LIMPIEZA HEPATICA
El hígado es uno de los órganos más importantes del cuerpo humano. Después de la piel, es el más grande. Se encarga de ejecutar diversos procesos básicos para la salud. Por ejemplo, se encarga de filtrar la sangre para encontrar y eliminar las toxinas y las células que el cuerpo no necesita. El hígado es también un almacén de vitaminas —A, D, E y K— y el encargado de sintetizar los lípidos y los glúcidos. Además, el hígado crea los nutrientes y se encarga de metabolizar los medicamentos para que no resulten nocivos para el organismo.
Entre sus funciones más importantes están las de fabricar algunas de las proteínas necesarias para el plasma sanguíneo, equilibrar y producir glucosa en la medida en la que el cuerpo la vaya necesitando; elaborar colesterol y proteínas especiales que permiten enviar grasas a todo el cuerpo. Y secretar bilis, con la que se transportan los desechos y se descomponen las grasas en el intestino durante el proceso de la digestión. Es capaz de regular los niveles de aminoácidos necesarios para formar proteínas. También convierte el amoniaco tóxico en urea que el cuerpo excreta a través de la orina, procesa la hemoglobina para poder utilizar el hierro que almacena, regula la coagulación sanguínea y ayuda a resistir infecciones gracias a la elaboración de factores de inmunidad y a la eliminación del torrente sanguíneo.
Recibe, drena y procesa el 85% de la sangre todos los días de la vida. Todos los alimentos absorbidos van directamente al hígado, donde son metabolizados y almacenados en forma de nutrientes y minerales para su posterior utilización cuando sea necesario. Su función es deshacerse de todas las sustancias nocivas. Por ejemplo, el alcohol, las drogas, aditivos y pesticidas.
Cuando el hígado ha descompuesto las sustancias nocivas para el organismo, secreta los subproductos a través de la bilis o la sangre. Los subproductos biliares llegan al intestino para expulsarse con las heces; los subproductos sanguíneos se filtran en los riñones y salen del cuerpo con la orina.
Según la Medicina Tradicional China (MTC), el hígado atesora “el alma” de la persona y atempera el diálogo mental. La primavera es la mejor estación para el hígado y la vesícula, porque representa el cambio, la del viento y la apertura. El cuerpo avisa cuando necesita una limpieza con síntomas físicos y emocionales. Por ejemplo:
- Dolor y malestar en la boca del estómago, nervios
- Sensación de nudo en la garganta, de falta de aire o suspiros frecuentes
- Síndrome premenstrual agudo, miomas, tensión mamaria
- Ganas de comer alimentos amargos
- Dificultades digestivas, sensación de empacho, colesterol en sangre o procesar el alcohol lentamente
- Cefalea o migraña, ansiedad, miedos, depresión, tristeza
- Cara y ojos rojos, manchas marrón claro en la piel
La limpieza hepática ayuda al hígado a mejorar su estado y funcionamiento a través de la alimentación.
Los beneficios más importantes de la limpieza hepática son:
- Mejorar la digestión, el flujo de bilis y la motilidad de la vesícula e intestinos. Ayuda a perder peso y reducir el colesterol, la visión, la piel, la memoria visual, la fantasía, la imaginación y la creatividad
- Favorecer la iniciativa y la curiosidad, un estado de ánimo positivo, la concentración, un sueño más reparador y reducir el insomnio
- Aumentar el rendimiento deportivo
- Reducir las alergias y refuerza tu sistema inmunológico
Si deseas ayudar a tu hígado, evita el consumo de alimentos proinflamatorios: café, bebidas gaseosas, alcohol, edulcorantes artificiales, tomate y salsa de tomate, ketchup, alimentos picantes y condimentados, bebidas con cafeína, los jugos y las bebidas cítricas industriales, el MSG (glutamato de monosodio), y, todos los azúcares, las harinas refinadas y las drogas. Evitar el consumo de grasas saturadas animales (carnes rojas, embutidos, quesos curados).
Los alimentos a incorporar durante la limpieza hepática:
Frutas y verduras crudas biológicas de temporada, aloe vera, zumo de ½ limón en 1 vaso de agua tibia en ayunas, ajo, cebolla, manzana, aguacate, uva, cítricos, melocotón, papaya, plátanos, verduras de hoja verde, zanahoria, apio, alcachofa, brócoli y coliflor, espinacas, semillas, escarola, berro y lechuga. Arroz. Hierbas aromáticas, cardo mariano, cúrcuma, equinácea y silimarina. Ortiga, llantén, diente de león, bardana, trébol rojo, acedera en ensaladas, sopas o infusiones. Se aconseja hacer una dieta vegetariana y orgánica.
Finalmente, entre otras fórmulas, se puede utilizar la tisana hepática en ayunas de Santiveri, de «Manantial de la Salud» (Andreas Moritz), o de La Dolça Revolució de Pamies. Es una tisana para tomar mínimo 28 días, una vez al día, después de la luna nueva, el día 3 o 31 de enero. Si te gusta o lo deseas, puedes tomarla también entre comidas, o combinarla con té verde o jengibre.
Cómo ayuda el silicio al hígado
Específicamente, el silicio es un gran aliado de nuestro hígado, que es el órgano con mayor capacidad regeneradora. Para ayudarlo a revertir los procesos inflamatorios y llevar a cabo la regeneración del tejido hepático, se recomienda una dieta rica en silicio. Este mineral es un potente hepatoprotector que evita los procesos degenerativos de los tejidos. Es decir, favorece la buena salud hepática para que este órgano depure de la mejor forma el organismo. Se denomina hepatoprotectores a todas las sustancias que protegen el hígado gracias a que bloquean la entrada de sustancias nocivas, mejoran su funcionamiento y ayudan a prevenir trastornos en este órgano, en la vesícula y el estómago. Además, las funciones del silicio que mejoran ciertas patologías son las siguientes:
En el tejido conectivo ayuda en la mineralización ósea, la síntesis del colágeno y elastina y en la matriz extracelular. Esto mejora a pacientes con osteoporosis. En el sistema inmune, estimula la proliferación de linfocitos y regula la respuesta inflamatoria.
En el cerebro, reduce la absorción de aluminio y facilita su excreción; además, evita que se acumule. Esto ayuda en enfermedades neurodegenerativas como el Alzheimer y la esclerosis múltiple. En las arterias tiene un efecto protector ya que inhibe la acumulación del colesterol. Esto ayuda a prevenir la arteriosclerosis y la hipertensión arterial.
Los alimentos ricos en silicio son los de origen vegetal. Se encuentra en los cereales integrales —arroz, trigo, cebada, maíz, avena—, en hortalizas como las judías verdes, el rábano, las zanahorias; tubérculos como las patatas y en frutas como plátano, mango, piña, uvas. También son una fuente importante de silicio las semillas y las especias. En general, una dieta rica en frutas, verduras y legumbres ayuda a luchar contra los radicales libres y otras sustancias que pueden oxidar el organismo y que son los responsables del estrés oxidativo. Las plantas con mayor porcentaje de silicio son la cola de caballo y el romero.
Propuestas de sopas y licuados beneficiosos para el hígado:
- Alcachofa, manzana y el zumo de medio limón: hervir y triturar.
- Apio, avena y jengibre: hervir y triturar
- Cebolla, nabo negro y zanahoria: Hervir. Se puede tomar el caldo o triturarlo todo como una crema,
- Lechuga, manzana y cilantro. Puedes utilizar lechuga de hoja de roble, unas 6 hojas. Añade una manzana Golden grande y una rama de cilantro. Exprime media lima y licua bien.
- Lechuga, menta y kiwi. Para este batido puedes probar con la lechuga que prefieras. Una buena opción es la de trocadero. Selecciona 6 hojas y licualas con un kiwi sin piel, una pera y una rama de menta.
- Brócoli, mango y naranja. Licua 100 gramos de brócoli, un mango y el zumo de dos naranjas.
- Espinacas, pomelo y fresas. Para preparar este batido sólo tienes que licuar unos 75 gramos de espinacas, el zumo de un pomelo, un manojo de perejil y unos 250 gramos de fresas.
- Apio, pepino, manzana, espinaca, zumo de limón, jengibre y perejil.
- Batido verde específico para eliminar líquidos: piña, pepino, apio y agua.
- Batido verde con efecto antioxidante: manzana, apio, espinacas y zumo de limón.
- Batido verde para nutrirte al máximo: hojas de lechuga, espinacas, frambuesas, zumo de naranja, bebida vegetal (arroz, avena o almendras, la que más te guste).
1. Un bote de capsulas de Acido Málico de Manzana.
2. Cuatro cucharadas soperas de sales de Epson disueltas en tres vasos de agua.
3. Medio vaso de aceite de oliva virgen.
4. Zumo de pomelo (preferiblemente Rosa), suficiente para llenar dos tercios de un vaso.
5. Dos frascos de medio litro de capacidad, uno de ellos con tapa.
PREPARACION:
1. Acido málico de manzana :Tomar 3 capsulas tres veces al día durante seis dias:
• El AC. Málico que contiene el zumo de manzana suaviza los cálculos biliares y facilita su paso por los conductos biliares.
2. Recomendaciones de dieta:
• Durante los 6 días de preparación se debe evitar tomar alimentos o bebidas frías, ya que enfrían el hígado y reducen la eficacia de la limpieza.
• Evitar comidas de origen animal, lácteos y fritos y evitar comer en exceso.
3. La mejor hora para la limpieza:
• Los segmentos inicial y final de la limpieza hepática, se lleva a cabo durante un fin de semana, que no estemos expuestos al estrés.
4. Toma de medicamentos:
• Durante la limpieza hepática, evitar tomar medicamentos o suplementos que no sean totalmente necesarios.
5. Limpiar el colon antes y después de la limpieza hepática:
• Hidroterapia de colon.
• Lavativas.
EL PROCESO DE LA LIMPIEZA:
NOCHE:
18 Horas:
• Añadir 4 cucharadas soperas de Epson a tres vasos de agua filtrada en una jarra.
• Con esto tenemos cuatro porciones de ¾ de vaso cada una.
• Tomar la primera porción ahora.
• Una de las principales funciones de las sales de Epson es dilatar y ensanchar los conductos biliares facilitando el paso de las piedras.
20 Horas:
• Beber la segunda porción ¾ de vaso de sales de Epson.
21:30 Horas:
• Si a esta hora aún no se ha evacuado y no realizo limpieza de colon dentro de las 24 horas anteriores, aplicar un enema de agua. Esto desencadena una serie de evacuaciones.
21:45 Horas:
• Lavar bien los pomelos, exprimirlos y retirar la pulpa.
• Necesitamos ¾ de vaso.
• Mezclar el zumo y medio vaso de aceite de oliva en el frasco.
• Cerrar el frasco y agite fuertemente, hasta que la solución se vea acuosa.
22:00 Horas:
• Tomar la mezcla que hemos preparado.
• No tardar más de cinco minutos en tomar la mezcla.
Acostarse inmediatamente:
• Esto ayuda a que los cálculos se suelten.
• Apagar las luces y acostarse boca arriba.
• La cabeza debe estar a una altura mayor que el abdomen.
• Permanecer en esta posición por lo menos durante 20 minutos.
• Si durante la noche se siente la necesidad de evacuar, hágalo.
A la mañana siguiente:
6:00 – 6:30 Horas:
• Al despertarse pero no antes de las 6 de la mañana beber el tercer vaso de sales de Epson.
• Si tiene sueño, vuelva a la cama, aunque es preferible que el cuerpo permanezca en posición vertical.
8:00 – 8:30 Horas:
• Beber el cuarto y último vaso de sales de Epson.
• Durante la mañana y, quizás, por la tarde, se tendrán varias deposiciones, con distintos cálculos.
• Las piedras de color más claro son las más recientes.
• Las piedras más negruscas son las más antiguas.
IMPORTANCIA DE LA LIMPIEZA DEL COLON
• La limpieza del colon asegura que los cálculos arrojados sean eliminados del intestino grueso con facilidad.
• Se debe hacer al 2º o 3º día de la limpieza hepática.
• Si hay cálculos en el colon, estos pueden causar irritación, infección, dolores de cabeza y del estomago, problemas en el tiroides, etc.
• Estas piedras pueden convertirse en una fuente de toxemia en el cuerpo.
Otros aspectos a tener en cuenta siempre
Cuida la parte emocional. El estrés no es bueno para tu mente ni para tu cuerpo. Episodios recurrentes de estrés y ansiedad pueden inflamar, oxidar y dejar falto de defensas el organismo. Ante una situación de estrés agudo, tu cuerpo segrega adrenalina para poder hacer frente a la situación. Esto, a su vez, propicia que aumente el ritmo cardiaco, la presión arterial y el ritmo respiratorio. Además, disminuye la secreción gástrica, el hígado libera glucosa y el páncreas, insulina. Si los episodios de estrés son recurrentes, todas estas reacciones y sustancias que el cuerpo libera pueden llegar a ser muy perjudiciales. Si continuamente segregamos cortisol, el cuerpo se inflama, oxida y envejece. Para contrarrestar todos estos efectos, lo mejor es cuidar del propio mundo emocional con alguna técnica psicofísica. Básicamente, controla tus pensamientos, sentimientos y emociones para mantener un equilibrio psicofísico.
Fuentes:
Andreas Moritz. Limpieza hepática y vesicular
Gisela Izard. Nutrició Saludable.
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