El comandante de la Confederación Galáctica, Zaphiel, continúa su gira de conferencias en España, después de su vuelta al mundo durante los últimos años, para informar sobre las circunstancias en que se producirá la Ascensión Planetaria y el salto cuántico a la Quinta Dimensión. Con su lenguaje habitual, aunque no lo parezca, su misión es ayudar para que el tránsito sea lo menos traumático para los seres humanos. La esencia de su mensaje: para crear lo nuevo hay que soltar lo viejo. Atrévete. Suelta¡¡¡¡¡
La Confederación Galáctica representa a las Fuerzas de la Luz que trabajan desde todos los confines del Multiuniverso en la resolución del conflicto cósmico que hace millones de años creó el imperio galáctico de la oscuridad. La última fase de ese conflicto se juega en este instante y tiene por escenario central el Planeta Tierra. El nombre clave para la liberación de la Humanidad es «Aurora». Este es un código que permite a las semillas estelares despertar a su misión divina y, en paralelo, ayudar en el proceso de ascensión planetaria.
Las Fuerzas de la Luz, haciendo uso de su libre albedrío, eligieron el Bien, vibrar en amor incondicional, y ayudar a la Humanidad en la Tierra para que el imperio del mal no alcance su meta: mantenerla esclava infinitamente. El objetivo de la Confederación es recuperar el estado original de armonía previa a las guerras galácticas que rompieron la paz interestelar, aprovechando la oportunidad que ofrece el fin del año Platónico.
En los últimos 25.000 años, los terrícolas han sido rehenes de las Fuerzas Oscuras. Y las Fuerzas de la Luz han estado tratando de penetrar hacia la Tierra y liberarla. Este proceso llegó a su final cuando el antiguo ciclo cósmico terminó y empezó el nuevo.
La Confederación Galáctica y el Plan Divino
Las Fuerzas de la Luz han tenido siempre un plan para la liberación de la Humanidad, un plan de origen Divino, cuyo nombre en clave es AURORA. El 25 de Mayo de 1975, con la activación de la primera puerta estelar planetaria, se inició su fase decisiva. Desde entonces, las Fuerzas de la Luz han estado interfiriendo activamente en la situación de la Tierra.
Uno de sus métodos era despertar a las semillas estelares, seres angelicales que tomaron encarnación humana hace mucho tiempo y ahora están despertando a sus estados elevados de conciencia. Muchos de nosotros hemos venido a este planeta hace milenios para ayudar aquí a resolver la situación.
Después de numerosas encarnaciones, hemos olvidado de dónde venimos y también el Plan Divino. Desde 1975 nuestra conciencia empezó a despertar y muchos han empezado a llevar a cabo sus misiones, para las que se ofrecieron voluntarios antes de venir a la Tierra.
Este proceso se fue acelerando y la conciencia se fue elevando. También han aumentado los contactos con civilizaciones extraterrestres. Ha habido más apariciones físicas de diversos OVNIS y naves espaciales y también más contactos telepáticos ya que esas civilizaciones querían traer nuevos mensajes y conocimiento a la humanidad.
Al final de los ochenta, se presentó el plan de la Ascensión a la Humanidad, que implica tres olas y la evacuación final. Está basado en el libre albedrío, lo que quiere decir que cada ser humano puede influir a favor o en contra. Precisamente, debido a que la masa crítica necesaria no se alcanzó en la primera fecha posible para la Ascensión, las Fuerzas Oscuras atacaron de nuevo con virulencia.
El ataque comenzó el 21 de Diciembre de 1995 y alcanzó su apogeo el 11 de Enero de 1996. Lo que sucedió fue una guerra nuclear en el plano astral y etérico. El plano físico no fue alterado. La vida continuó. La gente fue a trabajar y a la escuela, vivían sus vidas normales, sin saber lo que realmente estaba pasando con la Tierra. Este planeta no ha experimentado tal crisis desde la caída de la Atlántida. Hubo una auténtica amenaza de guerra nuclear física. Pero, se impidió.
En 1999, las Fuerzas Oscuras experimentaron la cumbre de su poder y después de eso las Fuerzas de la Luz empezaron de nuevo a avanzar hacia la Tierra, aunque se ralentizó el avance mediante la carrera de eventos de bandera falsa provocados en las dos primeras décadas del siglo XXI y que inauguró el 11S.
Sin duda, como ya habrán adivinado, el evento pandémico 2020 es un nuevo intento desesperado por parte de la oscuridad para impedir el triunfo definitivo de la Luz. Los coletazos del monstruo persisten, pero su tiempo en la Tierra ha concluido.
Millones de seres humanos no lo saben, pero existe una Alianza para salvar la Tierra y a la Humanidad de los malvados controladores, terrestres y alienígenas, que la subyugan desde hace miles de años.
Entre los componentes de la Alianza por la Tierra destaca la Hermandad Blanca, las familias del Dragón, sociedades secretas japonesas, las facciones que lideran Putin y algunos otros países del grupo de los Brics (Brasil, India y Sudáfrica) que representan a las economías más adelantadas del planeta.
La cabeza visible de este bando es Donald Trump, presidente de los Estados Unidos elegido en noviembre de 2016, junto al movimiento QAnom, grupo de inteligencia que surge en 2017. Q representa a un conjunto de militares, políticos, científicos, empresarios y patriotas unidos para hacer frente al nuevo orden mundial instalado en el planeta a partir de la segunda guerra mundial y que mantiene a la Humanidad en un régimen de esclavitud moderna.
El periodista almeriense Guillermo Herrera, en versión corta, denomina a la Alianza por la Tierra “El Séptimo de Caballería que viene al rescate”. Tras una extensa investigación sobre su composición y sus fines, elabora una teoría tan compleja como imbricados están los múltiples grupos o facciones que la integran. En el siguiente artículo pueden encontrar una de sus descripciones:
Sin duda, la referencia a la serie de televisión Babylon 5, que es donde te lleva directamente Google cuando solicitas información sobre la Alianza Terrestre (Earth Alliance), ya nos descubre una de las estrategias del sistema: presentar la realidad como ficción. Por tanto, les invito a releer la entrada de la red social más consultada del planeta sobre la citada serie televisiva para que se hagan una idea bastante aproximada de lo que es y representa la verdadera Alianza.
Por ahora, y a modo de resumen, señalaremos entre los principales componentes de la Alianza por la Tierra a la Hermandad Blanca, también denominada Caballeros de los sombreros blancos o Sombreros Blancos, sin más apelativo; las sociedades secretas chinas de las familias del Dragón, sociedades secretas japonesas y las facciones que lideran Putin y líderes de algunos otros países del grupo de los Brics (Brasil, India y Sudáfrica), que representan a las economías más adelantadas del planeta.
La cabeza visible de este bando es Donald Trump, presidente de los Estados Unidos desde noviembre de 2016, junto al movimiento QAnom, grupo de inteligencia que surge en 2017 para ir dando pistas a través de las redes sociales sobre cómo se está “drenando el pantano”. Así llaman a la lucha soterrada que mantienen contra el gobierno globalista imperante desde la sombra. Trump no pasa de ser el testaferro y Q el portavoz de un conjunto de militares, políticos, científicos, empresarios y patriotas unidos para hacer frente al mal llamado nuevo orden mundial, ya que está imperando en el planeta desde la segunda guerra mundial, como mínimo, y que mantiene a la Humanidad en un régimen de esclavitud moderna a través de los bancos centrales y del sistema fiduciario.
El movimiento QANOM y su leyenda se ha extendido por todo el mundo
En este sentido, resultan muy curiosos escuchar a falsos filántropos y gobernantes de todo el mundo coincidir sus discursos a la hora de insistir en la necesidad de implantar lo que ellos denominan «bonos de deuda perpetua». O, lo que es lo mismo, someter definitivamente a todos los pueblos, y a las próximas generaciones, a través de préstamos bancarios impagables.
Sobre las ayudas que uno y otro bando reciben de razas híbridas, alienígenas o fuerzas superiores al ser humano hablaremos en siguientes entradas. Sobre la posibilidad de que el bando de los supuestos buenos resulte finalmente disidencia controlada, también escribiremos en adelante. Por el momento, de lo que no cabe duda es de que somos testigos y moneda de cambio en un momento histórico sin igual desde el último Diluvio universal.
Abróchense los cinturones y disfruten del espectáculo.
El documental «La caída del Cabal» fue elaborado por la periodista, Janet Ossebaard, de los Países Bajos, con la ayuda de incontables “anons” de todo el mundo. Contiene miles de horas de investigación. En el capítulo 2 describe el fenómeno QANOM.
El Ser humano está elevando su frecuencia vibratoria al unísono con el aumento del latido de la Tierra, denominado resonancia Schumann, y con la actividad solar. Este fenómeno indica que ha llegado el momento del Gran Despertar. La Verdad puede ser revelada. Es época de cosecha. Tiempo de parto y salto cuántico. El nacimiento de la nueva raza humana se acerca. la Edad Dorada de Acuario acaba de empezar. Estamos resonando con la Esencia Divina. La Ascensión a la quinta dimensión está en proceso. Lo siente la Humanidad. Lo siente la Tierra. Lo sienten los animales, las plantas, los mares y océanos. Lo siente el Planeta entero: volcanes en erupción, huracanes, terremotos, plagas. Es tiempo de mudanza. La Ascensión planetaria está en proceso. Es inevitable.
Lo primero es la consciencia. Lo primero, infinito y eterno. Tan inconmesurable como imposible de definir desde una consciencia y conciencia finitas, atrofiadas. Por tanto, replicando a uno de los padres modernos de su estudio, Richard Maurice Bucke, afirmamos que “existe un estado de consciencia que conecta al ser con el cosmos y que se aprecia claramente en las grandes personalidades que han existido a lo largo de la historia de la Humanidad”.
En Universo Gesara, damos un paso más y manifestamos que este “fenómeno” se aprecia tanto en la historia que nos han contado a medias, como, y sobre todo, en la Historia que nos han ocultado. Afortunadamente, la Historia oculta de la Humanidad, la verdadera, está emergiendo para disfrute del auténtico conocimiento y para la expansión de la consciencia a niveles cósmicos.
Otro estudioso de este concepto, Gary Lachman, en su obra “La Historia secreta de la consciencia” deja constancia de su postura con las siguientes palabras: “siempre existirán individuos como yo, que consideren que todo el proyecto científico de explicar la consciencia está mal encaminado. Para nosotros, explicar la consciencia sería lo mismo que ‘explicar’ una cantata de Bach o Los Girasoles, de Van Gogh”.
Así es, la Consciencia cósmica, más que demostrarse desde lo material, desde una ciencia encapsulada en dogmas inmutables, se intuye, se experimenta, se siente. Te trasciende desde el tú-yo aquí-ahora al Nosotros-Todo infinito y más allá. Desde la dualidad a la Unicidad. Desde el tiempo-espacio material concreto y perecedero al siempre energético en movimiento toroidal multiuniversal.
En Universo Gesara coincidimos con ambos investigadores en una idea primordial: “los seres humanos, tal como son, no constituyen el punto final de una evolución, y que su consciencia, tal como es, no es un estado definitivo alcanzado por casualidad. […] aún existe la posibilidad de que los seres humanos evolucionen hacia algo muy diferente y de que dicha diferencia adopte la forma de una consciencia nueva, más amplia y expansiva, que ya se ha manifestado en el pasado y continúa haciéndolo en el presente”.
En suma, y a modo de introducción de esta sección de Universo Gesara, la consciencia cósmica es una facultad emergente y recuperada que constituye la próxima etapa del desarrollo humano, después de una larga noche oscura del Alma.
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