El amanecer de una Nueva Humanidad

El amanecer de una Nueva Humanidad

El amanecer de una Nueva Humanidad

Amanece, que no es poco. Cada día, un poco más, un poco antes, a pesar y contra los planes previstos desde hace tres siglos, al menos, contra la Humanidad. 

La  Agenda 2030 era un plan de acción secreto hasta 2020 que tiene por objetivos la implantación de un gobierno y una religión global, así como un ejército y una moneda mundial. Estos fines implican la reducción de la población a un nivel “sostenible”, es decir, que pueda ser controlada desde la reproducción hasta el fin de sus días. 

En definitiva, el objetivo es eliminar al 90% de la población mundial, controlar todos los factores de la actividad y condición humana y gobernar todo desde la cuna hasta la tumba.

La agenda original y el proyecto subsiguiente se basa en las propuestas  hechas en 1776  por Johann Adam Weishaupt, fundador de Illuminatenorden, cuando Mayer Amschel Rothschild le pidió que creara una organización para conquistar el gobierno mundial. En suma, abolir todos los gobiernos, la propiedad privada y la herencia; eliminar el patriotismo, los valores familiares, la religión y crear un gobierno mundial son objetivos recogidos en los primeros de 25 puntos de la Declaración de  Weishaupt. 

La implementación eficaz de la  Agenda 2030 requiere una reorganización profunda de toda la sociedad humana y del mundo conocido hasta ahora. Además, implica grandes transformaciones en las prioridades de los gobiernos y de las personas, así como una disminución de los recursos humanos y financieros. 

Las acciones de este plan se han estado implantando desde hace mucho tiempo en todo el mundo. Seguro que les suenan conocidas muchas de ellas: 

  • El gobierno cambia continuamente sólo para crear confusión entre los ciudadanos;
  • Socavar el papel de las escuelas y las competencias de los profesores;
  • Promoción de la homosexualidad y la paternidad planificada; racismo;
  • Inmensa inmigración para destruir la identidad nacional;
  • Promoción del abuso de alcohol y drogas;
  • Socavar todas las formas de actividad social religiosa y luchando por vaciar iglesias;
  • Cambios absurdos en los sistemas jurídicos;
  • Aumento de los precios de los combustibles, alimentos y otras materias primas en las tiendas;
  • Propaganda mediática y control de contenidos;
  • Pandemias inducidas por el hombre;
  • Campañas de vacunación peligrosas;
  • Introducción de sustancias tóxicas en cosméticos y alimentos;
  • Fomentar el divorcio, facilitar la anulación de matrimonios y romper familias.
  • Eliminar el derecho a la propiedad privada.  
  • Prohibir el acceso a la naturaleza;
  • Restricciones a las libertades civiles: ”Los derechos individuales deben rendirse” en relación con los derechos del público en general; 
  • Reducción del número de hijos o, en último término, eliminación de la maternidad y paternidad naturales.  
  • Determinar la cantidad de agua que se puede utilizar y la cantidad de basura o residuos que se pueden eliminar;
  • Forzar la participación en “proyectos sociales”  manejados desde la élite oscura en su provecho. 
  • Desplazamiento masivo de la población para forzar la falta de raíces y de apego a la tierra. Un ser humano sin lugar en el mundo es vulnerable y, por tanto, manipulable. 
  • Eliminación de elementos insostenibles de la biodiversidad: Pistas de esquí, ganado de pastoreo, arado, cercas, industria, casas, adoquines”.
  • Carreteras, presas y embalses, líneas de alta tensión, edificios y sistemas que no tienen ningún valor medioambiental serán destruidos.

Estamos asistiendo a la aceleración precipitada de un plan oscuro que llevará a la humanidad que no sea capaz de despertar hacia un precipicio insalvable. No obstante, la Luz también tiene su plan. Siempre lo ha tenido. Un plan que retornará a la nueva Humanidad al Jardín del Edén del que nunca debió salir. Confíen en el plan y asuman la parte del mismo que a cada alma encarnada aquí y ahora corresponde. Es su responsabilidad. Así lo pactaron. Ese fue su compromiso. Gracias. 

La astrología, un camino de autoconocimiento

La astrología, un camino de autoconocimiento

La astrología, un camino de autoconocimiento 

 

El mundo de las energías que descubrimos a través de la Astrología es una herramienta de autoconocimiento y trascendencia. Nos muestra el antes y el después y el camino para recorrerlo, sorteando y ofreciéndote todo tipo de experiencias, obstáculos, vehículos, compañeros de camino, escenarios, etc.

Te ofrece un guión abierto de una película, la película de tu vida. Insisto, se trata de un guión abierto. Tú eres el protagonista. Tú eres el guionista, el director. Por tanto, tú decides hacia dónde vas. Pero, con conocimiento. NO a ciegas.

Tu carta astral refleja cómo estaban dispuestos los planetas en el cielo el día y a la hora exacta en la que naciste. Pues, de tal manera, se dispusieron las  células en el interior de tu cuerpo, siguiendo los principios herméticos: «Como es adentro es afuera. Como es arriba es abajo».

Así es como la carta natal es un viaje de autoconocimiento a nuestro interior, para poder incorporarlo a nuestra vida y lograr un equilibrio entre los 4 elementos básicos del funcionamiento de la vida (Fuego, Tierra, Aire y Agua). De esta manera, si no lo has hecho previamente, descubrirás tus luces y sombras, tus dones y talentos, tu manera de ser, estar, accionar y sentir en este mundo. 

Signos, Planetas, Casas, Aspectos

En la Carta Astral, los símbolos del círculo exterior son los 12 Signos: Aries, Tauro, Géminis, Cáncer, Leo, Virgo, Libra, Escorpio, Sagitario, Capricornio, Acuario, Piscis. Los símbolos que están dentro del círculo son los Planetas: Mercurio, Venus, Marte, Júpiter, Saturno, Urano, Neptuno y Plutón. Los números colocados a partir del ascendente van a ser las 12 Casas. Y las líneas que se dibujan entre los Planetas van a mostrar los aspectos entre ellos. Es decir, sus relaciones. 

Al ver la rueda zodiacal, observamos la posición de los Planetas el día que nacimos. En principio, lo primero a tener en cuenta es la posición del Sol, la Luna y tu Ascendente respecto a los 12 signos. Cada uno de nosotros tiene algo de cada signo, no somos sólo aquel que leemos en nuestro horóscopo.

Así como el Sol es nuestra energía vital, la Luna son nuestros sentimientos, Mercurio indica la forma en que pensamos, venus la forma en que damos cariño y conquistamos, Marte la forma en que nos defendemos y atacamos, Júpiter la forma en que gozamos de la vida, Saturno la forma en que nos tomamos las responsabilidades y deberes, Urano cómo expresamos nuestra originalidad, Neptuno cuán creativos e intuitivos podemos ser, y Plutón la capacidad de transformación que tenemos.

Nuestro signo Solar va a mostrar nuestro brillo personal, nuestra energía genuina, donde nos sentimos cómodos, la identidad y el ego. Ese lugar donde recargamos energías y nos sentimos vitales. Es un gran indicador de nuestra esencia. El Signo en el que caiga le va a dar la cualidad en la que se va a construir el ego y la manera en la que uno va a irradiar su luz.

La Luna representa nuestras emociones. Refleja nuestros sentimientos, cómo nos manejamos desde nuestro lado emocional. Es nuestra base emocional. El signo y la casa en la que caiga nos va a indicar dónde nos sentimos seguros, y va a haber una tendencia a volver a ese lugar cuando necesitemos un refugio. Tiene que ver con nuestro pasado y con nuestra infancia. Es la energía que se manifiesta, principalmente, cuando somos niños. También va a determinar la relación que tenemos con nuestra madre. La base sobre la que desplegar nuestros talentos.

El Ascendente estructura todo el mandala y coincide con  el inicio de la Casa 1 en nuestro dibujo zodiacal. Esta va a ser una energía que vamos a ir incorporando a lo largo de la vida. Puede que lo veamos un poco alejado de nuestra consciencia, y por eso indica el aprendizaje que venimos a realizar. Si no la tenemos presente en el día a día, la vida nos va a ir poniendo frente a  situaciones para que vibremos con ella. Es un poco la energía que van a percibir los demás, aquella que esconde nuestra verdadera esencia.

Los planetas personales

Mercurio rige la MENTE y la COMUNICACIÓN. Va a mostrarte, por si no lo recuerdas, la manera en la que piensas y en la que hablas. Y cómo te desenvuelves racionalmente.

Venus: el planeta del AMOR va a marcar lo que nos atrae, qué tipo de energía nos resulta atractiva y cuál valoramos. Te indica qué es lo que deseas del otro, y con quién vas a congeniar mejor en tus vínculos.

Marte: el gran guerrero, va a indicar nuestra capacidad de acción, la iniciativa, la manera en la que actuamos, nos defendemos y nos enfrentemos a las diversas situaciones que la vida nos pone delante.

Júpiter: el planeta más grande del sistema solar va a expandir las cualidades del signo en el que estés. Trae optimismo, fortuna y entusiasmo.

Saturno viene a mostrarnos lo que tenemos que madurar y evolucionar. Indica la tendencia a desarrollar la autodisciplina, orden, estructura. Es la Ley. Dato curioso: tarda 28 años en dar la vuelta completa, de ahí viene el temido “retorno de Saturno”, el momento de crisis necesario para madurar y reordenarse.

Los planetas transpersonales

Urano, Neptuno y Plutón, al ser los más alejados, tardan más años en dar la vuelta a su órbita, es por eso que suelen marcar y definir a las diferentes generaciones. 

Urano simboliza rebelión, revolución, cambios repentinos. Trata fundamentalmente de cristalizaciones liberadoras de conciencia, emocionales, ideológicas, intelectuales y sociales. Genera el deseo de crear algo, resultado de la insatisfacción con la realidad anterior. Es la necesidad de cambiar lo establecido, de innovar. Crisis. Despertar. Liberación.

Neptuno representa los sueños, los ideales y las creencias. Hace del nativo un ser más receptivo, inspirado, con poder para visualizar metas. Neptuno es un planeta “colectivo”. Dada su lentitud, se quedará un largo tiempo en la misma zona zodiacal y toda una generación compartirá la misma posición de este planeta en el zodiaco, pero los aspectos con los otros planetas cambiarán de un nativo a otro. Poder oculto de la mente, planifica, genera ideas, arte, perdón, empatía, sensibilidad, compasión.

Plutón: Nuestra sombra, nuestro mayor potencial y lo mejor que podemos alcanzar dentro de nosotros. Muestra nuestro proceso de evolución como alma. Desde esta visión, Plutón no es visto como un planeta maléfico, sino como un gran maestro. Es donde está el conflicto entre seguir alejándonos de nuestra esencia o volver a conectarnos con la fuente espiritual que habita dentro de nosotros. “Si sueltas tu apego, si tienes el valor para soltar aquello que tanto crees necesitar. Descubrirás dentro de ti un tesoro”.

Los 12 signos zodiacales y su relación con los elementos 

La astrología divide entre los  cuatro elementos (fuego, tierra, aire y agua)  los 12 signos zodiacales. Así,  dependiendo del elemento que corresponde a cada signo, estará definido por diferentes características. Por ejemplo, una personalidad y/o carácter más o menos fuerte, una forma de ver la vida, la manera en la que se relacionan con los demás, etc. 

 

 

Signos de fuego: Aries, Leo y Sagitario

Los seres fuego son fuente de luz. Siempre están activos y vitales. Aportan pasión y alegría. Asimismo, tienen un estilo histriónico. Es decir, suelen llamar  la atención de los demás. Son creativos, expresivos, sinceros y son capaces de mostrar el camino correcto.

Aunque el fuego se identifica con purificar su entorno, también son bastante impacientes y su espontaneidad los puede llevar a la irracionalidad a la hora de cumplir sus deseos. Siempre buscan crecer en todos los ámbitos personales. Los fuego necesitan estar acompañados para poder expresar y compartir la pasión y el entusiasmo por la vida que llevan en su interior. 

Signos de tierra: Tauro, Virgo y Capricornio

Los sensatos: Los seres tierra se caracterizan por ser estables y seguros. Aportan estabilidad y compromiso.  Además, son realistas, organizados, perseverantes y sensatos. Sin embargo, son muy reservados, observadores y callados por lo que les cuesta mucho expresar lo que sienten.

Asimismo, saben escuchar y sabe descubrir qué necesitan los demás. Su capacidad de percibir la realidad lo lleva a actuar de forma correcta y eficiente. Además, sabe cómo pisar fuerte y dejar huella. Ante los cambios se muestran tercos. Y, cuando se sienten amenazados, son intransigentes e inflexibles.

Signos de aire: Géminis, Libra y Acuario

Los visionarios: Los seres aire se identifican por ser ligeros, sutiles, sociales y ágiles. Tienen una mirada impactante. Son comunicativos y la sabiduría, los sonidos y las palabras de aliento son sus fortalezas. Valoran el trabajo en equipo. Tienen una mente abierta, lo cual les permite analizar con mayor claridad las diferentes situaciones que deben vivir. Además, inspiran a los demás por sus ideas futuristas. Asimismo, son inquietos, pero racionales.

Pueden ser supremamente frías y siempre estarán alejados de los conflictos, pero sus acciones y opiniones pueden ser devastadoras para los demás hasta el punto de llegar a destruir lo construido. 

Signos de agua: Cáncer, Escorpio y Piscis

Los empáticos: Los seres agua se caracterizan por aportar amor, protección, vida, sensibilidad y empatía. Además, el agua se caracteriza por purificar, limpiar, dar vida y devolver la paz. También son intuitivos, compasivos y resonantes. Se comprometen en sus relaciones personales y en sus proyectos. Sin embargo, son influenciables y apegados. Emocionales y muy cambiantes en sus estados de ánimo. 

Modalidades de los signos: cardinal, fijo, mutable

Las modalidades de los signos en Astrología son cualidades que se asignan a cada signo zodiacal. Son tres: fijo, cardinal o mutable. 

Signos cardinales

Son aquellos signos que se encuentran en los cuatro extremos de los puntos conocidos como equinoccios y solsticios del círculo zodiacal. Existen cuatro signos cardinales: Aries, Cáncer, Libra y Capricornio. Están ligados a la acción, el emprendimiento y el dinamismo. 

Signos fijos

Los signos fijos siguen a los cardinales en el círculo del zodíaco. Son Tauro, Leo, Escorpio y Acuario. La astrología les asigna un carácter fijo, rígido, constante, persistente. Sostienen los proyectos que emprenden los cardinales, quienes constantemente están saltando de una iniciativa a otra. 

Signos dobles o mutables

Son Géminis, Virgo, Sagitario y Piscis. Al igual que los «fijos». Se denominan dobles por contener dos rasgos básicos opuestos en una misma personalidad. Y mutables porque promueven los cambios, la evolución, la transformación. 

Características de cada signo:

ARIES: entusiastas, enérgicos, independientes, inquietas. Son los líderes. A veces,  agresivos, impetuosos, densos.

TAURO: perseverantes, con una gran fuerza de voluntad, cariñosas, prácticas y respetuosas. Pero, también un poco gruñonas, y rencorosas. 

GÉMINIS: Ingeniosas, generosas, creativas, capaces de adaptarse a los cambios. TIenen muchas ganas de aprender y vivir nuevas experiencias. Sin embargo, debido a las dos caras de su signo, pueden sufrir cambios de humor y caer en contradicciones.

CÁNCER: Lealtad, sensualidad, intuición, protección y cuidado, sensibilidad. Pero también, celosas, inseguras, desconfiadas e introvertidas.

LEO: Valientes y seguros de sí mismos. Optimistas, ambiciosos y extrovertidos. Son idealistas, inteligentes, tercos, arrogantes, orgullosos y pueden tener mal genio.

VIRGO: Serios, cautos, disciplinados, perfeccionistas —tanto que a veces caen en la obsesión—. Tienen un alto sentido de la responsabilidad. En el amor y la amistad son muy entregados, fieles, románticos y cariñosos.

LIBRA: sociales, elegantes y con buen gusto. Amantes de la belleza. Buscan la armonía, la calma y la neutralidad en los conflictos. Puede molestarles que se les contradiga y, a veces, les falta capacidad para enfrentarse a los demás. Evitan la bronca.

ESCORPIO: grandes dotes para razonar, envidiosos, críticos, posesivos, impulsivos, algo desconfiados pero muy buenos consejeros. Los Escorpio son personas de apariencia tranquila, pero con una gran fuerza y agresividad interior. Suelen ser corteses, grandes observadores y tener mucha fuerza de voluntad.

SAGITARIO: simpáticas, sinceras, honestas, optimistas, brillantes y generosas. Este signo se caracteriza por la empatía, la comprensión y la necesidad de vivir aventuras y sentirse libre. Sin embargo, las ansias por lo desconocido pueden llevarles a cometer imprudencias.

Capricornio: signo cardinal y de tierra, y uno de los signos del zodíaco más constante, sólido y apacible. También se caracteriza por ser prudente y práctico en todos los asuntos que le conciernen. Sus aspectos más negativos tienden hacia el pesimismo, la fijeza y la melancolía. En general, son personas trabajadoras, responsables y dispuestas a persistir lo que haga falta para conseguir su objetivo; además son muy fiables y cuentan con unas elevadas dosis de paciencia y resistencia para avanzar hacia sus objetivos; en este sentido, su capacidad para la gestión resulta asombrosa. Por otra parte, no soportan la falta de honradez ni de disciplina. Atesora conocimiento por medio de la experiencia…. Es el sabio que reconoce y valora lo necesario de lo que no lo es, lo que persiste de lo que perece, la realidad y su representación.

Acuario: Son simpáticos, originales e imaginativos, además de muy sinceros, aunque esto puede traerles algún que otro problema. Lejos de seguir modas, tienen mucha personalidad, algo que unido a su gran capacidad para innovar, suele hacerlos perfectos creadores de tendencias. Aire. Honestidad. Sociabilidad. Su signo opuesto y complementario es Leo. Hay dos tipos de Acuario: Uno de ellos es tranquilo, tímido y sensible; mientras  el otro es más exuberante, excéntrico, extrovertido y frívolo.

Piscis: Son personas cariñosas, calmadas e intuitivas. Tienen muchísima imaginación, lo que les hará buenos en tareas relacionadas con las artes, aunque les abstraerá del mundo real más de lo que sería conveniente en determinadas ocasiones. Confían mucho en su instinto y su intuición. Agua mutable. Disolución.  Está regido por Neptuno y Júpiter.

Las Casas, 12 áreas de experiencia vital donde se manifiesta la energía universal

El sistema de casas que divide el circuito zodiacal en doce sectores  representa los doce escenarios de la vida humana. Todo lo que existe en el mundo puede ser representado por una de las 12 casas astrológicas. Si imaginamos a las casas como escenarios, pensemos en los planetas como actores. La posición de un planeta en una casa indica el sector específico de la vida a través del cual se producirá la manifestación más intensa del mismo. Representan la rotación de la Tierra alrededor de su eje en el transcurso de las 24 horas del día. 

 

 

 

Angulares, suscendentes y cadentes

Hay casas angulares, las más fuertes y poderosas en sus efectos (1, 4, 7 y 10).

Las casas suscendentes muestran el resultado de las fuerzas puestas en movimiento y poseen una influencia estabilizadora (2, 5, 8 y 11).

Las casas cadentes tienen menos fuerza. Los planetas en ellas presentes se encuentran debilitados. No tienen estabilidad ni dan acción, pero conceden adaptación al pensamiento. (3, 6, 9 y 12).

De Fuego, Tierra, Aire y Agua

Las Casas de Fuego (1, 5 y 9) van a estar relacionadas con lo personal, la identidad, “el yo”, el ego, y nuestra filosofía de vida.

Las Casas de Tierra (2, 6 y 10) son los recursos, la concreción, los sentidos y lo seguro. Son las casas que vienen a traer orden, constancia y disciplina.

Las Casas de Aire (3, 7 y 11) son nuestras relaciones, lo social, los vínculos con los otros (hermanos, socios, amigos, pareja). Tienen que ver también con el aprendizaje, con nuestro lado racional y la manera en la que nos comunicamos.

Y las Casas de Agua (4, 8 y 12) tocarán lo emocional, lo psíquico, nuestro mundo interior. Todo lo que tenga que ver con el hogar, la introspección, y nuestro inconsciente.

La Casa Primera, llamada en la antigüedad Vita (Vida), representa las tendencias innatas, las energías propias del individuo, sus rasgos distintivos, su salud, su apariencia física, características y personalidad.

La Casa Segunda, llamada Lucrum (riqueza), es la que nos habla de los valores materiales. Del dinero, las ganancias y las pérdidas. Las pertenencias, los bienes, las adquisiciones. La sustancia.

La Casa Tercera, Fratres (hermanos), es la casa de la comunicación, de los hermanos. La casa de la mente concreta, de la educación básica, del medio ambiente. Los vecinos. Los viajes y el transporte.

La Casa Cuarta, Genitor (Padre), es la que se refiere al padre hogar, a la familia, a las herencias raíces (antiguamente, la dote), a los bienes inmuebles y el final cíclico de las cosas.

La Casa Quinta, Fillii (Hijos), es la casa del placer, de las actividades recreativas y de ocio. La casa de los hijos, la de los romances y la de la expresión creativa. La casa de los juegos y diversiones.

La Casa Sexta, Valetudo (Súbditos), es la casa de las personas que trabajan para uno, la de los animales domésticos, una casa de salud y enfermedad. La casa del servicio realizado. Aquí también se ven las mascotas y animales domésticos pequeños.

La Casa Séptima, Uxor (Esposa), es la casa de las asociaciones como el matrimonio y los socios. Acuerdos y tratados. Los enemigos declarados, disputas, litigios, procesos.

La Casa Octava, Mors (Muerte), es la casa de la muerte y sus circunstancias, la de las enfermedades graves, sucesiones y herencias.

La Casa Novena, Peregrinationes (Viajes), es la casa de los viajes de peregrinación, aquellos viajes que se hacen como búsqueda espiritual, de conocimientos o descanso. Es la casa del extranjero, de los estudios superiores, de la filosofía, y de la religión.

La Casa Décima, Regnum (Reino), es la casa de la carrera, la profesión, la dignidad y la gloria, es la casa de las ambiciones y de los éxitos obtenidos. Es la casa de la madre.

La Casa Onceava, Amici Benefacta (beneficios de amigos), es la casa de los protectores amigos y conocidos y los proyectos. La de los beneficios y fortunas de la carrera. La de las esperanzas, deseos y la de los premios.

La Casa Doceava, Carcer (Prisión), es la casa de encierro y aislamiento. De lugares de reclusión, tales como cárceles, hospitales, prisiones e instituciones. Enemigos desconocidos. Enfermedades crónicas o aquellas que requieran internación o retiro.

Los aspectos

Las relaciones angulares entre planetas en un horóscopo, medidas como ángulos dentro del círculo eclíptico, se denominan «aspectos». Generalmente esto incluye ángulos al ascendente y al MC.

Sólo ciertas relaciones angulares se consideran aspectos, y estos tienen cualidades intrínsecas. Se dice que son «armónicos», «dinámicos» o «neutrales». Estas relaciones influyen sobre la forma en que los planetas funcionan juntos. Existe también una cierta cantidad de «juego», lo que significa que un aspecto «funciona» u opera dentro de unos pocos grados a ambos lados del ángulo exacto. Este margen de «juego» está definido por la orbe.

Aspectos mayores 

Conjunción – 0°

La conjunción tiende a ser un aspecto armonioso. Su cualidad depende mucho de los planetas involucrados, como de la exactitud del aspecto. Por ejemplo, una conjunción entre el Sol y Mercurio, generalmente se considera armoniosa. Sin embargo, si la distancia entre ellos es de muy pocos grados, se dice que Mercurio está «quemado» o «en combustión», con los correspondientes resultados. En general, la conjunción muestra una conexión inmediata que normalmente funciona en uno u otro sentido.

Oposición – 180°

Aunque la oposición se considera normalmente como un aspecto «inarmónico» o dinámico, a menudo tiene un efecto motivador y energizante. Aquí también, la cualidad del aspecto depende de los planetas involucrados y de lo que uno hace con él. En general, una oposición entre dos planetas crea tensión entre ellos, a menudo con resultados positivos.

Cuadratura – 90°

La cuadratura se considera un aspecto inarmónico, los planetas involucrados parecen estar «bloqueados». Los problemas que surgen de la cuadratura aparecen continuamente, como la moneda volvedora. La dificultad yace en tratar de reconciliar dos fuerzas que tratan de moverse en direcciones completamente diferentes. Generalmente, esto toma la forma de deseos y necesidades que son mutuamente excluyentes.

Trígono – 120°

El trígono es un aspecto armonioso, los planetas involucrados funcionan juntos de una manera complementaria, enriqueciéndose mutuamente. Los trígonos muestran donde yacen nuestros talentos naturales, si los utilizamos o no, depende de nosotros.

Sextil – 60°

El sextil tiende a tener un efecto armonioso, dependiendo de los planetas involucrados.

 

 

Aspectos Menores

Los aspectos menores agregan profundidad y detalle al cuadro general y nos pueden mostrar los talentos y cualidades escondidas, lo que puede parecer poco obvio. Algunas personas han encontrado que sus aspectos menores son la parte más reveladora de su carta astral.

Los astrólogos suelen usar un orbe de 1 a 3 grados para encontrar los aspectos menores. Cuanto más estrecho sea el orbe, el aspecto se sentirá más fuerte.

Quincucio o Inconjunto – 150° de separación / 5 signos de distancia / orbe de 2-3°

Un aspecto en quincuncio o inconjunto muestra una difícil pero útil relación entre dos planetas. Los signos involucrados están cinco signos separados, lo que significa que los dos estarán en elementos diferentes y en diferentes modalidades. Es algo así como cuando dos personas muy diferentes tienen que trabajar conjuntamente en algo. Se pueden sentir constantemente molestas entre ellas y les parece difícil entender cómo trabaja la otra persona, pero también pueden encontrar una gran fortaleza en ese aspecto.

Una relación entre planetas de dos signos y elementos muy diferentes significa que uno tendrá lo que el otro necesita, esto da la oportunidad de pensar en hacer las cosas de forma diferente y ampliar la perspectiva. Puedes experimentar un pequeño tirón entre estas dos energías que te recuerdan considerar las dos perspectivas y aprender a ajustarte.

Otro tema de este aspecto es la sensación inherente de que debes separar las dos partes de tu vida que están involucradas, que son muy diferentes como para fusionarse. A diferencia de una cuadratura o una oposición puede ser difícil encontrar compromiso, puedes quedarte para siempre en un vaivén entre esas dos energías.

La experiencia ha confirmado que se trata de un aspecto disonante, aunque no tan potente como una cuadratura. A pesar de ser una disonancia menor, se ha podido observar que este aspecto tiene una importante conexión con la enfermedad y la muerte. Y una vinculación simbólica con las casas sexta y octava.

Quintil y Biquintil

Quintil – 72° de separación / 2 signos y 12 grados de distancia / orbe de 1-2°

Los quintiles muestran en dónde somos naturalmente talentosos o tenemos ventajas, también pueden explicar rasgos compulsivos en la personalidad o áreas en las que hay que invertir mucho tiempo para dominarla o perfeccionar algo. Si tienes mucho quintiles en tu carta probablemente tienes una necesidad acentuada de un espacio creativo – sea lo que sea que eso signifique.

Los quintiles muestran una relación entre dos planetas que se entrelazan y tienen mucho en común, están lo suficientemente cerca para oírse bien y jugar el uno con el otro, pero lo suficientemente lejos como para no molestarse.

Un Biquintil (144°) se puede interpretar de forma similar.

Se producen cuando dos planetas se encuentran respectivamente a 72 y 144 grados, permitiéndose un orbe de 1 o 2 grados. Estos aspectos fueron descubiertos por Kepler en el siglo XVII y son el resultado de dividir el círculo por 5. Parece que su acción es benéfica. Estimularía especialmente el talento, la genialidad del nativo -por ejemplo, Mozart-. También se da mucha importancia a este aspecto en el ámbito espiritual o esotérico, ya que proporciona un gran talento en esa dirección.

Hay que tener en cuenta que la división de la esfera en cinco, representa al hombre y a su voluntad dominando los elementos o a los Cuatro Elementos y al Espíritu infundiéndole vida. Este es el símbolo de la magia y de la Religión Wicca.

 

Semicuadratura – 45° de separación / 1 1/2 signos de distancia / orbe de 2-3°

La semicuadratura es la mitad del ángulo de un cuadrado y se manifiesta como una energía profundamente bloqueada entre dos planetas/puntos en una carta. Usualmente se muestran como eventos externos, sentimientos o estrés y tensión.

Puede crear situaciones similares una y otra vez, obligando a la persona a hacerse cargo de lo que necesita enfrentar. Esto puede llevar a desarrollar una gran persistencia, resistencia y resultados positivos en el esfuerzo de controlar y conciliar esta combinación de energías tan difícil.

Una sesquicuadratura es un aspecto similar de 135° que puede ser descrito como una energía inevitable. De nuevo, aparece como eventos en la vida de alguien. Por ejemplo, accidentes, que favorecen reacciones violentas, repentinas, irracionales o extremas.

Semicuadratura y sesquicuadratura son aspectos disonantes que se forman a 45 y 135 grados respectivamente, con 1 o 2 grados de orbe. En teoría, son menos potentes que la cuadratura aunque algunos autores dicen que tendrían la misma potencia. Las energías que producen impulsan a la acción con las crisis o retos. Representan conflictos y tensiones de las que el nativo no es tan consciente como en la oposición o cuadratura.

La sexquicuadratura favorecería especialmente las reacciones violentas, repentinas, irracionales o extremistas. En mi opinión si que representan conflictos y tensiones importantes que tiene el individuo, pero el nativo no es tan consciente de los mismos como en la oposición o la cuadratura.

Semisextil – 30º de separación / 1 signo de distancia / Orbe de 1-2º

Los semisextiles están siempre entre dos planetas consecutivos, lo que significa que están hechos de elementos y modalidades contrastantes. Puede que no tengan mucho en común, pero viven uno al lado del otro, así que intentan trabajar juntos y aprender el uno del otro.

Aspecto armónico bastante débil, de menor potencia que el sextil. Favorece las actitudes y habilidades latentes más que la suerte o la ayuda del destino.

Paralelo y Contraparalelo

Dos planetas se encuentran en paralelo cuando están en el mismo grado de declinación ecuatorial. Se hallan en el mismo grado y dentro del mismo hemisferio, entonces lo denominaremos paralelo, pero si están en hemisferios distintos, será un contraparalelo o antiparalelo. Su efecto es semejante al de una conjunción, en el caso del paralelo; o al de una oposición, en el caso del contraparelelo. Aspecto poderoso en una carta.

 

*Nota final:

El autoconocimiento es la habilidad de conectarse con nuestros sentimientos, pensamientos y acciones. También significa poder reconocer cómo nos perciben otras personas. Las personas que se conocen a sí mismas reconocen sus fortalezas y desafíos.

El autoconomiento tiene distintas fases: autopercepción, autoobservación, memoria autobiográfica, autoestima, autoaceptación.

Se estructura en cinco dimensiones:  la propia identidad, la autoestima y la autoconstrucción. Transversalmente a estos tres ámbitos, se hallarían la toma de conciencia de los procesos anteriores y la auto- confianza. Estos cinco aspectos se interrelacionan constantemente.

A través del armazón energético que porta cada ser humano por la configuración cosmológica del momento exacto en que llegó a esta encarnación conocerá el libro de instrucciones básico para manejarse durante su existencia en la Tierra. Es decir, podrá acceder a su autopercepción, primer paso para iniciar el camino del autoconocimiento que conduce a la meta de la autoaceptación y la trascendencia. 

Saludos cordiales.

 

Florence Scovel Shinn y el Juego de la Vida

Florence Scovel Shinn y el Juego de la Vida

Florence Scovel Shinn y el Juego de la Vida

La mayoría de la gente considera la vida como una batalla, pero no es sino un juego para que nuestras almas aprendan entreteniéndose. El miedo, el sufrimiento y la desgracia no son necesarios para este aprendizaje; son el resultado de la violación de la ley espiritual. Pero, a través de ellos podemos aprender y evolucionar hacia nuestro verdadero destino. Cada persona tiene un lugar asignado que ninguna otra puede ocupar. Hay una tarea por hacer que ningún otro individuo puede realizar por nosotros. Todo tiene un sentido, todo toma significado cuando aprendemos a vivir «El juego de la vida«. La palabra humana puede compararse con una poderosa varita mágica gracias a la cual podemos obtener cualquier deseo, sanar cualquier enfermedad, transformar cualquier situación.

El pensamiento es una fuerza vibratoria y atractiva extraordinaria que nos ayudará a conseguir todo lo que queremos si somos capaces de aprovecharla. Gracias a esta fuerza podemos cambiar nuestras vidas atrayendo todo el amor, la salud y la prosperidad que nos están destinados. Nuestras dudas, miedos y temores son nuestros peores enemigos y nos convierten en esclavos. Existe, sin embargo, la puerta secreta del éxito, que nos permite salir de la esclavitud. Cuando logramos que nuestras vibraciones armonicen con las del éxito, la felicidad y la abundancia, estos llegan hasta nosotros por sí mismos, sin esfuerzo. Podemos llegar a hacer que cambie el rumbo de nuestras vidas por medio de palabras positivas, pues atraemos todo aquello en lo que pensamos.

Florence Scovel Shinn tiene la habilidad de exponer sus enseñanzas metafísicas de un modo ameno y sencillo. Utilizando historias reales, nos explica cómo adoptar actitudes positivas y pronunciar afirmaciones eficaces para lograr ser un vencedor en la vida.

 

Otras fuentes:

https://www.elejandria.com/autor/florence-scovel-shinn/414

https://www.agapea.com/Florence-Scovel-Shinn/

La conspiración de Acuario, de Marilyn Ferguson

La conspiración de Acuario, de Marilyn Ferguson

La conspiración de Acuario, de Marilyn Ferguson

La obra La “Conspiración de Acuario” (Ferguson,1980), publicada por primera vez en Nueva York bajo el título “The Acquarian Conspirancy”, es considerada obra emblemática del movimiento intelectual de fines de los años 70 y comienzos de los 80, que cuestionaba las bases científicas, intelectuales y éticas de la sociedad occidental sustentadoras de los procesos de globalización y modernidad. Otras obras referentes de este movimiento fueron: «El Tao de la Física”,  de   Fritjof   Capra  (1975);  «La Tercera Ola«, de Alvin Tofler (1979);  «Más allá del ego«, de Ken Wilber  (1985) o  «Las palabras y las cosas«, de Michel  Foucault (1974), etc.

La característica común en todos ellos es que publicaban los resultados de sus investigaciones en la revista científica «Brain/Mind Bulletin» (Londres), fundada, dirigida y editada  por la propia Marilyn Ferguson. El  resultado de tales estudios lleva a una concepción del ser humano como el único ente capaz de modificar la naturaleza y, en base a ello, de cambiar constantemente la visión del mundo, de si mismo y de la sociedad que lo rodea.

Dice Ferguson en el primer capítulo: «Una vasta y poderosa red, que carece no obstante de dirigentes, está tratando de introducir un cambio radical en los Estados Unidos. Sus miembros han roto con ciertos aspectos clave del pensamiento occidental, y pueden incluso haber quebrado hasta la misma continuidad con la historia.

Esta red es la Conspiración de Acuario. Se trata de una conspiración desprovista de doctrina política, carente de manifiesto. Está integrada por conspiradores que buscan el poder tan sólo para disgregarlo, y que se valen de estrategias pragmáticas, incluso científicas, pero con una perspectiva tan cercana a la mística, que apenas se atreven a hablar de ello. Son activistas que plantean cuestiones de muy diversa índole, que están desafiando el establishment desde su propio interior.

El paradigma de la Conspiración de Acuario concibe a la humanidad enraizada en la naturaleza. Promueve la autonomía individual en el seno de una sociedad descentralizada. Nos considera administradores de todos nuestros recursos, internos y externos. No nos ve como víctimas ni como peones, no nos considera limitados por condiciones ni condicionamientos, sino herederos de las riquezas de la evolución, capaces de imaginación, de inventiva, y sujetos de experiencias que apenas si hemos llegado a entrever todavía. La naturaleza humana no es ni buena ni mala, sino abierta a un proceso continuo de transformación y trascendencia. Lo único que necesita es descubrirse a sí misma. La nueva perspectiva respeta la ecología de cada cosa: nacimiento, muerte, aprendizaje, salud, familia, trabajo, ciencia, espiritualidad, arte, comunidad, relaciones, política».

La conciencia de la consciencia

Edward Carpenter, sociólogo y poeta de fines del siglo diecinueve, notable por sus cualidades visionarias, describía así este movimiento de cambio: «Si se para el pensamiento (y se persevera en ello ), al final se llega a una región de conciencia situada por debajo o por detrás del pensamiento…, y se hace uno consciente de un yo mucho más vasto que aquel al que estábamos habituados. Y, puesto que la conciencia ordinaria, con la que funcionamos en la vida cotidiana, se funda ante todo y sobre todo en ese pequeño yo local. . . ., se sigue que pasar más allá de él equivale a morir al yo ordinario y al mundo de todos los días. Equivale a morir en el sentido ordinario de la palabra, pero en otro sentido significa despertar y encontrarse con que el «Yo», el sí mismo más íntimo y real, se compenetra con el universo y todos los demás seres. Esta experiencia es tan maravillosa, que puede decirse que, a su luz, desaparecen todas las dudas y los pequeños problemas; y es cierto que en miles y miles de casos, el hecho de haberlo experimentado una sola vez un individuo ha revolucionado para siempre su vida y su concepción del mundo».

A lo largo de la historia, mucha gente ha tenido este tipo de experiencias, tanto accidentalmente como de forma deliberada. Pueden ocurrir profundos cambios interiores en respuesta a una contemplación disciplinada, o con ocasión de una grave enfermedad, de una travesía por la selva, de una emoción paroxística, o a consecuencia de un esfuerzo creativo, de ejercicios espirituales, o de respiración controlada o de técnicas para «inhibir el pensamiento», o técnicas psicodélicas, de movimiento, de aislamiento, música, hipnosis, meditación, o ensoñamiento, o al salir de una intensa lucha intelectual.

A lo largo de los siglos, en diversas partes del mundo, unos pocos iniciados en cada generación han compartido entre sí técnicas diversas, capaces de inducir experiencias semejantes. Fraternidades, órdenes religiosas y pequeños grupos diseminados han explorado lo que parecían constituir dominios extraordinarios de la experiencia consciente. En sus doctrinas esotéricas, hablaban a veces de las cualidades liberadoras de sus experiencias iluminativas. Pero eran demasiado pocos, carecían de medios para propagar ampliamente sus descubrimientos, y la mayor parte de los habitantes de la tierra estaban lo suficientemente preocupados por sobrevivir, como para ocuparse de la trascendencia.

Y, de pronto, en esta década, todos estos sistemas y toda esta literatura de engañosa simplicidad, toda la riqueza de muchas antiguas culturas, se han hecho accesibles al conjunto de la población, bien en su forma original, bien adaptados a la sensibilidad contemporánea.

…. Es como dotar a su mente de sonar, radar y poderosas lentes de aumento, mientras trabajan. La extensa implantación de este tipo de técnicas, y la generalización de su uso en la sociedad fueron predichas por P. W. Martín en los años cincuenta, cuando estaba en sus comienzos la investigación sobre la «conciencia»: «Por primera vez en la historia, el espíritu científico de indagación se está volcando sobre el otro lado de la conciencia. Hay buenas esperanzas de que esta vez puedan mantenerse los descubrimientos, de modo que puedan convertirse, no ya en el secreto perdido, sino en patrimonio vivo de todos los hombres».

Fuente:

https://poraquipasocompadre.files.wordpress.com/2012/11/la-conspiracion-de-acuario1.pdf

El Libro de las Revelaciones o Apocalipsis, según Emilio Carrillo

El Libro de las Revelaciones o Apocalipsis, según Emilio Carrillo

El Libro de las Revelaciones o Apocalipsis, según Emilio Carrillo

Estamos en los tiempos finales de esta generación humana (Cristo Jesús. Mateo, 24). La Humanidad tiene ciclos, que dan lugar a distintas fases del proceso evolutivo. En la actualidad, asistimos al final de uno de esos ciclos que darán paso a una nueva generación humana. Pero, como también dijo Jesús Cristo: «Nadie sabe ni el día ni la hora». Por lo que tendremos que estar atentos a las señales.

Una de esas señalas es el tiempo. Cuando se habla de tiempo, desde el punto de vista de la consciencia, los maestros y sabios dijeron que el tiempo tiene dos manifestaciones: el tiempo material y el tiempo espiritual.

Los griegos, entre ellos Pitágoras: Cronos (tiempo material) / Kairós (tiempo espiritual)

La Tradición maya habla del tiempo (material-lineal)  y del no tiempo (espiritual-cíclico).

El tiempo es como un río por cuyo caudal más o menos recto, lineal, circula el agua a ritmo tranquilo hasta llegar a la proximidad de una catarata, que representa el cambio de ciclo en el proceso evolutivo de la Humanidad, el cambio de tiempo, de lecho por donde va a seguir transitando el agua, el salto de una generación humana a la siguiente. Cronos lleva el timón mientras estamos lejos de la catarata. Kairós empieza a tomar control al acercarnos al salto. El tiempo se acelera, los días se aceleran, la vida va mucho más rápida.

Las distintas humanidades

La Atlántida de Platón. Lemuria, Hiperbórea y otras son las distintas generaciones humanas, . En el contexto de la evolución humana, estamos viviendo un punto culminante. El momento actual es decisivo. Las almas que han venido encarnando en las últimas generaciones están ya preparadas para dar su paso definitivo: desde la apariencia a la esencia; desde lo efímero a lo trascendente. Todas las humanidades que han vivido hasta ahora han experimentado desde lo perecedero que somos. Ahora, empezaremos a vivir desde lo imperecedero. En nosotros hay algo que no conoce la muerte y se va a convertir en el protagonista de la nueva generación humana donde desembocaremos al atravesar esta catarata. La priemra generación humana que su centro de mando no estará en el estar sino en el SER, un cambio revolucionario en el proceso evolutivo humano.

Las tradiciones que abundan en esto dan referencias claras. No todas las almas encarnadas en seres humanos, en libre albedrío, querrán vivir en esa nueva generación humana, porque no vibrarán en la misma onda, desde las cualidades del alma. Querrán vivir apegados al materialismo. La catarata marca un corte, como se dice en el cristianismo. En la mística sufí, es la hora. Esta división será libre.

Jesús de Nazarat, capítulo 25 del Evangelio de Mateo, habla del alma como si fuera una lámpara de aceite. Para vivir en esa nueva generación humana, para disfrutar del banquete nupcial, el alma tiene que tener un mínimo de aceite  para mantener su luz viva. Y eres tú, con tu nivel de vida, quien mantiene la lámpara con el suficiente aceite o no. Las almas que no consiguen mantener ese aceite optarán por otra línea. Nadie decide por nosotros. Se trata de una autoevaluación en consciencia que corresponde a nuestra dimensión álmica.

El calendario maya acababa el 21 de diciembre de 2012. A partir de ese momento, comenzaba Kairós, el no tiempo, una época de la Humanidad que ya no se mide con calendarios, cronómetros u otros instrumentos. Las estelas mayas son contundentes. Llegado este momento, olvídate del tiempo. Estamos al borde de la catarata.

Emilio Carrillo. La Academia de la Consciencia. Entrevista con Lara Hernández, Toni Carcía, Teresa Melgar, Leticia Fernández, Cristina M.

https://www.youtube.com/watch?v=Eh3Emgx4AlI

www.emiliocarrillo.blogspot.com

.

Translate »
error: El contenido está protegido.