Ruta templaria Sevilla-Badajoz-Huelva guiada por Emilio Carrillo
LOS TEMPLARIOS: ORIGEN, SABIDURÍA, SECRETOS Y SU PRESENCIA EN LA MAYOR ENCOMIENDA DE LA PENÍNSULA IBÉRICA Y LAS COSTAS ATLÁNTICAS
Visita a los enclaves y castillos templarios de Burguillos del Cerro, Cortegana, Isla de Saltés, Jerez de los Caballeros, La Rábida y Sevilla, así como el Parque Nacional y Natural de Doñana.
El Curso de Verano sobre Los Templarios: origen, sabiduría, secretos y su presencia en la mayor encomienda de la península ibérica y las costas atlánticas se desarrollará entre el 6 y el 12 de julio de 2024. Organizado por la Asociación Acción y Evolución, será impartido por Emilio Carrillo, autor de libros como Los Códigos Ocultos, La Orden del Temple: un nuevo descubrimiento, El último reino templario y Los Templarios: su sabiduría y secretos y su presencia en la mayor encomienda de la Península Ibérica y en las costas atlánticas.
Habiéndose escrito y comentado mucho sobre la Orden del Temple, siguen siendo muy numerosos los enigmas y secretos en torno a su origen, entre finales del siglo XI e inicios del XII, su espectacular consolidación y crecimiento durante doscientos años, el poder y riqueza que acumuló, los saberes esotéricos que atesoró, su violenta desaparición a partir del asalto de las tropas del papa y la realeza al Temple de París en 1307 y el legado que dejó, y se ha mantenido vivo a lo largo de centurias hasta llegar a nuestros días.
Sin embargo, resulta tan contradictorio como sorprendente que se haya prestado escasa atención a una de las encomiendas templarias que más y mejor puede contribuir a desvelar tales enigmas y descifrar esos secretos dada su localización y envergadura territorial y los avatares y circunstancias de su historia.
Se trata del Bayliato de Jerez de Badajoz –hoy, de los Caballeros en honor, precisamente, a los templarios-, que se configuró a partir de 1230 como la mayor encomienda templaria de la península ibérica. Su extensión se aproximó a la actual provincia de Vizcaya y así continuó hasta la caída por las armas del castillo de Jerez en 1312, cinco años después del asalto al Temple de París que supuso el principio del fin de la Orden oficial. Junto al citado de Jerez, castillos como los del Burguillos del Cerro o Cortegana dan testimonio de su presencia y poderío. La indagación en la configuración y devenir de este Bayliato, tal como se hará en este Curso, constituye el marco ideal para ahondar en lo que fue el verdadero origen y desarrollo de la Orden, las claves principales de sus saberes esotéricos y la revelación de la simbología que desplegó desde el conocimiento de la Geometría Sagrada.
Pero es que, además, fue este Bayliato desde donde el Temple se adentró en el corazón de Al-Andalus y participó en la toma cristiana del Reino de Sevilla -la última conquista de la que el Temple formó parte-, fraguada en 1248 y, tras la cual, la Orden recibió una serie de notables posesiones tanto en la actual ciudad de Sevilla como en las costas atlánticas onubenses -La Rábida y la Isla de Saltés, principalmente- en las que hacía tiempo había puesto sus miras y que ayudan a explicar lo que quizás sea uno de los misterios templarios más desconcertantes: sus posibles viajes en búsqueda de oro y plata a unas tierras americanas que teóricamente no serían descubiertas hasta 1492 (no en balde, a La Rábida acudió Cristóbal Colón a finales de 1484 para pergeñar su viaje).
Todo lo cual permite, por otro lado, comprobar sobre el terreno el modelo geoestratégico templario caracterizado por el examen minucioso de las ventajas comparativas del territorio del que se trate y su rentabilización mediante el emplazamiento exacto de sus dominios y castillos; el gusto por la geometría y la reproducción de escalas en el diseño del mapa de ubicación de sus encomiendas y fortalezas; la equidistancia y las causalidades numéricas entre ellas; y la preferencia por los recintos con raigambre espiritual y energética. De hecho, la llegada, afianzamiento y expansión del Temple en los amplios espacios que tuvo bajo su control entre las hoy provincias de Badajoz, Huelva y Sevilla es una demostración patente de las señas de identidad de tal modelo; y representa un caso práctico de gran valor en el conocimiento del “modus operandi” de la Orden.
Y para completar un escenario histórico tan intenso e interesante, se sabe fehacientemente que los documentos, reliquias y objetos sagrados que el papa y el rey de Francia querían conseguir en el Temple parisino fueron sacados del recinto pocas horas antes del asalto, existiendo la hipótesis fundamentada de que el cargamento que los transportaba tomó dirección sur, hacia la Península Ibérica, y, más concretamente, hacia la encomienda más sobresaliente de la misma, es decir, la de Jerez de los Caballeros. Razón por la cual el castillo de Jerez no fue cedido pacíficamente a la corona tras la disolución de la Orden, como ocurrió con la inmensa mayoría de las posesiones templarias en Europa, sino que, bajo la heroica e inteligente dirección de Juan Bechao, último Maestre del Temple en Jerez, soportó el asedio hasta 1312, cuando ya el mencionado cargamento traído de París había sido puesto a salvo en tierras no cristianas. Su valentía fue castigada con su ejecución y las de otros muchos caballeros templarios en la Torre del Homenaje del recinto amurallado, motivo por el que, 700 años después, se le sigue llamado “La Ensangrentada”.
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