicar la consciencia está mal encaminado. Para nosotros, explicar la consciencia sería lo mismo que ‘explicar’ una cantata de Bach o Los Girasoles, de Van Gogh”.
Así es, la Consciencia cósmica, más que demostrarse desde lo material, desde una ciencia encapsulada en dogmas inmutables, se intuye, se experimenta, se siente. Te trasciende desde el tú-yo aquí-ahora al Nosotros-Todo infinito y más allá. Desde la dualidad a la Unicidad. Desde el tiempo-espacio material concreto y perecedero al siempre energético en movimiento toroidal multiuniversal.
En Universo Gesara coincidimos con ambos investigadores en una idea primordial: “los seres humanos, tal como son, no constituyen el punto final de una evolución, y que su consciencia, tal como es, no es un estado definitivo alcanzado por casualidad. […] aún existe la posibilidad de que los seres humanos evolucionen hacia algo muy diferente y de que dicha diferencia adopte la forma de una consciencia nueva, más amplia y expansiva, que ya se ha manifestado en el pasado y continúa haciéndolo en el presente”.
En suma, y a modo de introducción de esta sección de Universo Gesara, la consciencia cósmica es una facultad emergente y recuperada que constituye la próxima etapa del desarrollo humano, después de una larga noche oscura del Alma.
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