De Abrucena a El Monasterio. Del Mediterráneo al Cantábrico

De Abrucena a El Monasterio. Del Mediterráneo al Cantábrico

De Abrucena (Almería) a El Monasterio (Asturias);  del Cabo de Gata a la playa de Merón; del Mediterráeo al Cantábrico, con paradas previas en Rodalquilar y Cabo de Gata, y a la orilla del río Eresma (en Espacio Universos, provincia de Valladolid)

 Buenos días, almas viajeras.  Comparto hoy otro relato de mis viajes por sorpresa.

Hay cosas que desde tu Ser sabes que tienes que hacer. Sin duda. Y cuanto antes, mejor. Me ocurre cada vez con más frecuencia. De hecho, los proyectos que antes siempre aparcaba para más tarde, porque nunca era el momento, ahora, procuro llevarlos a cabo lo antes posible. Como si no hubiera un mañana. De hecho, no lo hay.

Me pasó este verano, cuando me embarqué en el viaje por sorpresa con destino a Asturias, junto a mis compis soberanas (ya sabéis, por lo de Soberanía y Salud). Y me ha ocurrido en octubre cuando, de nuevo, me embarqué en otro viaje por sorpresa,  otra vez con destino a Asturias, junto a mis maestras, La Mamma y Patri (Corazón en Barro).

He conocido el vergel asturiano después de 30 años de posponer un viaje que nunca llegaba. Y en este sorprendente 2022  he visitado Asturias dos veces.  En las dos ocasiones, al pisar y contemplar aquel paraíso, mi alma sintió la atracción,  el calor de la acogida, el abrazo de sus bosques y la hospitalidad de sus gentes. Sus verdes prados y sus cristalinas aguas me hicieron sentir en casa. La sensación era de ¡Por fin! Ya estoy aquí. Ha sido largo el camino.

Sinceramente, me instalaría allí no sé cuanto tiempo, cobijada en un refugio de montaña de los que he visto en Covadonga, entre el cielo y los lagos; entre los Picos y el Cantábrico.  No voy a afirmar que me quedaría para siempre, porque soy demasiado veleta. Para mi espíritu aventurero no existe el siempre. Porque siempre estoy abierta al cambio, a emprender un nuevo vuelo. Siempre surgirá el momento preciso para iniciar un camino desconocido. O para recordar otros senderos que permanecen ocultos, dormidos, agazapados en nuestros registros akásicos. Y también habrá que explorarlos. No se pueden dejar pasar oportunidades. Para eso venimos a este Edén. Para experimentar todo lo posible. Para disfrutar la Vida. 

 Rodalquilar

Hablando de experiencias en este viaje, os cuento. Inicié la aventura en dirección contraria. Desde Córdoba, bajé al Sur, a Almería, donde me reencontré con mi hijo mayor y su familia.  Después, continué hacia el Sur-Este, dirección Cabo de Gata-Rodalquilar. Si no conocéis aquel oasis, os aconsejo que lo hagáis.  Está demostrado (científicamente para los que gustan de la nueva religión) que aquel vórtice energético es uno de los más potentes de la península. Se siente nada más poner un pie sobre su tierra desértica o sobre sus cristalinas aguas marinas.

Rodalquilar es una pedanía dependiente de Níjar donde se crió Carmen de Burgos. Conocida en su época con el pseudónimo de Colombine, la almeriense Carmen de Burgos fue periodista, escritora, traductora y activista de los derechos de la mujer. Se la considera la primera mujer periodista profesional en lengua castellana y la primera corresponsal de guerra española. Entre sus novelas más populares se cita Puñal de claveles, basada en el suceso conocido como el «crimen de Níjar», que tuvo lugar el 22 de julio de 1928 en el Cortijo del Fraile, y que inspiró también a Federico García Lorca para escribir  Bodas de Sangre.  

Precisamente, siguiendo la estela vital de Carmen de Burgos, y de la mano de otra periodista y escritora almeriense, Mar de los Ríos, en 2012 conocí por primera vez  Rodalquilar y  sus alrededores, entre ellos, las ruinas del cortijo del Fraile y del cortijo La Unión. Este último fue propiedad del padre de la periodista y el lugar que siempre consideró como su paraíso infantil.  Aquel viaje también fue una experiencia única, compartida con mis queridas Flores del Desierto en aquella web que tantas alegrías nos aportó.

 Pero, este octubre de 2022, (una década después), tocaba volver a Rodalquilar y al paraíso de Carmen de Burgos junto a una de las Flores del Desierto más genuinas, Blanca, su inseparable Salus, y sus gatas. Desde su apartamento, disfrutamos de unas vistas magníficas de las antiguas minas y de las montañas por las que se sube al cortijo inmortalizado literariamente. Incluso alcanzábamos a contemplar la Torre de los Alumbres,  el Playazo y el Castillo de San Ramón, un antiguo bastión construido en el siglo XVIII, que forma parte de una batería de cuatro cañones que defendían el litoral desde el Cerrico Romero hasta la Cala de San Pedro.

El castillo está construido sobre una preciosa duna fosilizada que tiene unas vistas excelentes del playazo y de los acantilados de La Molata. Las rocas se adentran en el mar, como lenguas de piedra, formando un embarcadero natural llamado Los Caletones, que ha sido utilizado a lo largo del tiempo para cargar alumbre, oro y plata de la minería de Rodalquilar.

Al otro lado del castillo, resguardada por el cerro del Romeral,  visitamos la tarde del 12 de octubre, fiesta nacional, la preciosa cala Bergantín, una de las cuatro reservas integrales de la costa de Cabo de Gata. A la mañana siguiente, dejábamos atrás el mirador de la Amatista, la Isleta del Moro, Los Escullos, San José, Los Genoveses, Mónsul y Punta Negra, entre tantas playas de ensueño de aquella costa mágica. Sería el turno de cargarse de la energía que mana del Arrecife de las Sirenas y de la calma de la cala junto a La Fabriquilla. A nuestro paso por la Almadraba de Monteleva, como es frecuente, rodaban una película en el viejo poblado de las Salinas, aprovechando el buen estado de su añeja infraestructura y un mar cristalino de horizonte infinito donde navegan tantos sueños. 

https://www.degata.com/

Abrucena

Aquella misma tarde, aterricé en Abrucena, un pueblo blanco situado en la falda norte de Sierra Nevada, en la comarca de Los Filabres-Tabernas, puerta de entrada al parque natural. Las vistas panorámicas desde sus muchos miradores, situados a casi mil metros sobre el nivel del mar, son impresionantes. En un rápido paseo por sus intrincadas calles, pude avistar Abla, Fiñana, el Valle del río Nacimiento y parte de las sierras de Baza y de los Filabres. 

 

Abrucena es un lugar histórico, que tuvo asentamientos desde el neolítico y por el que han pasado casi todos los pueblos que han poblado la península. Merece la alegría visitarlo y, sobre todo, hacer algunas de las muchas rutas de senderismo que ofrece el mágico entorno. Es una tarea pendiente para la próxima primavera, cuando aún las cumbres nevadas luzcan su blanco radiante.

 

He encontrado esta descripción en una página web de senderistas que me ha gustado mucho, porque es la versión que también me han transmitido las autóctonas que conozco.

Hablar de Abrucena es hablar de paisajes con historia y esfuerzo humano por subsistir en un lugar tan agreste y hermoso como es la Sierra Nevada Almeriense. Desde el principio de los tiempos sus habitantes han trabajado en la sierra construyendo bancales donde poder desarrollar una agricultura totalmente de subsistencia…… donde encontramos densos olivares y feraces huertas regadas gracias a una antigua acequia alimentada por las aguas del deshielo”.

https://es.wikiloc.com/rutas-senderismo/abrucena-la-jairola-rio-nacimiento-haza-mocha-el-castillejopr-a-303-12156047

En Abrucena me esperaba otra familia, la que he decidido adoptar como maestra en mi proceso de regreso al campo. Antonio, Josefa y Patricia son sabios. Y yo necesito de su conocimiento para recordar. El curso empezó aquella misma noche, en su extraordinaria casa, que alberga una de las despensas más abundantes que he visto en mucho tiempo, repleta de productos cultivados en su huerta y en sus olivares. Durante la cena pude degustar algunos de ellos. El premio fue para la sobrasada vegana, con una base de tomate seco, que elabora la Mamma con receta propia.

A la mañana siguiente, Antonio se quedó ejerciendo el papel que más le gusta:  guardián de la casa y las tierras, mientras las tres chicas emprendimos la ruta que nos llevaría a otra maestra de vida, Inma, instalada en la otra esquina del mapa de España, en Asturias, junto al mar Cantábrico, desde donde reclamaba nuestra presencia desde tiempo atrás con impaciencia. 

El viaje fue muy entretenido, como las excursiones de colegio, entre cantos, risas, confidencias y muchas reflexiones para pensar en los momentos de recogimiento. Tres generaciones aprendiendo todas de todas. Una selección musical muy especial nos acompañó durante todo el camino.  

Hicimos parada nocturna en Espacio Universos, en la provincia de Valladolid, junto a Hornillos de Eresma, donde de nuevo nos acogió Raúl con su calidez humana. Aunque la estancia fue corta, nos permitió disfrutar de un paseo a orillas del río y ver el destrozo y el milagro que, a la par, se habían producido en el lugar en septiembre a causa de un incendio fortuito. El fuego quemó algunos árboles e infraestructuras de riesgo. Pero, poca cosa. Se salvaron, como por arte de unos círculos mágicos que las protegieron, la pagoda, la pirámide y otras  instalaciones básicas. Agradecimos al Universo esa intervención que sólo desde una perspectiva espiritual y trascendente puede entenderse. Y nos despedimos como siempre, sabiendo que volveremos.

El Monasterio

Finalmente, según lo previsto, el viernes, 14 de octubre, para la hora del almuerzo, llegamos a El Monasterio, una aldea de la parroquia de Careñes en el concejo de Villaviciosa. El reencuentro entre hermagas fue memorable. Y los astros se confabularon para que así fuera. Una lluvia tenue nos acompañó algún día, de buena mañana y, sobre todo, algunas noches. Contrastaba su calmado tintineo sobre el tejado de la cuadra donde nos alojábamos con el bronco rugir del mar cercano al chocar contra la playa de Merón. El sol quiso también estar presente la mayoría de las jornadas, aportando bastante calor para la época. La temperatura siempre fue cálida, como los lugares que visitamos y las almas que han salido a nuestro encuentro. Disfrutamos del huerto y de los Picos de Europa, de los lagos de Covadonga y de la basílica; de la ruta del Cares y de las ricas viandas saboreadas en los menús asturianos típicos, de largas sobremesas, de paseos por la montaña y de salidas al prado, de amaneceres increíbles y atardeceres entre bufones de agua marina, en Pría, y desde la atalaya de Santolaya. No faltaron los debates, las risas, la música y los bailes. Conocimos a Sara, a Esther, a Rosa y a Luis; a sus vecinos y amigos; a Tino y a su familia. Recogimos macrolepiotas gigantes, y algunos llampares, aunque el mar estaba bravo aquel día. Y yo me alegré por ello. En el mercado junero de Panes hicimos trueque y aprendimos algo de astrología y terapias nativas. 

Durante aquella semana, realmente, vivimos en otro mundo, o en otra dimensión, en esa nueva Tierra de la que tanto hablan, intercambiando con miembros de la Nueva Humanidad que se está gestando sabores y saberes, dones y talentos, ideas, valores, emociones, sentimientos, sueños y proyectos.  Lo hicimos posible. Quisimos y pudimos. Es el ejemplo de que está en tu mano, o en tu corazón, más bien, crear la vida que quieres para ti.  La tuya. No la de nadie. Cada quien que se ocupe de si mismo. Suficiente tarea es ya. Tuvimos que recorrer España desde el cabo de Gata a la playa de Merón, de punta a punta, desde el Mediterráneo hasta el Cantábrico. Como unos meses antes hizo Inma. En aquella ocasión sola y sin referentes. Sólo respondiendo a la llamada interior que la guiaba y la guía en ese proceso de crecimiento y enriquecimiento personal que tanto nos está enseñando a todas. Y, siguiendo las miguitas de pan que ella dejó por el camino,  allí estábamos nosotras, el sábado, 15 de octubre de 2022, sembrando en la fértil tierra asturiana frutos criados al pie de Sierra Nevada, como símbolo del reencuentro de viejas almas largo tiempo separadas que tuvo su merecida celebración.

Gracias a quienes habéis contribuido a este feliz encuentro, especialmente a la Mamma, Patri, Inma, Sara, Esther, Luis y Rosa. Besos y almabrazos. Os dejo más fotos. Espero que os gusten. Hasta muy pronto. 

Caledonia o celedonia, la flor de la golondrina o el yodo de los caminos

Caledonia o celedonia, la flor de la golondrina o el yodo de los caminos

Caledonia o celedonia, la flor de la golondrina 

 María Treben, en su libro, «Salud de la Botica del Señor» dice de la celedonia que, antiguamente, gozaba de gran prestigio ya que, además de sus muchas propiedades, hace milagros en los ojos. Especialmente, para eliminar las cataratas. También afirma que se puede beber. Aunque la mayoría de sus investigadores contemporáneos lo desaconsejan.

Este desprecio sólo me lo puedo explicar considerando el efecto que tuvo la campaña de propaganda que lanzó la industria farmacéutica en sus comienzos contra las mejores plantas, para desviar al pueblo de las hierbas curativas e introducir los medicamentos químicos”, afirma en su obra principal.

Su nombre científico es «Chelidonium majus», denominación proveniente del griego chelidon = golondrina. Al parecer, le dieron este nombre porque nace en el mismo tiempo en el que vienen las golondrinas, empezando a secarse cuando se van.

Decían los alquimistas de ella, allá por la Edad Media, que era un don del cielo «coeli donum» siendo muy empleada en esta práctica. 

En Asturias se la conoce como Cirigüeña o Cirigüeya; ya en Cataluña como Celidonia, Herba Berruguera; en el País Vasco como Zaran-Belarra, enera- belarra o zelidonia; En gallego como Ceruda, celidónia.

En otros países también es muy conocida y, en Inglaterra, la llaman greater celandine, swallow wort; Celidónia o erva das verrugas en Portugal; Chelidoine majeure, grande éclaire, herve aux verrues en Francia; Herba da porri en Itelia; warzenkraut o schöllkraut en Alemania.

Características

Es muy fácil de encontrar, abunda en lugares protegidos del sol como a los lados de los muros, herbazales, roquedos, terraplenes, peñas, casas en ruinas. Más habituales en el norte de la península ibérica que en el sur. Es una hierba vivaz y perenne, de la familia de las amapolas, con una altura máxima de 1 metro. Sus tallos son de color verde intenso, bifurcados, con vellosidades en su base. Su hojas son grandes, alternas, divididas en segmentos ovales, dentadas y de un verde intenso.

Sus flores de color amarillo intenso con cuatro pétalos en cruz  tienen infinidad de estambres y un solo pistilo. Al cortar el tallo o el rabillo de las hojas, aparece un jugo amarillo-anaranjado que puede resultar tóxico en contacto con la epidermis o los ojos y que es el que se usa para curar heridas en esas situaciones en las que tienes un accidente en el monte. El fruto lo forman cápsulas en forma de agujas alargadas, erectas y cilíndricas, cargadas de semillas que, al abrirse caen las dos valvas junto a las semillas. Las semillas son esféricas, pequeñas y negras con cobertura carnosa ideal para las hormigas, que se verán atraídas propiciando su expansión.

Sus tiempos 

Esta planta, como uno de sus nombres indica (Flor de Golondrinas) florece a principios de la primavera, cuando el invierno ha quedado atrás, y se mantiene hasta finales de Septiembre e, incluso, hasta octubre, según el clima.

Principios activos fundamentales

Alcaloides: celidonina, berberina, celeritrina, estilopina, sanguinarina,…

Ácidos orgánicos: ácido quelidónico, ácidos citrico y málico.

Flavonoides.

Saponinas.

Enzimas proteolíticos en el látex.

Usos, propiedades y beneficios

Se utiliza la totalidad de la planta, dado su alto contenido en alcaloides. Entre sus propiedades destacan las siguientes:

  • Sedante
  • Calmante del dolor
  • Abortiva
  • Alivia dolores menstruales
  • Alivia los cálculos biliares.
  • Antibacteriana
  • Antiespasmódica
  • Antiinflamatoria
  • Antiséptica
  • Antivírica
  • Cáustico
  • Combate la jaqueca.
  • Exitosa contra las verrugas.
  • Favorece la sudoración.
  • Fungicida
  • Recomendado en toses persistentes y catarros.
  • Utilizada contra callos, eccemas, forúnculos, llagas, papilomas, tumores o ulceraciones.

 

Cómo usarla contra las verrugas

Un uso muy extendido de la celidonia es su acción para eliminar las verrugas, para lo cual es  aconsejable utilizar guantes, con el fin de evitar que el látex de la planta afecte a la piel de las manos. Se recomienda hacer un agujero en un esparadrapo, lo suficientemente grande para que deje al aire toda la verruga y cubra la piel sana. Con un bastoncito, untarlo en el látex de la planta y aplicarlo sobre la verruga, hasta que la verruga desaparezca. Es necesario realizar dos aplicaciones al día.

Contraindicaciones

La savia o látex puede causar una irritación severa y la aparición de ampollas sobre la piel sana. Su ingestión por vía oral no está aconsejada por la gran cantidad de alcaloides que posee, pudiendo provocar mareos, parálisis de las terminaciones nerviosas sensitivas, somnolencia y vómitos. En caso de que accidentalmente caiga látex sobre la piel, lavar con agua limpia.

Los usos de María Treben

Según María Treben, la planta es un depurativo de la sangre y activa también su formación. Contra la leucemia la recomienda junto con la ortiga y retoños de saúco. Pero, hay que tomar de esta tisana compuesta, al menos, 2 litros diarios.

El jugo fresco de la celidonia es el remedio más eficaz para curar los trastornos del hígado, sobre todo, utilizando la planta recién cogida, que se lava y se pasa por la licuadora. Diluida en doble cantidad de agua tibia se bebe a sorbos distribuidos durante el día. Estimula también el metabolismo. Combate las afecciones de la bilis y de los riñones. No consumir durante un periodo prolongado.

Cura la ictericia en una maceración de vino, las almorranas, los pinchazos al orinar y los zumbidos en los oídos. Se toma el jugo fresco diluído en agua tibia en dos o tres tazas de infusión durante el día.

En uso externo el jugo sirve contra las afecciones malignas de la piel, los ojos de pollo, las verrugas y los líquenes incurables. Las cataratas y las máculas de la cornea desaparecen poco a poco. El jugo ayuda incluso en desprendimiento o hemorragia de la retina. Para ello se arranca una hoja de la celidonia y después de lavarla se estruja con los dedos mojados la parte tierna del rabillo. Con el líquido obtenido de esa forma se unta el ojo cerrado en dirección a los ángulos. También se usa así para vista cansada y otros trastornos visuales. En homeopatía preparan de la celidonia una tintura de la cual se toman dos o tres veces al día de 10 a 15 gotas con un poco de agua.

Hirsutismo en la cara, y aumento de vello en brazos y piernas en las mujeres indican trastorno en los riñones. Las partes afectadas se ungen con jugo de celidonia que se obtiene en la licuadora. El jugo fresco se conserva hasta un año en la nevera. Se deja actuar una hora y se lava con un jabón fino. Para evitar que se reseque la piel se aplica después pomada de maravilla, aceite de manzanilla o de hipérico. En paralelo, hay que someterse a una cura de infusión de ortiga  (3 o 4 veces al día) y baños de asiento con cola de caballo.

Modos de preparación: 

Infusión: 1 cucharadita rasa de hierbas por cada cuarto litro de agua. No se hierve.

Jugo fresco: hojas, tallos y flores recién lavados se pasan por la licuadora.

Tintura: remedio homeopático que venden en herbolario o puedes elaborar en casa. 

Maceración de vino: 30 gramos de celidonia con la raíz se curen de medio litro de vino blanco y se deja una o dos horas en maceración. Se exprime y se bebe a sorbos.

Fuentes: María Treben; Infonortedigital; Casa Piá,  Veganamenge.es

 

La espagiria, alquimia vegetal

La espagiria, alquimia vegetal

La espagiria, alquimia vegetal                                                                                                                                       

La Espagiria es el arte de la transformación de las plantas en productos medicinales o la alquimia de las plantas. Su origen se sitúa en la Alquimia Hermética, practicada desde hace milenios en Occidente y transmitida a través de las enseñanzas de Hermes Trismegisto y sus discípulos.

En el Egipto antiguo se estudiaba en las Casas de la Vida y allí la practicaron Asclepios, Hipócrates, Pitágoras, Platón y muchos otros. Trasmitida a los romanos, este Conocimiento se refugia en la Alejandría neoplatónica tras la caída del imperio y allí lo recogen los musulmanes. En Al Andalus llega a su máximo esplendor con hakims (médicos-alquimistas) como Al Gafiqi, Masawai, Averroes y otros. Desde allí, se esparce por toda Europa y se apaga con la caída de Granada en 1492.

El alquimista, médico y astrólogo suizo, Paracelso, reavivó esta llama, en el siglo XVI, separando la medicina alquímica de la propia alquimia y dándole nominación propia: spagyria, de los verbos griegos  “span y ageiro”, que significa: disolver y coagular. Solve e coagula, en latín.

Según describe en su libro “Liber Paragranum”, durante el proceso espagírico, la planta medicinal “cruda” se divide en los componentes básicos: Azufre, Mercurio y Sal. Seguidamente, se eliminan los elementos que no eran esenciales. Y, finalmente, los componentes esenciales vuelven a combinarse adecuadamente para obtener el medicamento que precise cada ser humano atendiendo a su propia combinación elemental y al desequilibrio que se ha producido en la triada que conforma su cuerpo-alma-espíritu.

Escuela Andalusí

En la Espagiria Tradicional, según la escuela andalusí, tal como fue transmitida por el Dr. Abu Omar Yabir, el Mercurio hace referencia a la energía del Espíritu, el  Azufre a la energía del Alma y la Sal a la energía del Cuerpo. Estas enseñanzas coinciden en estimar que la “enfermedad” en el hombre aparece cuando hay un desequilibrio en La Triada Cuerpo-Alma-Espíritu.

 Yabir fue maestro espagirista y naturópata andalusí, nacido en Jaén en 1953. Estudió con Canseliet, discípulo del alquimista por excelencia del siglo XX, Fulcanelli,  y dedicó su vida a la recuperación de la ciencia de sanar, basada en la Antigua Alquimia que se practicó en Al-Andalus. Aprendió la Medicina Andalusí de los libros que se salvaron de la quema de la biblioteca de Granada y que Felipe II guardaba en su biblioteca de El Escorial. Creó un laboratorio alquímico-espagírico y una escuela que llega hasta nuestros días.

Los tres principios

El Mercurio (Espíritu) es el principio femenino “del todo”, el principio vital, el prãna, según el Hinduismo. De él nace el olor y el color azul. En el reino vegetal, el Mercurius está representado por el alcohol etílico (C2H5OH) y es común para todas las plantas. Se obtiene mediante el proceso de fermentación o muerte del cuerpo. Una vez terminada la fermentación, el alcohol puede alcanzar su máxima pureza con procesos sucesivos de destilación y rectificación.

El Azufre (Alma) es el principio masculino “del todo” que actúa fecundando lo pasivo y femenino. De él nace el sabor y el color rojo. En el reino vegetal el Sulphur está representado por los aceites esenciales. A diferencia del Mercurius (etanol) que es común para todas las plantas, la composición del Sulphur (aceite esencial) difiere de una planta a otra. Existen varios métodos para la extracción de aceites esenciales, entre ellos el más utilizado es la destilación por arrastre de vapor. Dicho método protege la evaporación del Sulphur.

La Sal (Cuerpo) es el principio que permite la unificación del “Macho” y de la “Hembra”. La Sal proporciona el equilibrio, la estabilización, la combinación armónica entre Alma (Sulphur) y Espíritu, (Mercurius). De él nacen la forma, el peso y el color amarillo. En el reino vegetal la Sal está representada por las sales minerales (principalmente Carbonato de potasio 90% y oligoelementos 10%, Zn, Mn, Fe, Co, Ni, Cr, F, Cu, Mo, Se, Si, Va). Estas sales son obtenidas de la calcinación de la planta, después de haber realizado la extracción del Sulphur y el Mercurius.

Laboratorio, espacio sagrado

En el laboratorio tiene lugar un proceso de transformación que los alquimistas consideran sagrado.  A través de él se extraen los aceites esenciales del vegetal (azufre) mediante evaporación. A continuación, a través de la fermentación de la planta y la destilación del alcohol, se obtiene el Mercurio. Finalmente, la extracción de los componentes minerales de las cenizas, obtenidos mediante la calcinación de la planta dará, lugar a la Sal. El producto final (remedio o medicina) resulta de la combinación de los tres elementos extraídos: azufre, mercurio y sal.

Pero, no se trata de una simple mezcla de ingredientes, sino de una recombinación de principios activos para dar una nueva integridad al preparado o elixir, respetando y conservando sus propiedades.

Gracias a la labor desarrollada a lo largo del siglo XX por  maestros como Fulcanelli, Canseliet, von Bernus y el mencionado Abu Omar Yabir, entre otros,  la Alquimia y la Espagiria fueron rescatadas de cuatro siglos de ocultamiento y persecución y hoy goza de muy buena salud, junto a sus hermanas: la Medicina Tradicional China y la Medicina Ayurvédica.

Fuentes:

El Libro de las Hierbas. Paracelso

El misterio de las catedrales. Fulcanelli

Criterium Naturae. Dr. Abu Omar Yabir. Escuela Andalusi. Espagiria Tradicioal.

https://www.forzavitale.es/wp-content/uploads/2014/11/VADEMECUN-FORZA-VITALE-2014-15.pdf

https://www.hermesan.es/formacion-transpersonal/escuela-de-espagiria-alquimia-y-medicina/espagiria-para-el-alma

https://www.ienaturales.com/los-tres-principios-filosoficos-del-reino-vegetal-segun-la-espagiria/

https://academy.alqvimia.com/

https://www.kyreo.es/

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