Viaje por ¡sorpresa¡ Espacio UNIVERSOS. Capítulo 2                      

Hola, de nuevo, Almas Viajeras.

Hace un par de semanas, el primer capítulo de la crónica de “Viaje por ¡Sorpresa¡” acabó en el momento en que partíamos desde La Alberca (Salamanca) con destino a Hornillos de Eresma, en la provincia de Valladolid. Allí nos esperaba Raúl Alonso, el promotor del Espacio Universos. Esa visita será el contenido de este segundo capítulo.

Después de un monótono trayecto por el secarral castellano-leonés, en plena siesta, y pasado Olmedo, -el pueblo que da parte del título a la famosa obra de teatro de Lope de Vega-, entramos en un paraje que nos trasladó, ¡por sorpresa¡, a los pinares onubenses cercanos a  Doñana y a los viñedos jerezanos camino de Cádiz. La presencia cercana del río Eresma ha gestado un frondoso bosque de ribera que aporta a esta zona del árido paisaje vallisoletano un verdor y frescura inesperados para el foráneo, además de un microclima excepcional  para la producción de buenos vinos. Os recuerdo que en la comarca se elabora el vino blanco denominación de origen Rueda y su variedad más popular, el Verdejo. También está cerca la más que famosa denominación de origen Ribera del Duero. 

http://www.provinciadevalladolid.com/es/hornillos-eresma/naturaleza-aire-libre/prc-va-42-sendero-rio-eresma-hornillos-eresma

https://www.olmedo.es/palaciocaballero/

 

 

Raúl Alonso, un ser humano muy especial 

Como el apuesto Caballero de Olmedo, Raúl Alonso, el alma de UNIVERSOS, nos esperaba tras pasar  el viejo portalón de madera que da entrada a su particular paraíso. Ángela lo adivinó antes de llegar. ¡Vamos al Paraíso¡

A primera vista, nos sorprendió el juvenil e impecable aspecto de nuestro anfitrión, que nos recibía jovial y agradecido por nuestra visita. Se había vestido de blanco para la ocasión. Su porte es muy elegante. Transmite calma, aunque su inquietud por reactivar el proyecto al que ha dedicado dos décadas de su vida se vislumbra en un discurso, de entrada,  precipitado. ¡¡¡Son tantas las vivencias, las ideas, las peripecias, los obstáculos y las satisfacciones que ha experimentado en los últimos veinte años en y por aquel espacio mágico¡¡¡¡¡

Sin embargo, ha sido paciente. Esperaba nuestra llegada desde finales de 2021. Por lo que no es extraño que en nuestra primera toma de contacto directo, aquel atardecer del 7 de julio de 2022, quisiera compartir con nosotros el máximo número de detalles sobre  el sueño que ha convertido en el epicentro de su existencia. Guiados por el anfitrión, realizamos una primera visita rápida de reconocimiento. Vimos la impresionante casa central, la hermosa pagoda, la gran pirámide, los almacenes, los establos, la sala de máquinas, el jardín medicinal, la zona de huerta y frutales, el colmenero y la zona para el cobijo nocturno de aves. El río Eresma no pudimos contemplarlo. Anocheció y ya sólo pudimos apreciar un precioso cielo estrellado que se extendía sobre una amplia planicie sin contaminación lumínica ni sonora. La bajada al río quedó reservada para la siguiente jornada. 

La noche se prolongó debido a un intenso debate surgido en torno al  Manifiesto sobre Universos que Raúl nos había entregado al despedirse hasta la mañana siguiente. Tenía que regresar a Valladolid, donde tiene su domicilio habitual y convive con su familia. ¡Por Sorpresa¡ siete almas desconocidas en sus envases actuales hace apenas unos meses nos encontrábamos en un lugar también desconocido, en medio de una oscura noche, y sin entender muy bien qué hacíamos allí. Raúl nos había hecho partícipes de su proyecto, depositando toda su confianza en unas entusiastas viajeras a las que, sin requisito alguno, había acogido con sencillez, amabilidad y generosidad sorprendentes.

En respuesta a su actitud, ejemplo vivo y directo del nuevo ser humano que está gestando la Nueva Tierra, nos enfrascamos con tal compromiso en elaborar una respuesta constructiva al Manifiesto que nos dieron las tantas sin caer en la cuenta de que no probábamos bocado desde el almuerzo en casa de Antonia, en La Alberca.  Y, como ha ocurrido en otros momentos del viaje, ¡por sorpresa¡ -dejándonos fluir- improvisamos una cena tardía con las sabrosas provisiones compartidas que llevábamos. De nuevo, las observaciones sobre las peripecias de la jornada nos devolvieron a las risas y confidencias. Volvió a fluir el espíritu  soberano, aventurero y divertido. No acabábamos de descubrir para qué estábamos allí. Pero, si el Universo nos había llevado, ¡Por Sorpresa¡ y en aquel preciso momento, era porque así tenía que ser. Estaba escrito, como diría una amiga de Inma, objetivo final de nuestro viaje.  Así que …. confianza y disfrute del Aquí y Ahora, concluimos.  Ya iríamos descubriendo en el camino el misterio aún no revelado.

La noche aún nos depararía más sorpresas cuando decidimos proceder a acostarnos para descansar unas horas. Y, si era posible, dormir. Personalmente, conseguí entrar en fase de sueño profundo rápidamente.  La contemplación del cielo estrellado sobre la arboleda que bordea el Eresma fue un somnífero de eficacia inmediata y prolongada hasta las primeras claras del nuevo día.

El nuevo día prometía convertirse en una jornada muy interesante y no defraudó,  gracias a la hospitalidad de Raúl, al paseo matinal que nos permitió conocer con más detalle el sitio y a la pradera de hipérico que se extendía ante mi vista.

Las primeras horas de la mañana fueron muy relajadas, con degustación de infusiones de plantas del lugar y lectura de oráculo incluida, a cargo de nuestra particular Pitia. Después del almuerzo, gentileza de Raúl, el intercambio sincero de ideas, opiniones, sensaciones y emociones se prolongó hasta el atardecer, instante en que se nos propuso realizar un paseo a través del río, con escala en sus distintas calitas y ritual de salutación al árbol guardián del lugar.  

A la mañana siguiente, partíamos temprano rumbo a Asturias, la meta definitiva de nuestro viaje por ¡Sorpresa¡, después de despedir a Laura, que volvía a Córdoba; y a Antonia y Raúl, que viajarían juntos hasta Valladolid, desde donde nuestra inquieta pelirroja  regresaría en Blablacar a La Alberca. Antes, había regado el huerto.

 

 

La ruta asturiana será el contenido del tercer y último capítulo de esta serie. Pero, ahora, quiero mostraros algunas imágenes más del magnífico reportaje fotográfico de Nati, que supo captar con su cámara la esencia de aquella primera estancia en UNIVERSOS. Y, a continuación, os dejo el Manifiesto resultante de nuestro debate nocturno inicial. Es un texto abierto que seguiremos enriqueciendo en un proceso creativo en el que os animamos a participar. Gracias por todo, Raúl. Fue un placer compartir tiempo y espacio. Hasta la próxima. Volveremos a UNIVERSOS. 

 

 

Manifiesto UNIVERSOS. ESPACIO DE VIDA CONSCIENTE

UNIVERSOS es un espacio creado para la práctica de una vida consciente en plena naturaleza. Ofrece un lugar abierto para realizar actividades con el fin de enriquecer el desarrollo personal y el crecimiento espiritual. Nuestros pilares son una Alimentación Consciente en todos nuestros planos, el cuidado de la Madre Tierra, el cultivo de nuestra comida, la práctica de hábitos saludables y la utilización responsable de los recursos.

El proyecto nació hace 20 años con el humilde propósito de ser un lugar inclusivo, participativo y accesible. Hoy, pretende ser un espacio de convivencia, de intercambio y desarrollo de iniciativas conscientes para contribuir al momento de salto evolutivo de la Humanidad y de la Tierra.

La facultad de participar de sus actividades está abierta a quienes quieran colaborar en la metamorfosis del mundo que conocemos y de nosotros mismos. Porque el cambio de nivel de consciencia parte de la comprensión de nuestra propia naturaleza física y espiritual. Como humanos, somos seres libres, con un potencial infinito, llamados a brillar mostrando los dones y talentos con los que nacimos a esta experiencia terrestre.

En UNIVERSOS hallarás un espacio de PAZ, respeto, concordia, armonía, coherencia e integridad, creado para ayudarte a recordar quién ERES, de dónde vienes y a dónde vas. Tienes una misión, única, y estás aquí para llevarla a cabo. En ese proceso, tendrás que superar debilidades, limitaciones y obstáculos, despojándote de patrones, miedos, cargas y culpas que impiden tu apertura a las bondades del espíritu.

Sin dogmas, ni credos, proponemos elevar las conciencias a través de la  búsqueda innata en todo ser humano, que le permitirá descubrir y desarrollar su poder. Y haciendo del encuentro con el otro y lo otro un estímulo para la superación, la colaboración, la empatía, la generosidad, la compasión y el amor. Queremos promover cambios en el comportamiento individual que, como semillas de transformación, florezcan en el Bien Común, expandiéndose en comunidades justas, amables y equilibradas.

Somos soberanos, creadores de Realidad Consciente. Cuidamos de nuestra salud, de las relaciones y de la Tierra a través de prácticas biodinámicas y terapias holísticas que nos ayudan a vivir una experiencia plena. Aplicar el funcionamiento de las energías vitales, de las fuerzas arquetípicas y de los ritmos cósmicos en el quehacer cotidiano es el método.

Nuestra finca se extiende a lo largo de 14 hectáreas inmersas en plena naturaleza, a orillas del Río Eresma, un afluente del Duero que discurre bordeando un bosque de ribera al sureste de la provincia de Valladolid. Una hectárea se dedica al cultivo de un huerto orgánico. Otra, a bosque comestible y una tercera a jardín medicinal. Todo el espacio se considera como un organismo vivo en el que las plantas, los animales y los seres humanos formamos parte de una red de apoyo mutuo.

El alimento y la medicina aquí cultivados son los frutos de un suelo fértil, enriquecido de forma natural, y manteniendo un ecosistema sostenible. Son productos abonados con amor y conciencia, que nutren cada parte de nuestro SER y proveen en abundancia a quienes acuden a compartir esta aventura, en un ambiente de alta vibración, conexión, disfrute, hospitalidad y vocación de servicio.

Disponemos de infraestructura apta para el desarrollo de diferentes actividades. La casa principal se distribuye en tres plantas diáfanas de 120m2 cada una, con cocina y comedor y espacios para realizar encuentros con posibilidad de alojamiento compartido. Una pagoda acristalada y amplios espacios verdes permiten disfrutar de encuentros al aire libre y en contacto con la Tierra.

Te esperamos para descubrirlo. Puedes participar en nuestras actividades, organizarlas, colaborar como voluntario, laborar con nosotros, alojarte en el espacio. En estos momentos, necesitamos de manera urgente agricultores que se ocupen de la huerta. Estamos en Hornillos de Eresma. A  treinta  minutos en coche desde Valladolid y a hora y media desde Madrid.

TELÉFONO DE CONTACTO: +34 629 42 00 90

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