El 25 de julio de 2020 tuvo lugar la presentación pública de las conclusiones del primer encuentro internacional de «Médicos por la Verdad» en España. Previamente, se constituyó en Alemania una comisión extraparlamentaria de profesionales de distintas especialidades para exigir responsabilidades sobre lo que consideran medidas desproporcionadas y dictatoriales para hacer frente a la enorme farsa de la pandemia.

El colectivo cuenta ya con miles de miembros y se extiende por toda América Latina y los demás continentes. Desde su creación, miembros de la plataforma ofrecen charlas por toda España en las que participan médicos nacionales y de diferentes países dando su versión profesional y documentada sobre los acontecimientos que están ocurriendo en torno a esta crisis sanitaria. Aportando normativa, recomendaciones, estudios, informes, análisis de datos, verificación de pruebas, contraste de hechos y evidencias científicas muestran su disconformidad con la versión oficial que repiten las autoridades y los medios de comunicación, a pesar de las continuas incoherencias, contradicciones y errores estratégicos.

Las cifras reales de afectados ni siquiera indican la existencia de una epidemia, los test que se utilizan para dar las cifras oficiales de afectados no son fiables, según, entre otros expertos, el premio Nobel que los creó, Kary Mullis; el ministerio y los medios de comunicación manipulan las cifras; no existe rigor científico para justificar el uso indiscriminado de mascarillas, según la misma OMS, y si muchas contraindicaciones a corto, medio y largo plazo. Las primeras autopsias realizadas en Italia y Alemania han determinado que el protocolo inicial impuesto por las autoridades sanitarias mundiales provocó la avalancha de fallecimientos por mala praxis médica.

Diversos estudios relacionan el pico de la crisis sanitaria, especialmente en Italia y España, con los efectos de la campaña de vacunación contra la gripe 2019-2020, entre otros factores coadyuvantes (confinamiento, negación de tratamientos a la mayoría de los enfermos de cualquier patología, inhabilitación de los sistemas sanitarios públicos, estrés, miedo, ansiedad.

Los argumentos, las pruebas y los testimonios que justifican esta serie de denuncias se cuentan por millones en todo el mundo. Sin embargo, se ocultan, se tergiversan, se atacan y se criminalizan las voces discrepantes con el discurso dominante gracias al poder intoxicador de los mass media, controlados y financiados por el poder. No sabíamos que la ciencia es un dogma inamovible e incuestionable. Hasta el 11 de marzo de 2020, la propia medicina recomendaba una segunda opinión médica. Ahora cualquier opinión disidente es herejía. ¿Por qué este miedo a la libertad de expresión? La lucha por alumbrar la Verdad está siendo dura. Pero, la Luz vencerá.

En las numerosas conferencias e intervenciones públicas que los médicos, científicos y especialistas de la Salud por la Verdad vienen ofreciendo por todo el mundo exponen evidencias, pruebas y testimonios de, entre otras muchas que se incluirán en un exhaustivo informe, las siguientes conclusiones:

  • Los test PCR, que se utilizan para dar las cifras oficiales, no sirven para determinar los contagios. No son fiables, son ineficaces. El propio inventor del Test y Premio Nobel Dr. Kary Mullis lo afirmaba. Ante cualquier resfriado, infección o residuos de antiguas vacunas y contaminantes atmosféricos o alimentarios puede dar positivo. Por tanto, los rebrotes son falsos y las cifras oficiales también. En este sentido, la catedrática Martínez Albarracín lo ha explicado en todo tipo de foros.
  • No existe ningún rigor científico en la utilización indiscriminada de las mascarillas en la población sana. Así lo confirma el propio Ministerio de Sanidad en su página web, en el apartado preguntas y respuestas. Por el contrario, sus contraindicaciones son amplias.
  • Las cifras reales de afectados indican que no estamos ni siquiera ante una epidemia. En EEUU, el gobierno ha reducido el número de fallecimientos al 6 por ciento del que se había dado hasta la fecha.
  • Se han publicado estudios que sustentan la hipótesis de que las vacunas antigripales pudieron haber causado la propagación del virus, y por ende, la causa de tantos fallecimientos de ancianos, debido a la inoculación de la cepa y de los coadyuvantes, que portan toxinas, una especie de detergente para facilitar su inserción en sangre.
  • La crisis sanitaria ha sido la excusa para provocar la quiebra programada del sistema social y económico; la imposición de mayor control a la población y la consiguiente violación y pérdida de nuestros derechos y fundamentales.
  • Los centros de salud y hospitales no están cumpliendo su función social. La medicina tampoco. Un médico no puede realizar su trabajo por teléfono. El médico se debe a su juramento hipocrático no al gobernante de turno.
  • Las cifras de fallecidos se deben en gran parte a los fallos en los tratamientos en las residencias de ancianos, sumado a las vacunaciones antigripales masivas obligatorias en ellas, la falta de contacto familiar, las sedaciones masivas impuestas, las faltas de tratamientos adecuados, los aislamientos forzados, la ausencia de ingresos hospitalarios, ….
Ministro de Salud alemán reconoció el 1 septiembre en tv que las medidas contra la pandemia han sido y son excesivas

  • Se han silenciado las voces discrepantes. El Gobierno compró el silencio, sobre todo de las televisiones privadas, concediéndoles quince millones de euros, al margen de las millonarias campañas publicitarias subvencionadas y las concesiones no publicitadas. Newtral y Maldita, y demás supuestos verificadores informativos, por muy bien regadas que estén por el gobierno y por los productores de las vacunas que se pretenden imponer como única solución a esta falsa crisis, no son fuente científica ni objetiva. Todo lo contrario, pretenden autoproclamarse jueces siendo parte muy beneficiada en este pleito entre los defensores de la Humanidad y una élite genocida que ha publicitado sus planes con premeditación y alevosía (Evento 201, entre otros).
  • Se ha magnificado por los medios las cifras y las consecuencias de la enfermedad, atribuyéndole la causa de miles de fallecimientos cuando, en realidad, el origen eran patologías previas severas. Las mentiras oficiales y mediáticas machaconamente repetidas día a día, hora a hora, casi minuto a minuto, en las televisiones y otros medios han infundido un miedo en la población que el gobierno ha utilizado como arma de control social. Muchas personas llaman a la estrategia mediática terrorismo periodístico. Y no van mal encaminados. El pánico al terrorismo islámico ha sido sustituido en estas fuentes oficiales de manipulación por un «virus asesino» que aún no ha sido aislado ni identificado según los protocolos científicos vigentes.
Enrique de Vicente entrevista a José Antonio Campoy, director de la prestigiosa revista médico-científica Discovery DSalud

  • No estamos ante un virus letal y las medidas adoptadas contra la población en general sólo han agravado la situación, provocando muertes que se podrían haber evitado con los tratamientos correctos y causando efectos que, a medio y largo plazo, tendrán graves consecuencias, especialmente en niños y jóvenes.
  • Se debería utilizar el Dióxido de Cloro, el ozono y otros tratamientos cuya eficacia se ha confirmado a lo largo de los últimos meses, al menos, en la fase inicial. Son baratos, asequibles y sin efectos secundarios. Todo lo contrario de lo que ocurrió con los protocolos establecidos por la OMS.
  • La OMS tampoco es fiable, es una corporación semiprivada con estrechas conexiones con las multinacionales privadas cuyos líderes anunciaron esta crisis y se frotan las manos ante los pingües beneficios que obtendrán de las ventas mundiales de las vacunas que están promocionando como única solución a la pandemia que ellos crearon de la nada. Y no lo dicen los médicos por la verdad, lo dice siempre que se le pregunta su portavoz: Bill Gates.

Consejos y recomendaciones de los Médicos por la Verdad

«Médicos, investigadores, biólogos y expertos en distintos ámbitos de la Salud de todo el mundo cuestionan la narrativa dominante en torno a la pandemia«. Gran parte de sus testimonios se recogen en la página web: https://www.medicosporlaverdad.com

«Miles de expertos en salud son censurados en los grandes medios de comunicación de todo el mundo. Tras los acuerdos con la gran industria, la censura se extiende ahora a Google, Youtube, Facebook y otras redes sociales. Seis grandes corporaciones controlan ya el 90 por ciento de la información mundial.  (Había más de 50 hace tan solo unas décadas)».
REDES ALTERNATIVAS

El sistema inmunológico y tu salud

«Todos los expertos que aportan su perspectiva en esta plataforma de información coinciden en que la solución a las enfermedades radica en un sistema inmunológico fuerte. Muchos creen que es necesario pasar por el contagio para inmunizarse del virus de forma natural, mientras que otros van más allá para afirmar que los virus están asociados a las enfermedades, pero como un desecho que expulsan las células cuando han sido contaminadas con toxicidad química y/o electromagnética.

La mayoría cuestiona la seguridad y eficacia de la vacunación masiva y nos advierten sobre el uso de pesticidas como RoundUp y del peligro para la vida en el planeta de la contaminación electromagnética, en especial la 5G.

Algunos denuncian abiertamente la manipulación de la CDC y la OMS y sus sucursales de sanidad en el mundo, porque, desde hace más de una década, son financiadas casi totalmente por fundaciones vinculadas a la industria farmacéutica, que cuentan además con la ayuda de las puertas giratorias entre las agencias gubernamentales y la gran industria.

La crisis actual representa una oportunidad de cambio para exponer y transformar ideologías anticuadas que restringen la libertad sobre nuestra salud. La teoría de los gérmenes es un paradigma basado en modelos de guerra de invasión patógena que no se sostiene científicamente.Esta teoría ha permitido el gran desarrollo de la industria farmacéutica y está siendo utilizada como instrumento de control geopolítico y social, mediante una agenda de vacunación que somete a la población a través de la penetración corporal forzada.

Como resultado, la medicina occidental convencional funciona como una especie de religión basada en suposiciones de consenso y posturas monoteístas médicas dogmáticas. Este enfoque no es saludable ni científico y, por lo tanto, viola los parámetros éticos del consentimiento informado.

«Creemos que los ciudadanos deben tener libertad para ejercer su derecho natural a la medicina que consideren más conveniente, tanto en la soberanía corporal como en las libertades civiles».

(Colectivo de Médicos por la Verdad)

Con ese fin, nos orientamos alrededor de las premisas fundamentales de que el cuerpo es intrínsecamente sabio, que los síntomas son mensajes orientativos de un organismo que sabe y que la curación radical es eminentemente posible cuando nos alineamos con la tierra y honramos nuestro lugar en el mundo natural«.

Gracias.

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